A esta altura
parece difícil opinar sobre una propuesta que pretende poner el rescate del
sector más desprotegido de nuestra juventud, en manos de la Gendarmería
La sensación es
que es difícil discutir con propuestas no creíbles, o peor aún absurdas
La sensación es
que volvemos a discusiones poco menos que propias del medioevo
O, en el mejor de
los casos, propias de nuestro país en el siglo 19, hace doscientos años, previamente
a que en 1884 se sancionara la ley 1420 de enseñanza pública, gratuita, laica y
obligatoria
Precisamente, de
1822 es el decreto de Bernardino Rivadavia, entonces ministro de Gobierno de la
Provincia De Buenos Aires, titulado DECRETO
SOBRE VAGOS Y MAL ENTRETENIDOS
Fue un instrumento para
incorporar efectivos al servicio militar, básicamente tropas destinadas a
proteger las tierras conquistadas mediante el exterminio de indios. Se le
aplicaba a quienes no pudieran exhibir documento de trabajo otorgado por dueño
de estancia. Es la época relatada en el Martín Fierro, ahora con receta modernizada por
Patricia Bullrich
Recordemos que en 1867
la Casa Bullrich se encargaba de remates de campos obtenidos en la “conquista
del desierto”
Lejos de atacar las
causas (entre ellas su propia política), de que un importante sector de la
juventud esté fuera de la situación de trabajo y/o estudio, el gobierno
pretende someterlo a control
¿Porqué a cargo de
Gendarmería? Según la ministra es la institución estatal más prestigiosa, lo
que suena a absurdo, pero no lo es tal, porque para este gobierno y su ministra es efectivamente así
Lo es en el plano de
la represión, palmariamente demostrado con la muerte de Santiago Maldonado. Pero no sólo en ese terreno sino también en el de la “ciencia”.
Recordemos que cuando ningún perito forense quiso prestarse a calificar de
asesinato la muerte del fiscal Nisman, fue la Gendarmería la que se encargó de
elaborar una pericia, autocatalogada de “científica”, que afirmara lo requerido
Para el gobierno no
está en discusión la confiabilidad de la Gendarmería
El objetivo del SERVICIO CIVICO VOLUNTARIO EN VALORES es
tratar de contener, disciplinar y, en definitiva, domesticar, a jóvenes en situación
de precariedad
Será un rotundo
fracaso
Primero porque lo
es ya toda su política
Y además porque no
han podido, a pesar de haber ganado elecciones, disciplinar a los trabajadores,
a los jubilados, a las mujeres, a los jóvenes que, pese a todo, continúan desarrollando
las luchas por la defensa de sus derechos
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