Ensayo – Aldo Mangiaterra – Enero de 2018
“si en nombre del orden se nos quiere
seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la
insurrección”
del Manifiesto Liminar de la
Reforma Universitaria, Córdoba, 1918
Soy uno más de los cientos
que de aquí a junio escribimos o escribiremos sobre el centenario de la Reforma
Universitaria de Córdoba
No me propongo incursionar
en su historia; otros más capacitados que yo lo han hecho y lo harán
Opino sobre el legado
actual de la Reforma Universitaria visto desde el punto de vista político; es
decir analizar cómo se inserta la universidad en las relaciones sociales, en
particular en Argentina y en la actualidad
El reclamo de la autonomía
y el cogobierno constituyen planteos históricos fundamentales, inimaginables
antes de la Reforma Universitaria, que se expandieron por América Latina y que
aún hoy continúan y continuarán agitando la vida universitaria de América, Europa
y del mundo todo.
Sin embargo sería reduccionista considerar
que eso es todo su legado
Sabemos que hay concepciones distintas de
la universidad. Para la Organización Mundial de Comercio se trata de un rubro más
del comercio; pero históricamente, para las clases dominantes, ha sido una
institución formadora de las élites. En su modernización, a mediados del siglo
XX, la universidad amplía su función también a la producción relativamente
masiva de trabajadores de alta calificación
Esas funciones pueden ser cumplidas vía
universidades privadas (modelo estadounidense), o vía universidades estatales,
predominante en Europa
Sabemos (y acá si acudo a la historia) que
la Reforma Universitaria no surgió de una elucubración científica; es producto
de las contradicciones de una época y de su desarrollo en un país en esa época
La Argentina de principios del siglo XX
estaba caracterizada por el dominio de una oligarquía (la generación del 80), que
la presentaba como uno de los países más avanzados, basándose en el superávit por
la exportación de granos y carnes y, por supuesto, en su propia riqueza. Es lo
que festejó ampulosamente en el Centenario, en 1910
Pero otra Argentina discurría en paralelo,
la de la huelga agraria llamada “El grito de Alcorta” en 1912, la del
crecimiento extraordinario del sindicalismo clasista, que tuvo que ser sofocado
recurriendo al Ejército y matando a centenares de obreros, tanto en Buenos
Aires durante la Semana Trágica de 1919 como en la Patagonia Rebelde de 1921, también
era la Argentina del logro del voto popular masculino en 1912. Todo eso en el
marco mundial caracterizado por la finalización de la llamada 1ª Guerra Mundial
y la resonancia inmensa de la Revolución Rusa, y además, en el ámbito
intelectual y universitario, la influencia de la Revolución Mexicana
Podríamos decir, buscando un sesgo más
literario, que la universidad argentina significaba entonces lo que presentó
magistralmente Florencio Sánchez en su obra teatral “M’hijo el dotor”
El Manifiesto Liminar de la Reforma
Universitaria es un señalamiento magistral de esa universidad y del estado de
ánimo de los protagonistas del momento
“Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres,
la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo
que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de
insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han
llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan
en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil.”
“Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos
íntegramente, se cumplían como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que
representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder levantar siquiera
el corazón sobre esas ruinas.”
“si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo,
proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección.”
“Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten:
estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.”
Fue un formidable grito de rebeldía
¿Qué nos legó?
La historia posterior ¡ 100 años ! está
signada, como siempre, por avances y retrocesos
Entre estos últimos la creación de
universidades privadas, a partir de 1956, y la atribución de expedir títulos
habilitantes desde 1958, gobierno de Frondizi
La represión durante los gobiernos de
Onganía en 1966 y peor aún Videla en 1976.
Y también de avances; seguramente entre
los más significativos está la gratuidad, en 1949, durante el primer gobierno
peronista; no es menos el papel del movimiento estudiantil en la década del 60,
acompañado por muchos docentes
En ese contradictorio devenir han
logrado perdurar transformaciones que fueron produciendo un tipo singular de
universidad
Acá doy paso a algunas reflexiones propias
y me refiero en particular a la universidad estatal.
Considero que son cuatro los principales temas
que definen cual es en definitiva el tipo de universidad
Contenido
de la enseñanza
Autonomía político-académica y del manejo presupuestario
Participación
de estudiantes y docentes en su gobierno
Composición social del estudiantado
Pretendo poner de manifiesto esenciales
rasgos contradictorios de la universidad estatal argentina:
- por un lado un contenido de la enseñanza en el cual predominan
netamente las concepciones ideológicas hegemónicas en la sociedad y
por el otro la subsistencia de libertad ideológica que
posibilita el discurso crítico desde sectores de docentes y estudiantes
- por un lado la dependencia del poder político,
principalmente presupuestaria, y por el otro un importante grado de autonomía,
con actividad política y participación de trabajadores y estudiantes en su
gobierno
- por un lado un acceso limitado a capas restringidas de
la población, fundamentalmente por razones económicas y por el otro una integración
relativamente masiva, por su número, incluyendo estudiantes que trabajan
Seguramente la conquista y el legado principal
de la Reforma Universitaria de 1918 es precisamente ésa:
Una universidad
relativamente contradictoria en medio de la sociedad capitalista, lo que
permite la acción social y política del movimiento docente y estudiantil junto
al pueblo e incluso, en ocasiones, la actuación de la propia institución en tal
sentido
La universidad estatal
argentina, sin dejar de ser parte del aparato de dominio y reproducción del
sistema, viene siendo, a la vez, un sector de ese aparato sumamente
contradictorio
La gratuidad y el ingreso irrestricto
permite que los estudiantes universitarios argentinos provengan, en su gran
mayoría, de las capas medias, es decir de sectores sociales con intereses
objetivos contradictorios con los de la gran burguesía dominante
Es más, en muchos casos se trata de
sectores que han sufrido fuertes crisis, se han empobrecido relativamente y
vienen disminuyendo su participación en el reparto de la riqueza. A esto se
suman las dificultades, económicas en primer término, pero también específicas que
viven en la universidad, como sucede en muchos casos por edificios inadecuados,
insuficiencia de docentes, baja calidad de la enseñanza, etc., que hacen que
sus reivindicaciones resulten contradictorias con lo que el sistema
político-social les brinda
A esto se suma que la perspectiva del
egresado universitario es cada vez más la de trabajador asalariado y cada vez
menos la de un rápido ascenso social
Por otra parte el cuerpo docente se compone
cada vez más de trabajadores asalariados, que pugnan por sus reivindicaciones,
particularmente la salarial y muestran a los estudiantes un panorama
conflictivo.
En estas condiciones, hasta ahora no han
logrado hacer de la universidad estatal argentina un coto cerrado de las
grandes corporaciones y de las instituciones rectoras del sistema
político-social, como sí lo son las universidades privadas
La universidad estatal
argentina es parte del campo de batalla dentro del cual se expresa y desarrolla
la lucha entre los intereses de distintas clases y sectores sociales
Allí actúan partidos, organizaciones,
sectores políticos, agrupaciones, sindicatos, que, de un modo u otro, en mayor
o menor medida, reflejan intereses contradictorios
La experimentada burocracia universitaria (de
distintas pertenencias partidarias) pone en juego no sólo sus ideas sino
también su arsenal de herramientas de dominación, entre ellas la corrupción e
incluso medidas represivas y discriminatorias
No obstante nada ha impedido que, a lo
largo del tiempo, se desplieguen fuerzas, sobre todo estudiantiles,
cuestionadoras del modelo de universidad y de país y que hayan logrado
expresarse interna y externamente, participando también junto a otras
manifestaciones populares. ¿Cómo explicar, si no, la unidad obrero estudiantil
en el Cordobazo y el Rosariazo; la actitud de los gobiernos de Onganía y Videla
con respecto a las universidades; el aporte de la inmensa mayoría del arco
universitario en la lucha por los derechos humanos; o bien el papel detonante y
la participación masiva de docentes y estudiantes en la rebeldía del 2001?
¿Qué universidad pretende el macrismo?
Su proyecto aún no ha sido explicitado
claramente; hay indicios, solo indicios, no más que eso, en el Plan Maestro
Creo que muchos cometen el error de creer
que el actual gobierno acepta la universidad actual, solo que quitándole fondos
Afirmo categóricamente que el macrismo no
tardará en lanzar lo que podríamos llamar la Contrarreforma Universitaria
¿Cuáles son sus principales rasgos?
No se trata de inventar nada; basta con
imitar lo vigente en países y universidades en los cuales estudiaron la mayoría
de los altos funcionarios gubernamentales
1º equiparación de universidades privadas
con las estatales, incluyendo mayor asignación de fondos para las primeras y
reducción a las segundas
2º arancelamiento, restricciones en el
ingreso y dificultad en la permanencia, reduciendo drásticamente la cantidad de
estudiantes
3º liquidación o incumplimiento del
Convenio Colectivo de Trabajo de los docentes, paritarias a la baja y reducción
de cargos docentes
4º incrementar intensamente la injerencia
de las grandes empresas, directamente y/o mediante fundaciones y entidades
afines
En suma propender a la plena
mercantilización, tal la concepción de la Organización mundial de Comercio
En la universidad actual hay sectores que
no solo coinciden con esas políticas sino que vienen implementándolas
parcialmente desde hace bastante tiempo, particularmente en lo atinente al
punto 4º antes mencionado
Tal el contenido de la Ordenanza de
Vinculación Tecnológica de la Universidad Nacional de Rosario sancionada en
2016 y mas aún la incontable red de relaciones que esos sectores han tejido con
la participación de empresas como, seguramente entre las más simbólicas,
Monsanto y Techint
La conmemoración de la Reforma
Universitaria es una oportunidad propiciatoria para quienes, dentro y fuera de
la universidad, defendemos su legado
Y requiere también la denuncia de quienes,
autoasignándose la condición de ”reformistas”, actúan cínicamente como agentes
de la contrarreforma gubernamental. Estoy hablando particularmente de gran
parte de la burocracia universitaria, que gusta obrar al estilo de notorios
parlamentarios, los cuales dicen ser de “oposición” pero brindan al gobierno la
aprobación de las leyes que este requiere. Buscan más su subsistencia que la defensa
de principios que dicen sustentar
Tal como los gobernadores, que en aras de
recibir recursos, mandaron al sacrificio a la masa de jubilados
La dirección actual de la Universidad de
Rosario es una coalición políticamente promiscua de funcionarios provenientes
del radicalismo, pro Cambiemos algunos, no tanto otros, y de funcionarios de origen
kirchnerista, coalición que hasta el presente resulta funcional a la política
gubernamental
Seguramente en la celebración de este
aniversario de la Reforma Universitaria habrá una disputa, y conviene que la
haya, entre quienes rescatamos su legado de democracia, participación, avance
pedagógico y científico, unidad de trabajadores y estudiantes, antimperialismo,
por un lado y, por otro, las celebraciones que pretenden reducir el contenido
de la Reforma Universitaria tan sólo a la formalidad de la autonomía y el
cogobierno, desprovista de contenido político o, peor aún, subordinada al
contenido que mejor convenga a la mirada vigilante del gobierno de los llamados
CEOS
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