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jueves, 13 de mayo de 2021

EN HOMENAJE A ALBERTO PICCININI

 Murió Piccinini

Recuerdo la Asamblea encabezada por él, si no me equivoco en el año 73, en la cual adquiría ya su dimensión de importante dirigente del sindicalismo combativo

La asamblea se iba a realizar en un inmenso galpón, de uno 80 metros de ancho por 200 de largo y 20 de altura (años después tuve que trabajar allí y conozco las medidas)

Parecía una escena de película, “Los Compañeros” u otra por el estilo

Centenares de obreros arracimados y quienes encabezaban, para dirigir la Asamblea, encaramados al techo de una oficia interna del sector

La enorme planta de Acindar estaba tomada por los obreros en huelga

Habíamos ido desde Rosario, en mi pequeño Citroen 2CV, con tres compañeros metalúrgicos, uno de SIPAR, ubicada en Pérez, otro de la empresa Daneri de Rosario y el cura Néstor García, sacerdote del Tercer Mundo y delegado en Laminfer, también de Rosario, quien años después, durante la dictadura, fue detenido y obligado al exilio

Para franquearnos la entrada nos recibió Sobrero, en el momento empleado de Acindar y viejo conocido de las luchas estudiantiles de la década del 60

Antes que empezara la asamblea estuvimos charlando con varios compañeros

Hay una escena que me quedó grabada en la mente y en la retina

Un joven obrero, orgulloso de su trabajo, de su condición de productor, nos explicó el proceso del sector en que estábamos, destacando que era de producción continua, las 24 horas, que no paraba nunca, quizá sin darse cuenta de que en el momento que eso decía toda la planta estaba parada y en silencio, que son ellos, él y sus compañeros, los que hacen “que no pare nunca”, salvo cuando para defenderse deciden lo contrario

El clima era tal que Néstor García no se pudo contener y pidió la palabra para expresar la solidaridad de compañeros rosarinos, lo que le costó, poco después, la represalia de la empresa Laminfer, echándolo, seguramente con la complicidad de la UOM nacional (y sus secuaces rosarinos) dirigida por Lorenzo Miguel, sucesor de Augusto Vandor

Para ellos Piccinini era el peor enemigo, porque era defensor de los intereses de la clase obrera


 

 

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