Algunas reflexiones para debatir
Las marchas de ayer constituyen un hecho
inédito no sólo por su extraordinaria magnitud y su heterogeneidad política y
social
Si alguna duda había, queda más que
confirmado que la educación pública es un valor indiscutible para el pueblo
argentino; obviamente el reclamo fue mucho más allá que el del presupuesto
universitario
Si bien la propuesta de la marcha surgió
del frente entre trabajadores y estudiantes de la universidad, la adopción de
la misma por parte de los/as rectores, es decir de la universidad nacional de
todo el país como institución, convocando a una acción política masiva y en la
calle, contra una determinación gubernamental, es también inédita
De paso, el protocolo de Bullrich quedó en
ridículo
Seguramente entre la burocracia
universitaria que dirige la gran mayoría de nuestras universidades debe haber
conclusiones encontradas
Está claro que el hecho fue más allá de
lo que muchos pretendían, como lo es que estuvieran en la tribuna Tati Almeida
y Pérez Esquivel
Por otro lado, esa burocracia, seguro se
siente con importante capacidad de negociación, pero también con un movimiento
que excede su capacidad de control
Coyunturalmente las diversas
contradicciones internas quedaron desdibujadas, pero no desaparecen
La universidad es también campo de lucha
de las distintas propuestas ideológicas y políticas que expresan diferentes
intereses de clase
Como suele suceder, en esta coyuntura
pugnan por imponerse expresiones que fuerzan la realidad en algún sentido
Así, en el párrafo final de la
declaración conjunta dice “TODOS los problemas que tenemos se resuelven con más
educación y Universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología”
Suena parecido
a aquella que decía que “con la democracia se come, se cura y se educa”
Por último, una
pregunta ¿se está recuperando el protagonismo del movimiento estudiantil o aún
falta?