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martes, 17 de septiembre de 2019

LAS OBRAS DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA, EL SISTEMA DE APOYO Y LA GEORREFERENCIACIÓN


En coautoría con el colega. y sobre todo amigo, Armando Del Bianco, presentamos esta ponencia en el XII CONGRESO NACIONAL DE AGRIMENSURA, que se llevará a cabo en Mendoza, Argentina, los días 9, 10 y 11 de octubre de 2019

 RESUMEN

La importancia de la Georreferenciación y del Sistema de Apoyo en las obras civiles son conceptos gravitantes en el ámbito de la Agrimensura.
Tales cuestiones no están claras en otros ámbitos profesionales
Los aspectos más críticos son los atinentes al Marco de Referencia y a las Alturas
Proponemos que el proyecto de la obra de ingeniería y/o arquitectura, pública o privada, incluya dos condiciones
a)    En el mismo esté definido el Sistema de Apoyo para el replanteo de la obra
b)    El mismo esté adecuadamente georreferenciado, con precisión conforme a las características y fines de la obra

1 - LA GEORREFERENCIACIÓN
        
Como sabemos consiste en la identificación de todos los puntos del espacio (aéreos, marítimos o terrestres; naturales o culturales; fijos o móviles) mediante coordenadas referidas a un único sistema mundial.
Latitud, longitud, altura y tiempo son las variables de ese sistema y expresan la concreción práctica de la georreferenciación. 
La georreferenciación resuelve dos grandes cuestiones simultáneamente:
a) permite conocer la forma, dimensión y ubicación de cualquier parte de la superficie terrestre o de cualquier objeto sobre ella
b) permite vincular información espacial proveniente de distintas fuentes, y de distintas épocas, condición necesaria para el desarrollo de los sistemas de información territoriales o geográficos
Si bien el uso de la palabra georreferenciación ha tomado vigencia en los últimos años no sucede lo mismo con la idea base: identificar los puntos de la superficie terrestre mediante coordenadas.
La necesidad de los seres humanos de describir la geografía que los rodea, de referenciar personas y objetos, es inherente a su vida y supervivencia. 
Lo que de modo simbólico podríamos llamar “coordenadas”, mediante distancias, tiempos de caminata u otros modos, siempre existió. 
Con el desarrollo de conocimientos, con el manejo de cálculos y mediciones, fue posible establecer sistemas de referencia que, naturalmente, en un principio eran estrictamente locales, de muy escasa extensión. Posteriormente se fueron estableciendo sistemas regionales, sin conexión entre unos y otros. 
Pero era necesario un sistema de referencia que permitiera mayor amplitud, y el hombre lo encontró en la infinitud del espacio, alumbrando su ingenio con la luz del Sol, la Luna y las estrellas.
La longitud y latitud astronómicas y la altura respecto al nivel medio del mar, dieron lugar a un sistema de referencia mundial, aunque no carente de cierta ambigüedad, dadas las diferentes alturas del nivel medio “de los mares” y también el posible paralelismo de las verticales de diferentes puntos cercanos entre sí.
Posteriormente, el desarrollo del conocimiento y las tecnologías devinieron en la creación de sistemas de referencia más precisos y carentes de ambigüedad, pero limitados a ámbitos regionales o nacionales, a condición del elipsoide elegido para aproximar la forma y dimensiones del planeta y la orientación y centrado del mismo; es decir que se pasó a la coexistencia de muchos sistemas de referencia relativamente geocéntricos, cada uno de ellos adaptado al ámbito territorial de su aplicación. 
Tal es el caso de Inchauspe 69, durante muchos años sistema oficial de Argentina.
Recién pasada la mitad del siglo pasado, con la era de los satélites artificiales, se crean las condiciones materiales para, nunca mejor la redundancia, materializar sobre la superficie terrestre la expresión de un sistema de referencia único, mundial, con origen en el centro de masas de la Tierra y, ya en la primera década de este siglo, obtener las coordenadas con un grado de incertidumbre que, en caso que sea necesario y se aplique la más alta tecnología, puede reducirse a expresiones subcentimétricas.
Y esto al punto tal que hoy es posible medir la magnitud de, por ejemplo, las mareas terrestres o los desplazamientos de la corteza terrestre ocasionados por un sismo.
Quizá lo más extraordinario es que esa tecnología permite también su aplicación mediante aparatos cada vez más accesibles, convirtiendo a la georreferenciación en una práctica de uso popular.
Seguramente la aplicación más extendida es el uso de los navegadores vehiculares y el de los celulares.
Dicho en otras palabras, el cuento, más abajo trascripto, otrora fantástico, de Jorge Luis Borges, mágicamente se convierte en una escena no sólo real sino también habitual.
Hoy, quien así lo quiere, puede desplazarse recorriendo el espacio, donde se confunden, y se funden, la representación cartográfica con la realidad,…. y viceversa.

DEL RIGOR EN LA CIENCIA (publicado en El hacedor – 1960)           
“En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo esos mapas desmesurados no satisficieron, y los Colegios de Cartógrafos levantaron un mapa del Imperio que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos adictas al Estudio de la Cartografía, las generaciones siguientes entendieron que ese dilatado mapa era inútil y no sin impiedad lo entregaron a las inclemencias del sol y de los inviernos.
En los desiertos del oeste, perduran despedazadas ruinas del mapa, habitadas por animales y por mendigos......”

¿Qué es lo que se georreferencia? Podemos considerar, en primer lugar, elementos fijos sobre la superficie terrestre, como edificios, caminos, postes o los que la necesidad indique. Por supuesto que las coordenadas corresponden a puntos singulares de esos elementos, los que elegidos adecuadamente permiten saber su forma, dimensión y ubicación. 
También podemos georreferenciar, mediante coordenadas instantáneas, elementos móviles, como vehículos, por ejemplo, o también variables como el área de inundación en función del tipo y cantidad de lluvia. 
Pero además de objetos materiales es posible asignar coordenadas a elementos virtuales, como son los límites de tipo legal atinentes al ejercicio de derechos sobre porciones del territorio; tal el caso de límites entre países o provincias, o bien afectaciones y servidumbres, línea de ribera y tantos más.
Si aplicamos tales criterios a puntos característicos de una obra de ingeniería, o antes aún, a puntos propios de un proyecto de obra de ingeniería, conoceremos adecuadamente:
a)      La ubicación de la obra en el espacio terrestre
b)      La relación espacial de la misma con respecto a todo otro elemento que esté georreferenciado, es decir, vías de comunicación, líneas de transporte energético, otras obras, límites de propiedad, etc.

¿Qué ventajas brinda la georreferenciación?
Además de identificar forma, dimensión y ubicación, permite correlacionar rápida y fácilmente información proveniente de distintas fuentes y distintas épocas, lo cual así dicho parece obvio. 
Sin embargo, su utilidad es enorme, porque permite comparar y analizar la permanencia o evolución en el tiempo de distintos fenómenos y situaciones, desde, como ya mencionamos, obtener la velocidad de un móvil hasta estudiar los desplazamientos de la corteza terrestre. 
También estudiar la correlación de objetos reales con objetos virtuales o de objetos virtuales entre sí.
En el pasado, muchísima información, trabajosamente producida, quedaba después perdida u oculta porque no existían suficientes o adecuadas referencias que permitieran su posterior utilización.
Los famosos y conocidos “conforme a obra”, en tanto sean respetuosamente confeccionados, si están georreferenciados, brindan una valiosísima información para la proyección y ejecución de nuevas obras, no sólo para proyectarlas adecuadamente evitando interferencias (o resolviendo a priori los problemas que de allí devienen), sino incluso evitando inconvenientes que en algunos casos han llegado a constituir peligrosos accidentes.
Las coordenadas brindan algo así como un documento de identidad de cada punto del espacio; por otra parte, dicho documento es único, está expresado en un lenguaje común y es de validez internacional.
Ese sistema de referencia, geocéntrico, único y mundial está materializado mediante puntos distribuidos sobre el planeta, identificados bajo la sigla, en inglés, ITRF que, traducido al castellano, significa Marco de Referencia Terrestre Internacional. 
En América Latina y El Caribe esa materialización es conocida bajo la sigla SIRGAS (Sistema de Referencia Geodésico para las Américas); acudiendo al sitio http://www.sirgas.org/index.php?id=61 es posible visualizar la ubicación de cientos de estaciones permanentes que en forma continua actualizan las coordenadas. 
En nuestro país, acudiendo al sitio  http://www.ign.gob.ar/NuestrasActividades/Geodesia/Ramsac/Mapa, podemos visualizar la red de estaciones permanentes GNSS, denominada RAMSAC (Red Argentina de Monitoreo Satelital Continuo), que materializa el sistema de referencia POSGAR 2007 (Posiciones Geodésicas Argentinas 2007)
En general se asocia la tecnología de posicionamiento satelital con la sigla GPS, pero en la actualidad se ha pasado a denominar GNSS, acrónimo en inglés que se traduce en Sistema Global de Navegación Satelital. 
GPS fue el primer sistema de posicionamiento satelital de cobertura mundial simultánea, con su constelación completa en 1994, propiedad de los EEUU, pero ya existen varios sistemas desarrollados por distintos países, o asociaciones de ellos. Podemos citar el ruso GLONASS, el chino COMPASS, el europeo GALILEO, y otros con menor grado de desarrollo y de menor cobertura que los dos primeros. 
El desarrollo de los sistemas de posicionamiento satelitales, desde un punto de vista histórico es muy breve, pero es muy intenso, está en constante evolución y expansión.
Lo cierto es que la aplicación práctica ha devenido muy rápidamente, de cambio tecnológico en cambio cultural.

2 – El Sistema de Apoyo

La importancia del Sistema Geométrico de Apoyo en las obras de Ingeniería y Arquitectura
La tarea del Agrimensor comienza en el instante mismo que se crea la necesidad de proyectar una obra civil, y lo hace aportando cartografía en pequeñas escalas e imágenes satelitales, para la generación de los estudios de factibilidad o directamente para el anteproyecto.
Continúa la labor, realizando el levantamiento topográfico que servirá de base para el proyecto geométrico y seguirá con el replanteo del mismo en el terreno para la construcción de la obra. E incluso, ya finalizadas las obras, continúa su labor en mediciones para planos “conforme a obra” y con las mediciones microgeodésicas, para el monitoreo de deformaciones o asentamientos.
El levantamiento topográfico y el relevamiento de la información, es la generación de un modelo de una porción de la corteza terrestre que pertenece a la realidad.
El Proyecto ejecutivo es una maqueta virtual de la realidad modificada.
El Replanteo traslada el proyecto al terreno. Lo dibuja en el terreno en escala 1 en 1.
Para ver más claro esta interrelación de tareas, supongamos como ejemplo una obra vial:
a.- En un sector de la avenida de Circunvalación de la ciudad de Córdoba, se proyecta construir un nuevo distribuidor con 3 niveles.
b.- Dibujemos sobre la realidad un puzzle, éste va a ser perfecto, pues cada ficha encaja exactamente con la ficha vecina.
c.- Se le solicita al Agrimensor realizar un levantamiento topográfico y relevamiento de la información del sector donde se ejecutará la obra, sector que será parte del gran rompecabezas.
d.- El Agrimensor entrega al Consultor, un modelo digital del terreno, conteniendo al MDE (modelo digital de elevaciones) del sector solicitado.
e.- Sobre esa maqueta virtual en 3D, el proyectista generará el proyecto geométrico.
f.- Luego, el Agrimensor recibe el proyecto de la obra, el cual también es un modelo digital que deberá materializar en el terreno.
g.- A medida que el Agrimensor vaya ejecutando el replanteo, la empresa contratista la irá construyendo, también como un rompecabezas, ahora de piezas más pequeñas. En el ejemplo de la obra vial, un puente, un túnel, ramas de aceleración y desaceleración, calzadas colectoras, cunetas revestidas, alcantarillas, muros, etc.
Un caso sería el empalme entre una cuneta existente, que ha sido cortada por el proyecto, y que debe coincidir con la nueva construcción, conforme a una determinada tolerancia constructiva.
Así por ejemplo: para la sección de contacto podrían plantearse las siguientes tolerancias:
dL = ± 5 cm ; error longitudinal
dq = ± 3 cm ; error transversal
dh = - 1 cm; error en altura
(ver figura 1)


Figura 1 – Tolerancias en la cuneta

En la generalidad de los casos, entre el relevamiento que sirve de base al proyecto y el replanteo de la obra, intervienen distintas personas, con distintas metodologías de trabajo y distinto instrumental de medición, agravándose dicha situación por los tiempos que suelen transcurrir entre la elaboración del proyecto y la adjudicación de la obra. Por consiguiente, evidentemente surgirán problemas a la hora de la construcción de la misma, más precisamente en los lugares en que empalman proyecto y realidad. La obra civil debe empalmar con el entorno existente, calles, avenidas, cordones cunetas, instalaciones (cloacas, desagües pluviales), servicios (red de agua, gas, electricidad, etc.).
Otro caso aun mas complicado, sería el empalme entre las dovelas de un puente en voladizo en arco, donde las tolerancias son aún más estrechas, y la última pieza (llamada clave) debe encajar perfectamente en su lugar.



Figura 2 – Tolerancias en las dovelas

Como los errores parten desde los pilares, desde los cuales arrancan la colocación de las dovelas, las fundaciones de las pilas deben estar replanteadas con una tolerancia que podría ser: dL = dq = dh = ± 5 mm
Las diferencias entre el relevamiento y el replanteo se pueden manifestar como un error:
·         de escala
·         de traslación
·         de rotación
·         un error de altura
·         y/o la combinación de varios de ellos.
Por ejemplo: Un error de altura puede significar que se hayan calculado mal las obras hidráulicas de desagüe en un barrio y que el agua supere los umbrales de las viviendas.
Las diferencias entre los relevamientos que dieron origen al proyecto y el replanteo, genera mayores costos y retrasos importantes en los avances de obra, que los paga la obra y en definitiva la sociedad.
Pero cuando se trata de instalaciones subterráneas como electroductos de alta tensión o gasoductos
 à puede ser causa de accidentes fatales.
Nos preguntamos:
¿Cómo minimizar el impacto en los mayores costos de obra, por causa de las diferencias entre el relevamiento y el replanteo? 
¿Cómo garantizamos que las piezas del rompecabezas coincidan dentro de las tolerancias constructivas?
¿Cómo podemos respetar las tolerancias?
La solución sólo la tenemos los Agrimensores: creando y materializando un sólido Sistema de Apoyo

¿Qué es un Sistema de Apoyo?
Es una estructura geométrica y física…

Geométrica à Sistema de Referencia (ideal, riguroso, perfecto …)
Física à marco de Referencia (monumentado físicamente, imperfecto)
El sistema de Apoyo, ata con hilos invisibles las piezas del rompecabezas, asegurando respetar las elipses de las tolerancias requeridas para cada tipo de obra.
El diseño y la densificación, dependerán de varios factores: si se trata de una obra de desarrollo lineal o superficial, o si está en zona urbana o rural, o en llanura, montaña o selva.
En resumen: El Sistema de Apoyo es la columna vertebral que sirve de sustento, fija la escala, garantiza la homogeneidad de las exactitudes y asegura una estrecha relación entre:

·                     el levantamiento topográfico 
·                     con el proyecto ejecutivo
·                     con el replanteo de las obras
·                     con los sub sistemas vinculados à Ejemplos: una parte de la obra, los montajes mecánicos, colocación de insertos, etc.
·                     con los planos conformes a obra
·                     con el monitoreo de deformaciones y la auscultación


                                                       Figura 3 – Las tareas del Agrimensor

… Y con obras futuras: La experiencia indica que el Agrimensor siempre vuelve, su actividad es como una rueda, porque puede haber una ampliación de obra, o porque se construye otra obra al lado, o para realizar un control… pero, además, porque siempre es emotivo y necesario, encontrar los mojones que uno mismo ha colocado

3 – Sistema de Apoyo y Georreferenciación

La propuesta de esta ponencia es que el proyecto de la obra de ingeniería y/o arquitectura incluya dos condiciones:
a)      En el mismo esté definido el Sistema de Apoyo para el replanteo de la obra
b)      El mismo esté adecuadamente georreferenciado, con la precisión conforme a las                        características y fines de la obra
A tales efectos, y con el fin de establecer guías orientativas, establecemos una división, arbitraria por cierto, en dos categorías
a)      Las obras que abarcan un entorno espacial menor a los 10 km
b)      Las que lo superan
¿Por qué 10 km?
Porque hasta allí las longitudes horizontales, ya sea que las calculemos sobre el plano, el elipsoide o el geoide, varían menos de 1 cm; vendría a ser algo así como el límite de la topografía clásica

4 – Condiciones de la Georreferenciación

a)      Obras de menor extensión que 10 km

Se necesitan coordenadas (latitud y longitud) de al menos dos puntos, preferiblemente tres. Obviamente cuantos más mejor.
No entramos aquí a analizar la técnica de georreferenciación (precisión, equipos, método, etc.).
La georreferenciación del sistema de apoyo garantiza la de la obra, siempre que los conforme a obra sean auténticos.
Un tema clave es que las coordenadas estén en el marco de referencia oficial Posgar07 y conste la documentación pertinente a la obtención de las coordenadas.
Eventualmente, si se lo considera necesario, se pueden convertir las coordenadas a la proyección plana Gauss Krüger (tampoco entramos a analizar los casos convenientes y cómo llevarlo a cabo); puede ser práctico, pero de ninguna manera es imprescindible para la georreferenciación.

b)      Obras de extensión mayor a 10 km (caso típico las rutas)

El sistema de apoyo debe incluir como mínimo un par de puntos georreferenciados cada 10 km o menos, distantes entre sí no menos de 500 y no más de 1000 metros.
No entramos aquí a analizar la técnica de georreferenciación (precisión, equipos, método, etc.).
Repetimos lo dicho en el punto anterior: la georreferenciación del sistema de apoyo garantiza la de la obra, siempre que los conforme a obra sean auténticos.
Un tema clave es que las coordenadas estén en el marco de referencia oficial Posgar07 y conste la documentación pertinente a la obtención de las coordenadas.
Eventualmente, de ser necesario se pueden convertir las coordenadas a la proyección plana Gauss-Krüger (tampoco entramos a analizar los casos convenientes y cómo llevarlo a cabo); puede ser práctico, pero de ninguna manera es imprescindible para la georreferenciación.

5 – Alturas

Recordemos que GNSS brinda alturas elipsoidales, que debemos distinguir de las geoidales (también llamadas ortométricas, o “sobre el nivel del mar”), estas últimas se corresponden con el sistema nacional de referencia vertical.
Para pasar de unas a otras el Instituto Geográfico Nacional (IGN), proporciona la información contenida en el GEOIDE-Ar
Según la información brindada por el IGN:
“La precisión de GEOIDE-Ar 16 se evaluó mediante 1.904 puntos de nivelación observados con GPS doble frecuencia. Los desvíos estándar de las diferencias entre la ondulación geoidal derivada de los puntos GPS-nivelación y las ondulaciones del nuevo modelo de geoide son menores a 0,05 m. Asimismo, la exactitud estimada del modelo GEOIDE-Ar 16 es 0,25 m, mientras que su precisión relativa para las líneas base con una longitud menor a los 500 km es de aproximadamente 0,10 m (para el 91% de los casos).”
De ser necesaria mejor precisión se debe apelar a nivelación geométrica y, de acuerdo a las exigencias propias de la finalidad de la obra, puede ser necesario efectuar correcciones por gravedad.
Es muy interesante la posibilidad de construir, para ciertas obras, un modelo “local” de geoide, de extensión restringida, de mejor precisión que el GEOIDE-Ar, pero ello escapa al alcance de esta ponencia.
Para recurrir a la Red de Nivelación Argentina – RNAr http://www.ign.gob.ar/NuestrasActividades/Geodesia/Nivelacion/Busqueda

6 – Comentarios

Consideramos que las principales cuestiones atinentes a la utilización de GNNS tienen, a esta altura, gran difusión y están bajo dominio del ámbito profesional de la Agrimensura. En todo caso están disponibles literatura, fuentes y ámbito de enseñanza a los cuales recurrir.
Tales cuestiones no están tan claras en ámbitos profesionales ajenos a la Agrimensura.
Así como en ya lejanos tiempos (tan solo del siglo pasado), se habló de la “magia” de la radio y posteriormente se agregó la “magia” de la televisión, hoy coexiste la naturalización del posicionamiento satelital (algo que se supone tan “natural” como podría ser la salida del Sol), con el desconocimiento de los fundamentos de esa tecnología. 
Seguramente la cuestión más crítica es la del Marco de Referencia.
Existen confusiones diversas, como ser:
-        Equipamientos que brindan coordenadas pero que no informan, o no lo hacen adecuadamente, sobre el marco de referencia utilizado
-        Está más o menos difundida la idea de que con decir coordenadas Gauss Krüger es suficiente, ignorando que ello sólo identifica el sistema de proyección plana, pero nada dice del marco de referencia utilizado
-        Aún existen obras en que se utilizan otros marcos de referencia, como por ejemplo Campo Inchauspe
Esta cuestión, la del marco de referencia, se pone crudamente de manifiesto, cuando la obra de ingeniería está emplazada en zona de límites interprovinciales y las respectivas provincias mantienen información, particularmente la catastral, en diferentes marcos.
Naturalmente mucho más compleja es la situación si la obra está emplazada en zona fronteriza con otros países.
También suele haber confusión, y mucha, sobre el tema alturas

7 – Cómo avanzar hacia lo propuesto en el punto 3

Lo principal es difundir, explicar, convencer; la responsabilidad principal de este cometido corresponde al ámbito de la Agrimensura
El criterio debería ser que toda obra de ingeniería y/o arquitectura, pública o privada, debe contemplar lo anteriormente enunciado: sistema de apoyo en el proyecto y georreferenciado en el marco de referencia Posgar07.
Basta con un pequeño número de puntos, pero tales que permitan saber la posición georreferenciada del conjunto de la obra.
Las coordenadas deben estar expresadas bajo la forma de geodésicas geográficas, es decir latitud, longitud y altura elipsoidal; opcionalmente se podrían indicar también alturas ortométricas, y lo mismo con respecto a coordenadas correspondientes a la proyección plana Gauss Krüger, si es que se lo considera conveniente.






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