En mayo-junio de 2020, con el logo “Argentina unida” y el sello de “Jefatura de Gabinete de Ministros – Argentina”, apareció una publicación presentada por el Dr. Alejandro Grimson, Titular de Argentina Futura
La
publicación se titulaba: “El futuro
después del COVID-19”
En la
misma participaron muchos destacados intelectuales (algunos/as no tanto)
Alarcón
Alemán Barrancos Borón Cabezón Cámara Canelo Carreiras Casullo Fidanza Follari
Forster Giunta González López Maffía Malamud Mignolo Moreno Palermo Rebón Sarlo
Segato Svampa Sztulwark Tokatlian Valdettaro Viale Waisbord
No
figura fecha de publicación, pero de los textos surge que es del mes de abril
de 2020
Confieso
que la leí atentamente con la esperanza de encontrar respuestas o propuestas
importantes
Por mi parte no creo que exista una instancia que orientara en forma deliberada al capitalismo hacia la pandemia, pero sí creo que la pandemia luego, a posteriori, va a ser reutilizada y reimplementada por los grandes bloques de poder para que la paguen, los que siempre pagan el pato, y ahí si pienso que evidentemente continua esta guerra, esta tercera guerra mundial por partes. Que no es otra guerra que la de los ricos contra los pobres, es una guerra de los propietarios, contra el mundo de los pobres, pero también es una guerra entre propietarios. Y estoy seguro de que va a ser muy difícil, y habrá que pensar a los que nos interesa un proyecto emancipatorio, como se hace para que esta vez no sean los pobres los que paguen los costos de esta pandemia pag. 206
Mucho se habla en estos días del regreso del Estado o
del fin de la globalización neoliberal. Como la crisis financiera de 2008 nos
muestra, no hay salidas mecánicas. En nuestro país hay mejores condiciones que
en el pasado para una recreación de la capacidad estatal, porque hay un
gobierno en sintonía con ella y porque hay un contexto que lo facilita. Pero
encontramos una sociedad civil desmovilizada y enfrentamos tendencias a la
mayor desigualdad. Potenciar la movilización de las clases populares, con base
en su rica historia, durante la salida de la emergencia es clave para esta
recreación y para el contenido de la misma. Por una parte, porque hay que
avanzar en nuevas formas de estatalidad que amplíen el espacio de lo público.
Que al mismo tiempo que desmercantilice relaciones sociales y garantice
derechos, contenga formas de participación social en su seno. El regreso del
Estado no debiera ser la vuelta al pasado. La participación social es el mejor
antídoto contra su colonización por grupos privados y la corrupción asociada a
la misma pag.94
Creo
que hay un par de temas comunes a varios autores que se prestan a polémica
Uno
de ellos es la idea de la necesidad del “estado fuerte”, dando por sentado que
el neoliberalismo es propiciatorio de un estado débil
“Vuelve
el Estado”, dice Forster en pág. 58
Yo
pregunto: ¿Cuándo se fue?
El
capitalismo, en su variante neoliberal o en cualquier otra, jamás propició un
estado “débil” o “ausente”
La idea, y la práctica, de las clases dominantes es fortalecer el estado
en todo lo necesario para impedir que la lucha popular pueda resistir a su
política y además maximizar todos aquellos resortes del estado que faciliten
potenciar acumulación de riqueza, tal el ejemplo de la “patria contratista”
Por lo tanto, excluye de “su fortaleza” la salud, la educación o las
jubilaciones, pero no la represión, la flexibilización laboral o el
endeudamiento externo
Al respecto me referí más extensamente en el artículo titulado “Después
de la pandemia” publicado en este blog a principios de abril de 2020, a cuyo
contenido me remito
Puedo acordar sí que por tal camino se pueden establecer reformas que
hagan de esta sociedad algo un tanto “menos injusto” y que, en ocasiones, caso
la pandemia, conlleven algún alivio, como puede serlo la propuesta de impuesto
extraordinario a la riqueza por única vez
Para algunos ricos, caso el inteligente Bill Gates, o la asustada esposa
del presidente Piñera ante las masivas manifestaciones de protesta en Chile (“algunos
privilegios tendremos que ceder”, sic), son reformas necesarias para la
subsistencia del sistema y la promoción del consenso
Creo que para algunos sectores progresistas es la ilusoria utopía (valga
la redundancia) del camino a la justicia
Si el camino principal es el de la reforma tributaria ello implica
mantener una estructura económica en la cual, naturalmente, por el propio
funcionamiento del sistema, se produce y reproduce permanentemente desigualdad,
con un sector minoritario que acumula extraordinarias riquezas, un gran sector
de trabajadores que nada pueden acumular y un importantísimo sector que
subsisten en la pobreza o la indigencia (estos últimos suman hoy en Argentina
más de un 40%, según el INDEC oficial)
La justicia tributaria vendría por la vía de que los que más ganan,
después que la ganaron, devuelvan una parte para aliviar la situación de
quienes se vieron perjudicados en la distribución, precisamente a causa de lo
que habían ganado los primeros
El sistema consistiría en, primero acumular riqueza en sectores
limitados, para luego redistribuir una parte, pero sin eliminar el aliciente
que mueve a los poderosos a buscar el incremento de la producción
Un círculo supuestamente “virtuoso”, en el cual la ganancia, que es lo
que origina la pobreza, se revierta parcialmente disminuyéndola
La propuesta más ridícula que conozco, por suerte no está en la
publicación, es la que propone que parte de lo recaudado por el IVA se destine
a solventar parte (valga la redundancia) de una renta básica universal, es
decir que los pobres primero paguen el IVA para poder consumir, de modo tal que
parte de lo que pagan se les entregaría para que puedan seguir consumiendo un
poco más
¿No tendría sentido pensar un sistema en el cual en vez de “devolver”
excesiva ganancia, ello no sea tan necesario porque el “principal reparto” se
produjo antes, como forma de remuneración del trabajo?
Y por supuesto se garantice cobertura social de quienes no pueden
trabajar
Ni siquiera estoy hablando de propuestas revolucionarias
Lo más audaz es lo tributario
Pareciera campear un principio sagrado: la propiedad no se toca
Estoy convencido de que, con el manejo de la economía argentina por
parte de grandes capitales, ya sean directamente extranjeros o asociados con
argentinos, la pandemia de la pobreza seguirá expandiendo su virus en nuestro
país
Mientras la industria esté liderada por los Techint y General Motors, la
exportación por los Vicentín y Cargill, la minería por la Barrick Gold, las
finanzas por los grandes bancos, la tierra por los Grobocopatel y la Sociedad
Rural, la comunicación por Clarín y La Nación, no hay sistema tributario que
pueda neutralizar las consecuencias de ese dominio
El manejo de los más importantes resortes de la producción, el comercio
exterior e interior y las finanzas, por un pequeño número (en cantidad de
propietarios) de grandes capitalistas, condena a nuestro país, nos condena en
particular a los trabajadores, a reproducir sistemáticamente nuestras
dificultades para una vida digna
“Es la economía, estúpido”, dicen que dijo Clinton en 1992 para ganar
las elecciones de la presidencia de EEUU
Sin ánimo de ofender a nadie, tomando solo las tres primeras palabras,
parece que es necesario repetir la frase
“El futuro después del COVID-19” aparece como una actitud de resignación,
de parte muy importante de nuestra intelectualidad, que consiste en aceptar
nuestra sociedad en sus fundamentos, en todo caso con suaves reformas
Pareciera la negación de la frase atribuida a Einstein "Locura es hacer la misma cosa una
y otra vez esperando obtener diferentes resultados".
¿Es posible que los argentinos aceptemos como algo natural, como algo
propio de nuestra sociedad, el oprobio de que millones de argentinos deban
vivir en villas miseria, o que el 70% de los niños y adolescentes se críen en
la pobreza?
¿Es posible que creamos que el origen y la expansión de la pobreza es un
fenómeno tan propio de la naturaleza como la existencia de enfermedades?
¿Es posible que creamos que la pobreza es inevitable?
La publicación “El futuro después del COVID-19” reunió la opinión de 28
intelectuales, algunos de ellos de los más destacados
A ninguno se le ocurrió la posibilidad de que el “estado fuerte” tuviera
que tocar algún punto en que estuviera en juego “la propiedad”
Dos meses después el presidente Alberto Fernández propuso la
expropiación de Vicentín
¿Se volvió loco?
La realidad puso crudamente de manifiesto que para intentar remediar el
abuso de los poderosos no hay otro remedio que imponerles disciplina,
incluyendo no sólo la pérdida de sus privilegios, sino la misma propiedad de
sus medios de producción
Desde luego la derecha política enarboló furiosamente la bandera para
convertirla en una cruzada. La defensa de Vicentín es, ante todo, la defensa de
la propiedad privada
Tras esa bandera alinearon también a un sector de la población que de
ninguna manera son importantes propietarios, pero si son portadores de la carga
ideológica de los grandes propietarios
Caso particular es el de una parte muy importante de la población de
Avellaneda, lugar de origen de la empresa, que como en tantos otros casos, es
captada en su conciencia por la habitual estrategia empresaria de rodearse de
un halo benefactor, incluyendo entre sus gastos donaciones y otras formas de
relación que constituyen ayudas a instituciones locales, trocando así la imagen
menos visible, la de la explotación por la más impactante la del beneficio
social, “a costa de sacrificar parte de sus ganancias”
Quizá la forma más tergiversada de esa relación es también la más
difundida, aquella que dice “dan trabajo”, cuando en realidad lo que hacen es
comprar trabajo, es consumirlo Quien da trabajo, a cambio de salario, es
precisamente el trabajador. El que provee es el trabajador, la que consume es
la empresa
Es la genialidad de la ideología dominante, trocar el sentido de la
relación. El explotador es el que “da” y el explotado es el que “recibe”.
Noción que se vuele más absurda en tanto se reflexione sobre lo ya señalado por
Marx, porque en la realidad, durante un mes el obrero le da su trabajo
gratuitamente al empresario, el que tiene, legalmente, aún unos días más para
saldar ese crédito mediante el pago del salario, y ello sin tener que oblar interés
alguno, lo que no hubiera sido así si el crédito lo hubiera facilitado un banco
Nada menos que Perotti, el gobernador de Santa Fe, provincia de origen
de la empresa, se puso a la cabeza de buscar una “alternativa superadora” a la
expropiación, llegando a la barbaridad de sentar a la mesa presidencial a
Nardelli, la cabeza más visible del grupo estafador (curiosamente pocos días
antes la cabeza más visible de la violación de la cuarentena)
¿cómo se explica que intelectuales destacados del arco progresista no
mencionen entre las alternativas posibles, la modificación, parcial al menos,
de resortes claves del manejo de la economía?
¿cómo se explica que el primer intento del presidente Fernández (que
según sus propias palabras nada tiene en contra del capitalismo, que dice
abogar por un “capitalismo solidario”), encuentre entre sus filas la principal
dificultad para producir una alteración, tan solo en un caso particular, del
poderío económico de grandes capitales?
La dictadura militar del 76 logró cortar una etapa de grandes luchas
populares
Pero no sólo masacró a miles de militantes revolucionarios y populares
Logró también cortar un ascenso de conciencia y revitalizar ideas
reaccionarias
A la vez se produjo también, dentro de los sectores que enfrentaron a la
dictadura, el resurgimiento de ideas reformistas, claramente expresadas en la
consigna de Alfonsín “con la democracia se come, se cura y se educa”, hoy
invocadas por el presidente Fernández
Es decir se produjo un retroceso ideológico con respecto a la etapa
anterior
La burguesía europea se vió obligada a cubrirse de cambios mayores pactando
con la dirigencia de los trabajadores y con fuerzas políticas “de izquierda”, lo
que se denominó “el estado de bienestar”
Casi un tercio de la humanidad, a través de la Unión Soviética y la
República Popular China proclamó la socialización de los medios de producción
como alternativa al capitalismo
Nuevas naciones lograron su independencia en Asia y África derrotando a
las principales potencias colonialistas
Hubo un vigoroso avance antimperialista en América Latina cuya más alta
expresión fue la Revolución Cubana
El triunfo de la guerra de liberación de Vietnam fue un símbolo para
todo el mundo
Desde ya uno de los principales cuestionamientos fue la condena de la
guerra como método de dirimir conflictos entre las potencias
Otro fue el cuestionamiento del colonialismo, que era ejercido por
países supuestamente “democráticos y amantes de la libertad” (por ejemplo
Francia)
Y, entre los temas cuestionados, fue singularmente importante el de la
propiedad privada
El tema no es la propiedad privada en general sino la propiedad privada
de los medios de producción
Cuando Marx preconizaba abolir la propiedad privada de los medios de
producción no se refería a la propiedad de los bienes de uso, como por ejemplo
sus zapatos, sino a aquellos que constituyen capital
Tratando, quizá en un exceso de imprudencia, de parafrasear a Marx con
un ejemplo moderno, podemos decir que un camión no es en sí mismo un capital,
del mismo modo que quien lo conduce no es en sí mismo un obrero
El camión es una herramienta de trabajo, pero cuando el propietario del
camión contrata un conductor asalariado para obtener ganancia (apropiándose de
plusvalía), convierte al camión en capital y a su conductor en un obrero
Más ilustrativo aún sería pensar en el propietario de una flota de
camiones
El principio esencial del capitalismo es la propiedad privada de los
medios de producción, es decir de aquellos medios, tierra, fábricas, bancos,
etc., que mediante el trabajo asalariado aplicado a la producción de bienes y
servicios, permiten obtener plusvalía y acumular riqueza
La propiedad de los medios de producción es, en definitiva, lo que
gobierna el proceso económico. Es la economía, diría Clinton
Estamos hablando de política
Fue la propuesta de una reforma al capitalismo, que sin renegar de la
propiedad privada de los medios de producción impusiera cierto control de sus
consecuencias
Fue la pretensión de atribuir una función social a la propiedad de los
medios de producción, o, dicho de otro modo, relativizar la obtención de
ganancia y consecuente acumulación de riqueza, compatibilizándola con un
beneficio extendido al conjunto de la población
Es, precisamente, lo que en Europa se denominó “estado de bienestar”
Su expresión en Argentina fue lo que se denominó precisamente “función
social de la propiedad” y quedó claramente expresada en la Constitución de 1949
sancionada durante el gobierno peronista
Capítulo IV
La función social de la propiedad, el capital y
la actividad económica
Art. 38 – La propiedad privada tiene una
función social y, en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que
establezca la ley con fines de bien común. Incumbe al Estado fiscalizar la
distribución y la utilización del campo o intervenir con el objeto de
desarrollar e incrementar su rendimiento en interés de la comunidad, y procurar
a cada labriego o familia labriega la posibilidad de convertirse en propietario
de la tierra que cultiva. La expropiación por causa de utilidad pública o
interés general debe ser calificada por ley y previamente indemnizada…………
Art. 40 – La organización de la
riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un
orden económico conforme a los principios de la justicia social. El Estado,
mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada
actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites
fijados por los
derechos fundamentales asegurados en esta
Constitución. Salvo la importación y exportación, que estarán a cargo del
Estado, de acuerdo con las limitaciones y el régimen que se determine por
ley, toda actividad económica se organizará conforme a la libre iniciativa
privada, siempre que no tenga por fin ostensible o encubierto dominar los
mercados nacionales, eliminar la competencia o aumentar usurariamente los
beneficios.
Los minerales, las caídas de agua, los
yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de
energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e
inalienables de la Nación, con la
correspondiente participación en su producto que se convendrá con las
provincias.
Los servicios públicos pertenecen
originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrán ser enajenados o
concedidos para su explotación. Los que se hallaran en poder de particulares
serán transferidos al Estado, mediante
compra o expropiación con indemnización previa, cuando una ley nacional lo
determine.
No viene mal señalar, de paso, un concepto expresado
en parte del Capítulo III
Art. 37 –
Declárense los siguientes derechos especiales:
I. Del
trabajador
2. Derecho a
una retribución justa – Siendo la riqueza, la renta y el interés del capital
frutos exclusivos del trabajo humano
(los subrayados son míos)
Para dar una idea un tanto más acertada, convendría
recordar que algunas de estas ideas eran parcialmente compartidas por el otro
de los grandes partidos de la época, el radical, con palabras que hoy sonarían
irreconocibles en boca de los principales socios de Macri en Juntos por el
Cambio
En 1955, antes del golpe de estado que derrocó a
Perón, en boca de Frondizi, a la sazón representante nacional del radicalismo,
se escucharon estas palabras
Asimismo
es indispensable promover una industria diversificada que abarque todos los
aspectos del consumo nacional, desde la industrial liviana hasta la
industria pesada. Esta industrialización debe sustentarse en un
indispensable desarrollo de la economía agropecuaria. La estructuración
económica debe basarse en las formas democráticas de control popular, que
excluyan los peligros de la burocratización, aseguren la eficiencia de las
actividades económicas realizadas y resguarden todas las fuerzas positivas de
la economía nacional dentro del ámbito de su capacidad creadora
Aún sin
tocar el tema de la propiedad (o reduciéndolo al tema agrario), habla de los
monopolios y del imperialismo
Siguiendo con el tema de la propiedad, ahora ubicando expresiones
fundamentales del movimiento obrero
En 1957, reunido en Córdoba el plenario nacional de regionales de la
CGT, formula lo que es conocido como el Programa de La Falda, del cual extraemos
sólo algunos puntos
. Control estatal del comercio exterior sobre las
bases de la formación de un monopolio estatal Liquidación de los monopolios
extranjeros de importación y exportación
. Política energética nacional: para ello se hace indispensable
la nacionalización de las fuentes naturales de energía y su explotación en
función de las necesidades del desarrollo del País Nacionalización de los
servicios públicos, adecuando su explotación, no con un carácter lucrativo,
sino dirigido a orientar y consolidar la política de independencia económica en
su aspecto integral
. Programa agrario, sintetizado en mecanización del
agro; tendencia de la industria nacional, expropiación del latifundio y
extensión del cooperativismo agrario, en procura de que la tierra sea de quien
la trabaja.
. Control obrero de la producción y distribución de la
riqueza nacional, mediante la participación efectiva de los trabajadores
1.Nacionalizar
todos los bancos y establecer un sistema bancario estatal y centralizado.
2.Implantar el
control estatal sobre el comercio exterior
3.Nacionalizar
los sectores claves de la economía: siderurgia, electricidad, petróleo y
frigoríficas.
4.Prohibir toda
exportación directa o indirecta de capitales.
5.Desconocer
los compromisos financieros del país, firmados a espaldas del pueblo.
6.Prohibir toda
importación competitiva con nuestra producción.
7.Expropiar a
la oligarquía terrateniente sin ningún tipo de compensación.
8.Implantar el
control obrero sobre la producción.
9.Abolir el
secreto comercial y fiscalizar rigurosamente las sociedades comerciales.
10.Planificar
el esfuerzo productivo en función de los intereses de la Nación y el Pueblo
Argentino, fijando líneas de prioridades y estableciendo topes mínimos y
máximos de producción.
Agraviados en nuestra dignidad, heridos en nuestros
derechos, despojados de nuestras conquistas, venimos a alzar en el punto donde
otros las dejaron, viejas banderas de la lucha.
La historia del movimiento obrero, nuestra situación
concreta como clase y la situación del país nos llevan a cuestionar el
fundamento mismo de esta sociedad: la compraventa del trabajo y la propiedad
privada de los medios de producción.
La estructura capitalista del país, fundada en la
absoluta propiedad privada de los medios de producción, no satisface sino que
frustra las necesidades colectivas, no promueve sino que traba el desarrollo
individual. De ella no puede nacer una sociedad justa ni cristiana.
Para ello retomamos pronunciamientos ya históricos de
la clase obrera argentina, a saber:
•La propiedad sólo debe existir en función social.
•Los trabajadores, auténticos creadores del patrimonio
nacional, tenemos derecho a intervenir no sólo en la producción, sino en la
administración de las empresas y la distribución de los bienes.
•Los sectores básicos de la economía pertenecen a la
Nación. El comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la
siderurgia y los frigoríficos deben ser nacionalizados.
•Los compromisos financieros firmados a espaldas del
pueblo no pueden ser reconocidos.
•Los monopolios que arruinan nuestra industria y que
durante largos años nos han estado despojando, deben ser expulsados sin
compensación de ninguna especie.
•Solo una profunda reforma agraria, con las
expropiaciones que ella requiera, puede efectivizar el postulado de que la
tierra es de quien la trabaja.
Para ubicarnos tengamos en cuenta que, desde el punto de vista legal, la
propuesta de Alberto Fernández se basa en un concepto ya establecido incluso en
el texto de la Constitución de 1853, 167 años atrás, la que dice:
Artículo
17.- La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la
Confederación puede ser privado de ella, sino
en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad
pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada.
Texto que es reproducido en la
Constitución vigente sancionada en 1994
Cuando dice Lozano (director del Banco de la Nación y promotor de la
expropiación de Vicentín), refiriéndose a “la defensa de la propiedad privada” ¿no
hay que defender la propiedad privada de los productores estafados por
Vicentín? ¿sólo la de Vicentín es propiedad privada?
La diferencia es esencial. LA DE VICENTÍN ES PROPIEDAD PRIVADA DE MEDIOS
DE PRODUCCIÓN. ES LA PROPIEDAD DE CAPITAL, ES LA QUE PERMITE ACUMULAR MÁS
RIQUEZA Y MANEJAR LA ECONOMÍA
La otra son bienes, más o menos importantes, pero no capital
Las clases dominantes distinguen claramente entre una y otra cosa
Una cosa es que el Estado expropie ciertos medios de producción y los
convierta, al menos legalmente, en públicos, y otra cosa es que Vicentín se
apropie de bienes ajenos
En el primer caso se trata de un ataque a la propiedad privada, en el
otro de una transferencia de bienes, ya sea honesta o deshonesta
Los que ponen el grito en la defensa de la propiedad privada no la
consideran vulnerada cuando un deudor hipotecario pierde su vivienda a manos
del banco prestatario
No lo hicieron cuando el Banco Nación remataba campos de chacareros en
la época del 2000
La cuestión es más profunda
Hay un retroceso ideológico a partir, para poner una señal temporal, de
la década del 80 del siglo pasado, lo que forma parte de un proceso mundial
-pleno auge de la revolución científico técnica, quizá su expresión más
llamativa era la conquista del espacio
-extraordinario crecimiento de la productividad del trabajo, según algunas
estadísticas en ese período, en EEUU, la productividad se duplicó, la hora-hombre
producía el doble; en 4 horas los que antes en 8
-se produjo una extraordinaria concentración del capital
-se evidenció con mayor claridad la falsedad de otro de los mitos del
capitalismo, el que dice que es la sociedad de consumo, cuando en realidad lo
es de acumulación centralizada de la riqueza en pocas manos; a pesar de la
mayor productividad y producción que nunca antes, el hambre aprisionaba a
centenares de millones de personas en el mundo y se llegaba a un límite en la
capacidad de consumo de los trabajadores, cosa que el capital necesita para poder
realizarse
-entonces se expandió de manera espectacular una forma de consumo, la
del consumo a crédito y el endeudamiento de los consumidores y el estado, que
hoy llega a límites fabulosos
-el capital buscó reducir costos trasladando parte de la producción a
países con mano de obra más barata, globalización digamos
-el capital financiero, es decir la despersonalización del capital, pasó
a ser la forma principal y a la vez se enseñoreó en la cultura el cuento de que
el capital, por sí mismo, mágicamente, produce renta
Sin embargo, me parece que esa caracterización, en la práctica y al
margen de intencionalidades, ha obrado y está obrando como lo que es, la
máscara actual de las formas modernas y principales del capitalismo
Creo que el término neoliberalismo enuncia uno de sus rasgos para
ocultar su esencia, capitalismo puro y simple, nada más que en el grado de
desarrollo propio de la época
Lo que, de paso sea dicho, le sirve a muchos líderes burgueses, q ue son defensores del capitalismo como sistema,
para posar de progresismo, diciendo que están contra el neoliberalismo, más
allá de la mayor o menor honestidad que en cada caso pueda caberles
En la práctica el planteo del neoliberalismo como el enemigo ha dado pie
al reverdecimiento del reformismo burgués
Quizá el ejemplo más categórico es la propuesta de reformas tributarias,
pero sin tocar la propiedad, como lo propician Josef Stiglitz o el mismísimo
Bill Gates
Quizá en vez de Neoliberalismo habría que llamarlo Recapitalismo
En el mismo sentido operó la reconversión de la URSS y China
Desaparecía el socialismo como alternativa política práctica,
simbolizado triunfalmente en la caída del muro de Berlín en 1989
Para gran parte de los sectores anticapitalistas revolucionarios
constituyó un Terremoto, dejando tras de sí una polvareda que impidedía
orientarse y cuyas partículas aún flotan en el ambiente
La década del 80 revierte gran parte de la cultura política humana y
pretende instalar la idea del Capitalismo como el estado natural de la sociedad
humana; el fin de la historia según la pretensión de Fukuyama
Responde a necesidades de las clases dominantes argentinas, pero se
inserta naturalmente en esa recomposición de fuerzas mundial y contribuye a la
misma
Aporta significativamente a la concentración del capital en nuestro
país, a la configuración de una coordinación supranacional
contrarrevolucionaria en América Latina y elimina físicamente 30.000 militantes
populares, incluyendo entre ellos muchísimos de los mejores cuadros
revolucionarios
Y ello dicho sin perjuicio de valorar en el más alto nivel la
importancia de las luchas democráticas del período, y la unidad lograda en tal
sentido, cuya más alta expresión fueron LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO, las
“locas” de la plaza, y cuyas consecuencias, el juicio a los genocidas, con
particular ímpetu durante el gobierno de Néstor Kirchner, se constituyó en
ejemplo mundial
El artículo 2513 del Código Civil redactado por Vélez Sarsfield y
aprobado en 1869 comenzaba diciendo:
ES
INHERENTE A LA PROPIEDAD EL DERECHO DE POSEER LA COSA, DE DISPONER O DE
SERVIRSE DE ELLA, DE USARLA Y GOZARLA SEGÚN LA VOLUNTAD DEL PROPIETARIO. ÉL
PUEDE DESNATURALIZARLA, DEGRADARLA O DESTRUIRLA (el subrayado es mío)
Para que quede claro, ese artículo se refiere no sólo a los bienes
muebles sino en general a la propiedad, incluye, por ejemplo, la propiedad de
la tierra
Derecho a DESTRUIRLA, hasta tal punto era considerado ABSOLUTO el
derecho de propiedad
Ese artículo fue reformado recién en 1968 con el siguiente texto
Es inherente a la propiedad el
derecho de poseer la cosa, disponer o servirse de ella, usarla y gozarla
conforme a un ejercicio regular.
En el caso Vicentín pareciera que Perotti no se enteró de la reforma de
1968 y se inspiró en el Código de 1869
La primera es que hay garantizar la vacunación masiva para que haya un
futuro medianamente deseable
Por un lado, es necesario tocar, al menos en parte, el dominio de los
grandes capitales sobre la industria, el comercio exterior y las finanzas. Sin
ello no es posible un mejoramiento significativo en la distribución de la
riqueza
Por el otro es necesario potenciar la movilización de las fuerzas
populares, en parte muy contenidas por las necesarias medidas sanitarias, y promover
formas efectivas de control popular en la producción y distribución de la
riqueza
Termino repitiendo la última parte de la cita de Alemán insertada al principio
habrá que pensar a los que nos interesa un proyecto emancipatorio, como se hace para que esta vez no sean los pobres los que paguen los costos de esta pandemia
Hola Aldo! Acabamos de leerlo, gratamente sorprendidos.
ResponderEliminarAcordamos , dolorosamente por cierto, con tantas reflexiones. La síntesis final, las dos reformas estructurales, nos parecen fundamentales.
Y nos sorprendió gratamente toda la fundamentación sobre bases jurídicas y sociales. Excelente.
Alberto quiere releerlo más detenidamente, quizás luego añade algo.
Sigamos opinando ya que tenemos este medio
EliminarAldo estoy totalmente de acuerdo.Silvio
ResponderEliminarEn buena hora nos sirve para refirmar convicciones
EliminarMuy buen resumen y análisis, Aldo, como siempre: Gracias!
ResponderEliminarSoy Ana Druker
EliminarHola Aldo, soy Marisa Armida. Muy bueno tu análisis, especialmente el referido a la propiedad privada. En líneas generales estoy de acuerdo con lo que planteás aunque desde mi humilde punto de vista creo que es necesario un contexto internacional favorable, cosa que no veo que se esté desarrollando, por lo menos con la contundencia que hace falta en una coyuntura como esta. Saludos!
ResponderEliminarMarisa, muchas gracias por tu comentario
EliminarPor supuesto que un contexto internacional favorable facilita pero yo no lo pondría como una condición imprescindible. El contexto internacional también se construye y se pude aportar a hacerlo, además la información de Bolivia, de Ecuador, posiblemente de Chile y de Brasil parecen pintar un cambio de panorama
Saludos
Y destruirla si es necesario. Eso están haciendo quienes dicen ser los propietarios de la tierra. Y no van a parar.
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