Murió
Piccinini
Recuerdo
la Asamblea encabezada por él, si no me equivoco en el año 73, en la cual adquiría
ya su dimensión de importante dirigente del sindicalismo combativo
La
asamblea se iba a realizar en un inmenso galpón, de uno 80 metros de ancho por
200 de largo y 20 de altura (años después tuve que trabajar allí y conozco las
medidas)
Parecía
una escena de película, “Los Compañeros” u otra por el estilo
Centenares
de obreros arracimados y quienes encabezaban, para dirigir la Asamblea,
encaramados al techo de una oficia interna del sector
La enorme
planta de Acindar estaba tomada por los obreros en huelga
Habíamos
ido desde Rosario, en mi pequeño Citroen 2CV, con tres compañeros metalúrgicos,
uno de SIPAR, ubicada en Pérez, otro de la empresa Daneri de Rosario y el cura Néstor
García, sacerdote del Tercer Mundo y delegado en Laminfer, también de Rosario,
quien años después, durante la dictadura, fue detenido y obligado al exilio
Para
franquearnos la entrada nos recibió Sobrero, en el momento empleado de Acindar y
viejo conocido de las luchas estudiantiles de la década del 60
Antes
que empezara la asamblea estuvimos charlando con varios compañeros
Hay
una escena que me quedó grabada en la mente y en la retina
Un joven
obrero, orgulloso de su trabajo, de su condición de productor, nos explicó el
proceso del sector en que estábamos, destacando que era de producción continua,
las 24 horas, que no paraba nunca, quizá sin darse cuenta de que en el
momento que eso decía toda la planta estaba parada y en silencio, que son
ellos, él y sus compañeros, los que hacen “que no pare nunca”, salvo cuando para
defenderse deciden lo contrario
El clima
era tal que Néstor García no se pudo contener y pidió la palabra para expresar la
solidaridad de compañeros rosarinos, lo que le costó, poco después, la represalia
de la empresa Laminfer, echándolo, seguramente con la complicidad de la UOM nacional
(y sus secuaces rosarinos) dirigida por Lorenzo Miguel, sucesor de Augusto Vandor
Para
ellos Piccinini era el peor enemigo, porque era defensor de los intereses de la
clase obrera