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martes, 9 de marzo de 2021

“EL FUTURO DESPUÉS DEL COVID-19"

 En mayo-junio de 2020, con el logo “Argentina unida” y el sello de “Jefatura de Gabinete de Ministros – Argentina”, apareció una publicación presentada por el Dr. Alejandro Grimson, Titular de Argentina Futura

La publicación se titulaba: “El futuro después del COVID-19”

En la misma participaron muchos destacados intelectuales (algunos/as no tanto)

Alarcón Alemán Barrancos Borón Cabezón Cámara Canelo Carreiras Casullo Fidanza Follari Forster Giunta González López Maffía Malamud Mignolo Moreno Palermo Rebón Sarlo Segato Svampa Sztulwark Tokatlian Valdettaro Viale Waisbord

No figura fecha de publicación, pero de los textos surge que es del mes de abril de 2020

 Obviamente el objetivo era imaginar, o presentir, o proponer, la Argentina después de la pandemia

Confieso que la leí atentamente con la esperanza de encontrar respuestas o propuestas importantes

 Considerando la publicación en su conjunto me resultó decepcionante, sin perjuicio de valorar positivamente algunas opiniones, comenzando justamente por la última, cuyo autor es Jorge Alemán, de la cual cito un breve párrafo

Por mi parte no creo que exista una instancia que orientara en forma deliberada al capitalismo hacia la pandemia, pero sí creo que la pandemia luego, a posteriori, va a ser reutilizada y reimplementada por los grandes bloques de poder para que la paguen, los que siempre pagan el pato, y ahí si pienso que evidentemente continua esta guerra, esta tercera guerra mundial por partes. Que no es otra guerra que la de los ricos contra los pobres, es una guerra de los propietarios, contra el mundo de los pobres, pero también es una guerra entre propietarios. Y estoy seguro de que va a ser muy difícil, y habrá que pensar a los que nos interesa un proyecto emancipatorio, como se hace para que esta vez no sean los pobres los que paguen los costos de esta pandemia pag. 206

 O la de Julián Rebón

Mucho se habla en estos días del regreso del Estado o del fin de la globalización neoliberal. Como la crisis financiera de 2008 nos muestra, no hay salidas mecánicas. En nuestro país hay mejores condiciones que en el pasado para una recreación de la capacidad estatal, porque hay un gobierno en sintonía con ella y porque hay un contexto que lo facilita. Pero encontramos una sociedad civil desmovilizada y enfrentamos tendencias a la mayor desigualdad. Potenciar la movilización de las clases populares, con base en su rica historia, durante la salida de la emergencia es clave para esta recreación y para el contenido de la misma. Por una parte, porque hay que avanzar en nuevas formas de estatalidad que amplíen el espacio de lo público. Que al mismo tiempo que desmercantilice relaciones sociales y garantice derechos, contenga formas de participación social en su seno. El regreso del Estado no debiera ser la vuelta al pasado. La participación social es el mejor antídoto contra su colonización por grupos privados y la corrupción asociada a la misma pag.94

 HAY UN DENOMINADOR COMUN, NADIE TOCA EL TEMA DE LA PROPIEDAD

 Dejo de lado algunas opiniones que, para mí, nada dicen y trato de comprender y evaluar las que entiendo tienen sustancia, más allá de la menor o mayor coincidencia

Creo que hay un par de temas comunes a varios autores que se prestan a polémica

Uno de ellos es la idea de la necesidad del “estado fuerte”, dando por sentado que el neoliberalismo es propiciatorio de un estado débil

“Vuelve el Estado”, dice Forster en pág. 58

Yo pregunto: ¿Cuándo se fue?

El capitalismo, en su variante neoliberal o en cualquier otra, jamás propició un estado “débil” o “ausente”

La idea, y la práctica, de las clases dominantes es fortalecer el estado en todo lo necesario para impedir que la lucha popular pueda resistir a su política y además maximizar todos aquellos resortes del estado que faciliten potenciar acumulación de riqueza, tal el ejemplo de la “patria contratista”

Por lo tanto, excluye de “su fortaleza” la salud, la educación o las jubilaciones, pero no la represión, la flexibilización laboral o el endeudamiento externo

Al respecto me referí más extensamente en el artículo titulado “Después de la pandemia” publicado en este blog a principios de abril de 2020, a cuyo contenido me remito

 Otro tema es el de la búsqueda de una sociedad más justa por vía de reformas tributarias

Puedo acordar sí que por tal camino se pueden establecer reformas que hagan de esta sociedad algo un tanto “menos injusto” y que, en ocasiones, caso la pandemia, conlleven algún alivio, como puede serlo la propuesta de impuesto extraordinario a la riqueza por única vez

Para algunos ricos, caso el inteligente Bill Gates, o la asustada esposa del presidente Piñera ante las masivas manifestaciones de protesta en Chile (“algunos privilegios tendremos que ceder”, sic), son reformas necesarias para la subsistencia del sistema y la promoción del consenso

Creo que para algunos sectores progresistas es la ilusoria utopía (valga la redundancia) del camino a la justicia

Si el camino principal es el de la reforma tributaria ello implica mantener una estructura económica en la cual, naturalmente, por el propio funcionamiento del sistema, se produce y reproduce permanentemente desigualdad, con un sector minoritario que acumula extraordinarias riquezas, un gran sector de trabajadores que nada pueden acumular y un importantísimo sector que subsisten en la pobreza o la indigencia (estos últimos suman hoy en Argentina más de un 40%, según el INDEC oficial)

La justicia tributaria vendría por la vía de que los que más ganan, después que la ganaron, devuelvan una parte para aliviar la situación de quienes se vieron perjudicados en la distribución, precisamente a causa de lo que habían ganado los primeros

El sistema consistiría en, primero acumular riqueza en sectores limitados, para luego redistribuir una parte, pero sin eliminar el aliciente que mueve a los poderosos a buscar el incremento de la producción

Un círculo supuestamente “virtuoso”, en el cual la ganancia, que es lo que origina la pobreza, se revierta parcialmente disminuyéndola

La propuesta más ridícula que conozco, por suerte no está en la publicación, es la que propone que parte de lo recaudado por el IVA se destine a solventar parte (valga la redundancia) de una renta básica universal, es decir que los pobres primero paguen el IVA para poder consumir, de modo tal que parte de lo que pagan se les entregaría para que puedan seguir consumiendo un poco más

¿No tendría sentido pensar un sistema en el cual en vez de “devolver” excesiva ganancia, ello no sea tan necesario porque el “principal reparto” se produjo antes, como forma de remuneración del trabajo?

Y por supuesto se garantice cobertura social de quienes no pueden trabajar

 Lo que más me llamó la atención de la publicación “El futuro después del COVID-19” es la total ausencia de propuesta de reformas estructurales

Ni siquiera estoy hablando de propuestas revolucionarias

Lo más audaz es lo tributario

Pareciera campear un principio sagrado: la propiedad no se toca

Estoy convencido de que, con el manejo de la economía argentina por parte de grandes capitales, ya sean directamente extranjeros o asociados con argentinos, la pandemia de la pobreza seguirá expandiendo su virus en nuestro país

Mientras la industria esté liderada por los Techint y General Motors, la exportación por los Vicentín y Cargill, la minería por la Barrick Gold, las finanzas por los grandes bancos, la tierra por los Grobocopatel y la Sociedad Rural, la comunicación por Clarín y La Nación, no hay sistema tributario que pueda neutralizar las consecuencias de ese dominio

El manejo de los más importantes resortes de la producción, el comercio exterior e interior y las finanzas, por un pequeño número (en cantidad de propietarios) de grandes capitalistas, condena a nuestro país, nos condena en particular a los trabajadores, a reproducir sistemáticamente nuestras dificultades para una vida digna

“Es la economía, estúpido”, dicen que dijo Clinton en 1992 para ganar las elecciones de la presidencia de EEUU

Sin ánimo de ofender a nadie, tomando solo las tres primeras palabras, parece que es necesario repetir la frase

“El futuro después del COVID-19” aparece como una actitud de resignación, de parte muy importante de nuestra intelectualidad, que consiste en aceptar nuestra sociedad en sus fundamentos, en todo caso con suaves reformas

Pareciera la negación de la frase atribuida a Einstein "Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados".

¿Es posible que los argentinos aceptemos como algo natural, como algo propio de nuestra sociedad, el oprobio de que millones de argentinos deban vivir en villas miseria, o que el 70% de los niños y adolescentes se críen en la pobreza?

¿Es posible que creamos que el origen y la expansión de la pobreza es un fenómeno tan propio de la naturaleza como la existencia de enfermedades?

¿Es posible que creamos que la pobreza es inevitable?

 Es curioso cuán aleccionadora es la vida

La publicación “El futuro después del COVID-19” reunió la opinión de 28 intelectuales, algunos de ellos de los más destacados

A ninguno se le ocurrió la posibilidad de que el “estado fuerte” tuviera que tocar algún punto en que estuviera en juego “la propiedad”

Dos meses después el presidente Alberto Fernández propuso la expropiación de Vicentín

¿Se volvió loco?

La realidad puso crudamente de manifiesto que para intentar remediar el abuso de los poderosos no hay otro remedio que imponerles disciplina, incluyendo no sólo la pérdida de sus privilegios, sino la misma propiedad de sus medios de producción

 Rápidamente aparecieron acciones para impedir esa expropiación

Desde luego la derecha política enarboló furiosamente la bandera para convertirla en una cruzada. La defensa de Vicentín es, ante todo, la defensa de la propiedad privada

Tras esa bandera alinearon también a un sector de la población que de ninguna manera son importantes propietarios, pero si son portadores de la carga ideológica de los grandes propietarios

Caso particular es el de una parte muy importante de la población de Avellaneda, lugar de origen de la empresa, que como en tantos otros casos, es captada en su conciencia por la habitual estrategia empresaria de rodearse de un halo benefactor, incluyendo entre sus gastos donaciones y otras formas de relación que constituyen ayudas a instituciones locales, trocando así la imagen menos visible, la de la explotación por la más impactante la del beneficio social, “a costa de sacrificar parte de sus ganancias”

Quizá la forma más tergiversada de esa relación es también la más difundida, aquella que dice “dan trabajo”, cuando en realidad lo que hacen es comprar trabajo, es consumirlo Quien da trabajo, a cambio de salario, es precisamente el trabajador. El que provee es el trabajador, la que consume es la empresa

Es la genialidad de la ideología dominante, trocar el sentido de la relación. El explotador es el que “da” y el explotado es el que “recibe”. Noción que se vuele más absurda en tanto se reflexione sobre lo ya señalado por Marx, porque en la realidad, durante un mes el obrero le da su trabajo gratuitamente al empresario, el que tiene, legalmente, aún unos días más para saldar ese crédito mediante el pago del salario, y ello sin tener que oblar interés alguno, lo que no hubiera sido así si el crédito lo hubiera facilitado un banco

 Pero el foco de resistencia más importante provino de la propia familia, y no me refiero a la familia Vicentín, sino a la familia política del presidente Fernández

Nada menos que Perotti, el gobernador de Santa Fe, provincia de origen de la empresa, se puso a la cabeza de buscar una “alternativa superadora” a la expropiación, llegando a la barbaridad de sentar a la mesa presidencial a Nardelli, la cabeza más visible del grupo estafador (curiosamente pocos días antes la cabeza más visible de la violación de la cuarentena)

 Surgen entonces las preguntas

¿cómo se explica que intelectuales destacados del arco progresista no mencionen entre las alternativas posibles, la modificación, parcial al menos, de resortes claves del manejo de la economía?

¿cómo se explica que el primer intento del presidente Fernández (que según sus propias palabras nada tiene en contra del capitalismo, que dice abogar por un “capitalismo solidario”), encuentre entre sus filas la principal dificultad para producir una alteración, tan solo en un caso particular, del poderío económico de grandes capitales?

 Va un intento de reflexión

La dictadura militar del 76 logró cortar una etapa de grandes luchas populares

Pero no sólo masacró a miles de militantes revolucionarios y populares

Logró también cortar un ascenso de conciencia y revitalizar ideas reaccionarias

A la vez se produjo también, dentro de los sectores que enfrentaron a la dictadura, el resurgimiento de ideas reformistas, claramente expresadas en la consigna de Alfonsín “con la democracia se come, se cura y se educa”, hoy invocadas por el presidente Fernández

Es decir se produjo un retroceso ideológico con respecto a la etapa anterior

 A partir de la derrota del fascismo en la 2ª guerra mundial, el mundo fue sacudido por enormes cambios, algunos de los cuales podemos señalar como de los más significativos

La burguesía europea se vió obligada a cubrirse de cambios mayores pactando con la dirigencia de los trabajadores y con fuerzas políticas “de izquierda”, lo que se denominó “el estado de bienestar”

Casi un tercio de la humanidad, a través de la Unión Soviética y la República Popular China proclamó la socialización de los medios de producción como alternativa al capitalismo

Nuevas naciones lograron su independencia en Asia y África derrotando a las principales potencias colonialistas

Hubo un vigoroso avance antimperialista en América Latina cuya más alta expresión fue la Revolución Cubana

El triunfo de la guerra de liberación de Vietnam fue un símbolo para todo el mundo

 En ese nuevo mundo de posguerra hubo importantes cuestionamientos que se expresaron en el terreno de las ideas

Desde ya uno de los principales cuestionamientos fue la condena de la guerra como método de dirimir conflictos entre las potencias

Otro fue el cuestionamiento del colonialismo, que era ejercido por países supuestamente “democráticos y amantes de la libertad” (por ejemplo Francia)

Y, entre los temas cuestionados, fue singularmente importante el de la propiedad privada

 Y aquí cabe una digresión

El tema no es la propiedad privada en general sino la propiedad privada de los medios de producción

Cuando Marx preconizaba abolir la propiedad privada de los medios de producción no se refería a la propiedad de los bienes de uso, como por ejemplo sus zapatos, sino a aquellos que constituyen capital

Tratando, quizá en un exceso de imprudencia, de parafrasear a Marx con un ejemplo moderno, podemos decir que un camión no es en sí mismo un capital, del mismo modo que quien lo conduce no es en sí mismo un obrero

El camión es una herramienta de trabajo, pero cuando el propietario del camión contrata un conductor asalariado para obtener ganancia (apropiándose de plusvalía), convierte al camión en capital y a su conductor en un obrero

Más ilustrativo aún sería pensar en el propietario de una flota de camiones

El principio esencial del capitalismo es la propiedad privada de los medios de producción, es decir de aquellos medios, tierra, fábricas, bancos, etc., que mediante el trabajo asalariado aplicado a la producción de bienes y servicios, permiten obtener plusvalía y acumular riqueza

La propiedad de los medios de producción es, en definitiva, lo que gobierna el proceso económico. Es la economía, diría Clinton

 No estamos hablando de una cuestión moral

Estamos hablando de política

 Retomando el hilo, en la posguerra también fue propuesta una variante distinta a la de la propiedad social de los medios de producción

Fue la propuesta de una reforma al capitalismo, que sin renegar de la propiedad privada de los medios de producción impusiera cierto control de sus consecuencias

Fue la pretensión de atribuir una función social a la propiedad de los medios de producción, o, dicho de otro modo, relativizar la obtención de ganancia y consecuente acumulación de riqueza, compatibilizándola con un beneficio extendido al conjunto de la población

Es, precisamente, lo que en Europa se denominó “estado de bienestar”

Su expresión en Argentina fue lo que se denominó precisamente “función social de la propiedad” y quedó claramente expresada en la Constitución de 1949 sancionada durante el gobierno peronista

 

Capítulo IV

La función social de la propiedad, el capital y la actividad económica

Art. 38 – La propiedad privada tiene una función social y, en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común. Incumbe al Estado fiscalizar la distribución y la utilización del campo o intervenir con el objeto de desarrollar e incrementar su rendimiento en interés de la comunidad, y procurar a cada labriego o familia labriega la posibilidad de convertirse en propietario de la tierra que cultiva. La expropiación por causa de utilidad pública o interés general debe ser calificada por ley y previamente indemnizada…………

Art. 40 – La organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social. El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los

derechos fundamentales asegurados en esta Constitución. Salvo la importación y exportación, que estarán a cargo del Estado, de acuerdo con las limitaciones y el régimen que se determine por ley, toda actividad económica se organizará conforme a la libre iniciativa privada, siempre que no tenga por fin ostensible o encubierto dominar los mercados nacionales, eliminar la competencia o aumentar usurariamente los beneficios.

Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su producto que se convendrá con las provincias.

Los servicios públicos pertenecen originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrán ser enajenados o concedidos para su explotación. Los que se hallaran en poder de particulares serán transferidos al Estado, mediante compra o expropiación con indemnización previa, cuando una ley nacional lo determine.

 

No viene mal señalar, de paso, un concepto expresado en parte del Capítulo III

Art. 37 – Declárense los siguientes derechos especiales:

I. Del trabajador

2. Derecho a una retribución justa – Siendo la riqueza, la renta y el interés del capital frutos exclusivos del trabajo humano

(los subrayados son míos)

 

Para dar una idea un tanto más acertada, convendría recordar que algunas de estas ideas eran parcialmente compartidas por el otro de los grandes partidos de la época, el radical, con palabras que hoy sonarían irreconocibles en boca de los principales socios de Macri en Juntos por el Cambio

En 1955, antes del golpe de estado que derrocó a Perón, en boca de Frondizi, a la sazón representante nacional del radicalismo, se escucharon estas palabras

 A lo largo de nuestra historia, los privilegios económicos representados por el latifundio, el monopolio y la penetración imperialista han actuado como factores paralizantes. Junto a ellos ha ido desarrollándose una burocratización excesiva que gravita sobre las actividades privadas, cuya libre iniciativa es comprimida en toda suerte de restricciones y de complicadas discriminaciones administrativas. El desarrollo nacional exige bases económicas renovadas que alcanzarán, en buena parte, la extirpación de privilegios, de monopolios, y por la sanción de una profunda reforma agraria.

Asimismo es indispensable promover una industria diversificada que abarque todos los aspectos del consumo nacional, desde la industrial liviana hasta la industria pesada. Esta industrialización debe sustentarse en un indispensable desarrollo de la economía agropecuaria. La estructuración económica debe basarse en las formas democráticas de control popular, que excluyan los peligros de la burocratización, aseguren la eficiencia de las actividades económicas realizadas y resguarden todas las fuerzas positivas de la economía nacional dentro del ámbito de su capacidad creadora

Aún sin tocar el tema de la propiedad (o reduciéndolo al tema agrario), habla de los monopolios y del imperialismo

 

Siguiendo con el tema de la propiedad, ahora ubicando expresiones fundamentales del movimiento obrero

En 1957, reunido en Córdoba el plenario nacional de regionales de la CGT, formula lo que es conocido como el Programa de La Falda, del cual extraemos sólo algunos puntos

. Control estatal del comercio exterior sobre las bases de la formación de un monopolio estatal Liquidación de los monopolios extranjeros de importación y exportación

. Política energética nacional: para ello se hace indispensable la nacionalización de las fuentes naturales de energía y su explotación en función de las necesidades del desarrollo del País Nacionalización de los servicios públicos, adecuando su explotación, no con un carácter lucrativo, sino dirigido a orientar y consolidar la política de independencia económica en su aspecto integral

. Programa agrario, sintetizado en mecanización del agro; tendencia de la industria nacional, expropiación del latifundio y extensión del cooperativismo agrario, en procura de que la tierra sea de quien la trabaja.

. Control obrero de la producción y distribución de la riqueza nacional, mediante la participación efectiva de los trabajadores

 Y en 1962, en un Plenario Nacional de las 62 Organizaciones realizado en Huerta Grande, Córdoba, proclaman los siguientes diez puntos

1.Nacionalizar todos los bancos y establecer un sistema bancario estatal y centralizado.

2.Implantar el control estatal sobre el comercio exterior

3.Nacionalizar los sectores claves de la economía: siderurgia, electricidad, petróleo y frigoríficas.

4.Prohibir toda exportación directa o indirecta de capitales.

5.Desconocer los compromisos financieros del país, firmados a espaldas del pueblo.

6.Prohibir toda importación competitiva con nuestra producción.

7.Expropiar a la oligarquía terrateniente sin ningún tipo de compensación.

8.Implantar el control obrero sobre la producción.

9.Abolir el secreto comercial y fiscalizar rigurosamente las sociedades comerciales.

10.Planificar el esfuerzo productivo en función de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, fijando líneas de prioridades y estableciendo topes mínimos y máximos de producción.

 Para completar la tríada de programas del movimiento obrero de esa época es imprescindible mencionar la declaración-programa de la CGT de los Argentinos del 1º de mayo de 1968, de la cual extractamos apenas breves párrafos:

Agraviados en nuestra dignidad, heridos en nuestros derechos, despojados de nuestras conquistas, venimos a alzar en el punto donde otros las dejaron, viejas banderas de la lucha.

La historia del movimiento obrero, nuestra situación concreta como clase y la situación del país nos llevan a cuestionar el fundamento mismo de esta sociedad: la compraventa del trabajo y la propiedad privada de los medios de producción.

La estructura capitalista del país, fundada en la absoluta propiedad privada de los medios de producción, no satisface sino que frustra las necesidades colectivas, no promueve sino que traba el desarrollo individual. De ella no puede nacer una sociedad justa ni cristiana.

Para ello retomamos pronunciamientos ya históricos de la clase obrera argentina, a saber:

•La propiedad sólo debe existir en función social.

•Los trabajadores, auténticos creadores del patrimonio nacional, tenemos derecho a intervenir no sólo en la producción, sino en la administración de las empresas y la distribución de los bienes.

•Los sectores básicos de la economía pertenecen a la Nación. El comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos deben ser nacionalizados.

•Los compromisos financieros firmados a espaldas del pueblo no pueden ser reconocidos.

•Los monopolios que arruinan nuestra industria y que durante largos años nos han estado despojando, deben ser expulsados sin compensación de ninguna especie.

•Solo una profunda reforma agraria, con las expropiaciones que ella requiera, puede efectivizar el postulado de que la tierra es de quien la trabaja.

 ¿Qué pasó entonces, que una simple propuesta de expropiar, de privar de su propiedad a un grupo empresario deudor-estafador, produjera no sólo el rechazo de la derecha, sino también de un sector de la población e incluso dividiera aguas en las fuerzas que llevaron al gobierno a Alberto Fernández?

Para ubicarnos tengamos en cuenta que, desde el punto de vista legal, la propuesta de Alberto Fernández se basa en un concepto ya establecido incluso en el texto de la Constitución de 1853, 167 años atrás, la que dice:

Artículo 17.- La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Confederación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada.

Texto que es reproducido en la Constitución vigente sancionada en 1994

 Cuando se trata de la propiedad privada es necesario distinguir entre la propiedad de medios de producción y la propiedad de bienes de uso o de riqueza expresada en bienes (dinero, cereales, mansiones, autos, o lo que fuera)

Cuando dice Lozano (director del Banco de la Nación y promotor de la expropiación de Vicentín), refiriéndose a “la defensa de la propiedad privada” ¿no hay que defender la propiedad privada de los productores estafados por Vicentín? ¿sólo la de Vicentín es propiedad privada?

La diferencia es esencial. LA DE VICENTÍN ES PROPIEDAD PRIVADA DE MEDIOS DE PRODUCCIÓN. ES LA PROPIEDAD DE CAPITAL, ES LA QUE PERMITE ACUMULAR MÁS RIQUEZA Y MANEJAR LA ECONOMÍA

La otra son bienes, más o menos importantes, pero no capital

Las clases dominantes distinguen claramente entre una y otra cosa

Una cosa es que el Estado expropie ciertos medios de producción y los convierta, al menos legalmente, en públicos, y otra cosa es que Vicentín se apropie de bienes ajenos

En el primer caso se trata de un ataque a la propiedad privada, en el otro de una transferencia de bienes, ya sea honesta o deshonesta

Los que ponen el grito en la defensa de la propiedad privada no la consideran vulnerada cuando un deudor hipotecario pierde su vivienda a manos del banco prestatario

No lo hicieron cuando el Banco Nación remataba campos de chacareros en la época del 2000

 Pero no sólo se trata de eso

La cuestión es más profunda

Hay un retroceso ideológico a partir, para poner una señal temporal, de la década del 80 del siglo pasado, lo que forma parte de un proceso mundial

 A más de 30 años de la finalización de la 2ª guerra podemos señalar algunos rasgos característicos de la situación

-pleno auge de la revolución científico técnica, quizá su expresión más llamativa era la conquista del espacio

-extraordinario crecimiento de la productividad del trabajo, según algunas estadísticas en ese período, en EEUU, la productividad se duplicó, la hora-hombre producía el doble; en 4 horas los que antes en 8

-se produjo una extraordinaria concentración del capital

-se evidenció con mayor claridad la falsedad de otro de los mitos del capitalismo, el que dice que es la sociedad de consumo, cuando en realidad lo es de acumulación centralizada de la riqueza en pocas manos; a pesar de la mayor productividad y producción que nunca antes, el hambre aprisionaba a centenares de millones de personas en el mundo y se llegaba a un límite en la capacidad de consumo de los trabajadores, cosa que el capital necesita para poder realizarse

-entonces se expandió de manera espectacular una forma de consumo, la del consumo a crédito y el endeudamiento de los consumidores y el estado, que hoy llega a límites fabulosos

-el capital buscó reducir costos trasladando parte de la producción a países con mano de obra más barata, globalización digamos

-el capital financiero, es decir la despersonalización del capital, pasó a ser la forma principal y a la vez se enseñoreó en la cultura el cuento de que el capital, por sí mismo, mágicamente, produce renta

 Esa globalización se impuso mediante un acuerdo de las grandes potencias llamado “Consenso de Washington”, lo que fue caracterizado por muchos como neoliberalismo, seguramente por el énfasis que ponía en el papel del mercado

Sin embargo, me parece que esa caracterización, en la práctica y al margen de intencionalidades, ha obrado y está obrando como lo que es, la máscara actual de las formas modernas y principales del capitalismo

Creo que el término neoliberalismo enuncia uno de sus rasgos para ocultar su esencia, capitalismo puro y simple, nada más que en el grado de desarrollo propio de la época

Lo que, de paso sea dicho, le sirve a muchos líderes burgueses, q ue son defensores del capitalismo como sistema, para posar de progresismo, diciendo que están contra el neoliberalismo, más allá de la mayor o menor honestidad que en cada caso pueda caberles

En la práctica el planteo del neoliberalismo como el enemigo ha dado pie al reverdecimiento del reformismo burgués

Quizá el ejemplo más categórico es la propuesta de reformas tributarias, pero sin tocar la propiedad, como lo propician Josef Stiglitz o el mismísimo Bill Gates

Quizá en vez de Neoliberalismo habría que llamarlo Recapitalismo

 Claro que no se trata tan sólo del Consenso de Washington

En el mismo sentido operó la reconversión de la URSS y China

Desaparecía el socialismo como alternativa política práctica, simbolizado triunfalmente en la caída del muro de Berlín en 1989

Para gran parte de los sectores anticapitalistas revolucionarios constituyó un Terremoto, dejando tras de sí una polvareda que impidedía orientarse y cuyas partículas aún flotan en el ambiente

La década del 80 revierte gran parte de la cultura política humana y pretende instalar la idea del Capitalismo como el estado natural de la sociedad humana; el fin de la historia según la pretensión de Fukuyama

 La dictadura argentina del 76 es a la vez parte y consecuencia de tales cambios

Responde a necesidades de las clases dominantes argentinas, pero se inserta naturalmente en esa recomposición de fuerzas mundial y contribuye a la misma

Aporta significativamente a la concentración del capital en nuestro país, a la configuración de una coordinación supranacional contrarrevolucionaria en América Latina y elimina físicamente 30.000 militantes populares, incluyendo entre ellos muchísimos de los mejores cuadros revolucionarios

 Esa ofensiva mundial y nacional, las derrotas sufridas, el debilitamiento material y moral de las fuerzas revolucionarias, fueron campo propicio para el reverdecimiento del reformismo burgués expresado claramente en la ya citada consigna de Alfonsín: “con la democracia se come, se educa y se cura”

Y ello dicho sin perjuicio de valorar en el más alto nivel la importancia de las luchas democráticas del período, y la unidad lograda en tal sentido, cuya más alta expresión fueron LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO, las “locas” de la plaza, y cuyas consecuencias, el juicio a los genocidas, con particular ímpetu durante el gobierno de Néstor Kirchner, se constituyó en ejemplo mundial

 Las consignas, los programas, como los señalados más arriba, que otrora habían enarbolado el peronismo de la Constitución del 49 o el radicalismo frondizista, que luego habían sido sustentados por el movimiento obrero en los programas de La Falda, Huerta Grande y la CGT de los Argentinos, fueron abandonados

 La propiedad privada recobró su condición de sacrosanta

El artículo 2513 del Código Civil redactado por Vélez Sarsfield y aprobado en 1869 comenzaba diciendo:

ES INHERENTE A LA PROPIEDAD EL DERECHO DE POSEER LA COSA, DE DISPONER O DE SERVIRSE DE ELLA, DE USARLA Y GOZARLA SEGÚN LA VOLUNTAD DEL PROPIETARIO. ÉL PUEDE DESNATURALIZARLA, DEGRADARLA O DESTRUIRLA (el subrayado es mío)                                  

Para que quede claro, ese artículo se refiere no sólo a los bienes muebles sino en general a la propiedad, incluye, por ejemplo, la propiedad de la tierra

Derecho a DESTRUIRLA, hasta tal punto era considerado ABSOLUTO el derecho de propiedad

Ese artículo fue reformado recién en 1968 con el siguiente texto

Es inherente a la propiedad el derecho de poseer la cosa, disponer o servirse de ella, usarla y gozarla conforme a un ejercicio regular.

En el caso Vicentín pareciera que Perotti no se enteró de la reforma de 1968 y se inspiró en el Código de 1869

 Volviendo al principio, ”El futuro después del COVID-19”, surgen algunas reflexiones

La primera es que hay garantizar la vacunación masiva para que haya un futuro medianamente deseable

 La segunda es que apenas asomó un viso de “normalidad” de las actividades, los dueños de los grandes medios de producción se lanzaron a una ofensiva furiosa de crecimiento de precios, en el afán de recuperar la ganancia que una parte de ellos no pudo realizar durante 2020 y también, ¡es su naturaleza!, incrementarla, al punto tal que, antes de hacer efectivo el pago del impuesto a la riqueza, ya recaudaron más de lo que tienen que pagar

 La otra es que son necesarias reformas estructurales profundas en dos sentidos

Por un lado, es necesario tocar, al menos en parte, el dominio de los grandes capitales sobre la industria, el comercio exterior y las finanzas. Sin ello no es posible un mejoramiento significativo en la distribución de la riqueza

Por el otro es necesario potenciar la movilización de las fuerzas populares, en parte muy contenidas por las necesarias medidas sanitarias, y promover formas efectivas de control popular en la producción y distribución de la riqueza

 Si las fuerzas populares logran desarrollar una amplia resistencia a la ofensiva antes señalada pero el gobierno persiste en su utopía de “capitalismo solidario”, se abrirá entre ambos una brecha que plantea nuevos interrogantes sobre ”El futuro después del COVID-19”

Termino repitiendo la última parte de la cita de Alemán insertada al principio

habrá que pensar a los que nos interesa un proyecto emancipatorio, como se hace para que esta vez no sean los pobres los que paguen los costos de esta pandemia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

9 comentarios:

  1. Hola Aldo! Acabamos de leerlo, gratamente sorprendidos.
    Acordamos , dolorosamente por cierto, con tantas reflexiones. La síntesis final, las dos reformas estructurales, nos parecen fundamentales.
    Y nos sorprendió gratamente toda la fundamentación sobre bases jurídicas y sociales. Excelente.
    Alberto quiere releerlo más detenidamente, quizás luego añade algo.

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  2. Aldo estoy totalmente de acuerdo.Silvio

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  3. Muy buen resumen y análisis, Aldo, como siempre: Gracias!

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  4. Hola Aldo, soy Marisa Armida. Muy bueno tu análisis, especialmente el referido a la propiedad privada. En líneas generales estoy de acuerdo con lo que planteás aunque desde mi humilde punto de vista creo que es necesario un contexto internacional favorable, cosa que no veo que se esté desarrollando, por lo menos con la contundencia que hace falta en una coyuntura como esta. Saludos!

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    1. Marisa, muchas gracias por tu comentario
      Por supuesto que un contexto internacional favorable facilita pero yo no lo pondría como una condición imprescindible. El contexto internacional también se construye y se pude aportar a hacerlo, además la información de Bolivia, de Ecuador, posiblemente de Chile y de Brasil parecen pintar un cambio de panorama
      Saludos

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  5. Y destruirla si es necesario. Eso están haciendo quienes dicen ser los propietarios de la tierra. Y no van a parar.

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