En los
medios de prensa, en opinión de especialistas y en general, en diversos ámbitos,
aparece el interrogante ¿cómo será la sociedad después de la pandemia?
Está claro
que hoy, lo más importante, es encontrar la manera y las medidas para reducir
cuanto se pueda los efectos del coronavirus
Y, quiérase
o no, ello implica discutir política
Las medidas
implementadas por el gobierno del presidente A. Fernández parecieran ser las
más indicadas, no sólo en lo sanitario, sino también por las medidas
distributivas que procuran aliviar en algo la ya de por sí dramática situación
del 40% de la población sumergida en la pobreza
No quiero
ni pensar cual sería nuestra situación si el gobierno siguiera estando en manos
de Marquito Peña y de su jefe, el que “teme más al populismo que al
coronavirus”
Ahora bien,
volviendo al interrogante planteado inicialmente, escucho repetir la idea de
que la que viene será una sociedad más solidaria, con un estado fuerte capaz de
responder efectiva y eficientemente a las necesidades sociales, por ejemplo la
salud
Entiendo
que la cuestión se presta a un análisis polémico