La que sigue es una carta que envié al diario La Capital de Rosario el día 26/8/18
La misma fue publicada el día 28/8 con pequeños recortes, supongo que por cuestión de espacio, pero que no modifican su contenido
Creo no equivocarme al afirmar que quienes nos
jubilamos como docentes de la Universidad Nacional de Rosario suscribimos la
defensa de la universidad pública
Nuestra universidad es heredera de la Reforma de 1918,
paso gigantesco democratizador que significó un ejemplo para América Latina y
para gran parte del mundo
En 100 años, y no sin contradicciones ni retrocesos,
se ha ido conformando una universidad con rasgos característicos, como son,
quizá los más significativos, la gratuidad y el acceso abierto a extensas capas
de la población, el pluralismo ideológico, las formas democráticas de gobierno
autónomo, la actividad de investigación
Muchos de quienes hoy estamos jubilados hemos
contribuido a cimentar ese logro, dedicando para ello gran parte de nuestra
vida
Me siento en condiciones de asegurar que el gobierno
actual encarna una verdadera contrarreforma, con propósitos explícitos algunos,
y otros medianamente disimulados que se pueden sintetizar en cuatro puntos
. Equiparar la universidad privada con
la estatal, quitándole recursos a ésta y subsidiando a aquélla
. Eliminar la gratuidad de los estudios
universitarios y reducir la cantidad de estudiantes
. Reducir la cantidad de docentes,
rebajar el salario y no respetar el convenio colectivo de trabajo
. Intensificar la relación e incluso la
dependencia económica, con respecto a grandes empresas, como Monsanto, Techint
o los laboratorios farmacéuticos
Para ello el gobierno cuenta con el apoyo de una
minoría, que tiene personeros incluso dentro de la propia universidad
Tal el caso del hoy diputado y antes Secretario de
Política Universitaria, Albor Cantard, antes rector de la Universidad Nacional
del Litoral. El mismo que provocadoramente dijo que sobran docentes, porque habría
uno cada nueve alumnos. Afirmo categóricamente que es un dato deliberadamente
falso. Es fácil demostrar y me ofrezco públicamente para ello, que la relación
real es de un docente cada cuarenta alumnos o más, como promedio
En estos días se viene manifestando un creciente apoyo
a la defensa de la universidad y en general de la educación pública
Creo que docentes, estudiantes, jubilados y en general
todos aquellos que vivimos de nuestro trabajo debemos aportar a ello
La universidad estatal argentina, aún con sus
contradicciones, es una institución que en muy importante medida brinda, y
puede hacerlo mucho más aún, un gran aporte a la lucha por el mejoramiento de
la calidad de vida de nuestra población
Aldo Mangiaterra
DNI 6029304