pifiada

miércoles, 10 de febrero de 2021

EL VUELO DEL ALGUACIL

Estábamos en una reunión de amigos/as en una casa quinta ubicada en una localidad próxima a la ciudad de Rosario

Era una tarde calurosa de verano y varios disfrutaban de la pileta, entre ellos la nuera de la dueña de casa

En un momento su actitud me llamó la atención porque la ví parada en el medio de la pileta, levantando un brazo con el dedo índice extendido hacia arriba y mirando alrededor como esperando que algo sucediera

Y sucedió; un alguacil, de los tantos que revoloteaban alrededor, suavemente se posó sobre su dedo y se quedó allí varios minutos, lo cual se repitió varias veces

Quedé atraído observando la escena con asombro

La escena me quedó grabada, tal como si la hubiera filmado

Y también la intriga ¿fue casualidad o es algo habitual?

No recuerdo haber aprovechado la ocasión para preguntarle al respecto a la protagonista

Dos años después, disfrutando de una tarde de pileta en casa de una de mis hijas, en una tarde también muy calurosa, noté que revoloteaban alrededor unos cuantos alguaciles y decidí hacer la prueba

El resultado está a la vista

Las razones habría que preguntárselas a algún entomólogo (quien estudia los insectos)

 

De paso, busqué alguacil en internet (¿dónde sinó?)

Son paleópteros, es decir, insectos que no pueden plegar las alas sobre el abdomen. Se caracterizan por sus grandes ojos multifacetados, sus dos pares de fuertes alas transparentes y por su abdomen alargado. Se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos como moscas, abejas, mariposas y polillas

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