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miércoles, 2 de abril de 2025

ARQUEOAGRIMENSURA

 Reproduzco a continuación el artículo sumamente interesante ARQUEOAGRIMENSURA escrito en colaboración, entre el Agrimensor Académico Marco Manuel Lanari y el Ing. Agrim. Armando Del Bianco.

Las notas indicadas como [1] a [9] están al final del texto

El motivo que dio origen a este escrito, fue un artículo generado en las redes sociales, en que un grupo internacional de arqueólogos, formando parte de un equipo interdisciplinario mayor, los colegas agrimensores cumplen un destacado rol, relevando hechos existentes, interpretando mapas antiguos, cartografiando la información, que arqueólogos e Ingenieros Hidráulicos requerían.

En el escrito, los agrimensores Marco Manuel Lanari y Armando Del Bianco, van a analizar el artículo de referencia, conforme a la especialidad de cada uno.

Asi, Marco hará su comentario referido a la división, régimen y tenencia de la tierra, las mensuras, el catastro y el registro de las propiedades, en Sumeria, y por ende de las hasta ahora, 700 parcelas censadas en Eridu.

Armando, se referirá a la participación del agrimensor en las obras de arquitectura y especialmente de la Ingeniería vial e hidráulica, en lo que fue la más antigua ciudad Sumeria. 

Arqueoagrimensura

Conocemos el protagonismo y la participación de la agrimensura, desde el origen de la “Historia”, hasta nuestros días, gracias a la denodada tarea de los historiadores, especialmente de uno de ellos, “Heródoto” (llamado el padre de la historia).

Pero a veces, hay hechos que escapan a los registros, o se pierden en la tradición oral; es entonces cuando la arqueología llega en nuestra ayuda, y desenterrando capa por capa, nos va iluminando sobre un pasado donde brilló la profesión.

Así hoy podemos recrear como fueron replanteados los jardines colgantes de Babilonia, el fabuloso templo del rey Salomón, o los sistemas de desagües y alcantarillado de Persépolis. Gracias a la arqueología, y la arqueoastronomía sabemos que los megalitos de Stonehenge (Reino Unido, 3.000 a.C.), no era una base de extraterrestres, sino un extraordinario observatorio astronómico, replanteado en el terreno por antiguos agrimensores. Y gracias también a la arqueoastronomía, conocemos a cuál estrella apuntó el colega egipcio (unuts), para orientar la gran pirámide.

Por este motivo, es que nos pareció interesante y necesario, llegar a los colegas, y en particular a los jóvenes recién recibidos y estudiantes de la carrera, para destacar una vez más nuestra importante labor, una profesión milenaria ejercida desde los albores de la humanidad.

Nota: He aquí el texto del artículo publicado en las redes:

“Arqueólogos descubren una red de más de 4.000 canales y 700 granjas en Eridu, la primera ciudad de la historia según las fuentes mesopotámicas.”

Canales en Eridu. Mesopotamia

En el corazón de la antigua Mesopotamia un grupo de investigadores ha logrado un hito arqueológico significativo: la identificación y cartografía de una vasta red de canales de irrigación en la región de Eridu, en el sur de Irak, la más meridional de todas las grandes ciudades mesopotámicas y, según la Lista Real Sumeria, la más antigua ciudad de la historia.


La investigación, realizada por un equipo multidisciplinario de arqueólogos y geólogos de diversas universidades e instituciones internacionales, confirma que la región de Eridu, ocupada desde el sexto hasta el primer milenio antes de Cristo, conserva una de las redes de irrigación más antiguas y mejor preservadas de Mesopotamia. Históricamente, la Mesopotamia ha sido dependiente del río Éufrates y sus afluentes para la irrigación de cultivos. La capacidad de desviar el agua de estos ríos a través de canales fue esencial para la sostenibilidad de los asentamientos urbanos. Sin embargo, la mayoría de las estructuras de irrigación antiguas han sido sepultadas bajo sedimentación fluvial o reemplazadas por redes de períodos posteriores, lo que ha dificultado el estudio detallado de los primeros sistemas agrícolas.

A diferencia de otras zonas, la región de Eridu quedó deshabitada tras un cambio en el curso del Éufrates, lo que permitió que su paisaje arqueológico permaneciera relativamente intacto. Esta situación excepcional ha permitido a los investigadores identificar y mapear con precisión una compleja red de canales artificiales que preceden al primer milenio antes de Cristo.

·        


Para este estudio, los arqueólogos utilizaron un enfoque interdisciplinario que combinó análisis geomorfológico, revisión de mapas históricos y tecnología de teledetección. Se emplearon imágenes satelitales de alta resolución, incluyendo imágenes del programa CORONA de la década de 1960, drones y fotografía terrestre para validar los hallazgos.

·      Uno de los métodos clave para diferenciar canales naturales de los artificiales fue el análisis de los patrones de flujo del agua, la topografía, la dirección de las corrientes y la presencia de estructuras de control hidráulico como diques y brechas naturales o artificiales en los diques de los ríos, que permitían la distribución controlada del agua sobre la llanura aluvial.

Los resultados revelaron una red de irrigación altamente desarrollada, compuesta por más de 200 canales principales, algunos de hasta 9 Km de longitud y de 2 m a 5 m de ancho, conectados directamente con el antiguo cauce del Eufrates.

Además, se identificaron más de 4.000 canales menores, de entre 10 m y 200 m de longitud, que servían para distribuir el agua a las parcelas agrícolas.

 

El equipo también documentó la existencia de alrededor de 700 granjas organizadas alrededor de estos canales secundarios. Estas granjas, que variaban en extensión entre 500 m2 y 20.000 m2, reflejan un sistema agrícola intensivo y bien estructurado, basado en la distribución equitativa del agua.

Un aspecto notable del hallazgo es que, a diferencia de otras regiones mesopotámicas donde el curso de los ríos cambió drásticamente a lo largo de los siglos, en la región de Eridu el Éufrates mantuvo una relativa estabilidad, lo que permitió que los canales principales conservaran su funcionalidad durante siglos. El estudio confirma que la agricultura en Mesopotamia no solo dependía de la fertilidad natural del suelo, sino también de una planificación hidráulica sofisticada. La construcción y mantenimiento de estos canales requería un conocimiento avanzado de ingeniería hidráulica y una organización social que asegurara su funcionamiento.

Uno de los desafíos actuales es determinar con precisión la cronología de los diferentes segmentos de la red de irrigación. Para ello, los investigadores planean realizar excavaciones estratigráficas en puntos clave y analizar restos de sedimentos para fechar con mayor precisión el uso de los canales. Además, se buscará comparar estos hallazgos con inscripciones cuneiformes de la época, con la esperanza de correlacionar los registros escritos con las evidencias físicas. Esta comparación podría arrojar nueva información sobre la administración del agua en los antiguos estados mesopotámicos.”

Nota de los autores: Como se puede apreciar, en el artículo de Guillermo Carvajal, dice: “Estas granjas, que variaban en extensión entre 500 m2 y 20.000 m2, reflejan un sistema agrícola intensivo…”, consideramos que debe tratarse de un error tipográfico, y que la cantidad debe ser 2.000 m2. Siendo la medida de superficie el “sar”, equivalente aprox. a 36m2, las parcelas debían estar comprendidas entre 15 y 55 sar.

Eridu (≈ 5400 a.C.- 600 a.C.) [3]


Estaba considerada por los antiguos sumerios como la primera ciudad del mundo, y se cuenta entre las ruinas más antiguas de Mesopotamia.

Fue fundada por pueblos nómades semitas, probablemente en el 5.400 a.C. y se creía que había sido la morada de los dioses.

Hasta la construcción de los Jardines colgantes de Babilonia y de Nínive, Eridu era considerada la metrópolis más bella de todas las ciudades estado de la Mesopotamia. Era tan bella, que los escritores del Génesis de la Biblia, la llamaron el "Jardín del Edén" (el paraíso).

El núcleo urbano giraba en torno al templo principal donde nació el dios Enki, llamado E-Abzu o «Casa del Acuífero”, posteriormente fue reconstruido como un gran zigurat[4] por el rey Ur-Nammu[5], que reinó de 2047-2030 a.C. 

El primero de todos, el más antiguo (período Ubaid), consistía en una pequeña habitación, pero con el correr de los siglos, se construyeron y reconstruyeron varios templos, siempre en el mismo sitio. (dicen que hasta 17 veces fue reconstruido).

Siendo su principal fuente de recurso la agricultura, las parcelas de cultivo se instalaron en la periferia de la mancha urbana, y aledaños al brazo del río Éufrates, transformado éste en un gran canal, hasta su desembocadura en el golfo, para hacerlo un río navegable (para la pesca), y para sistematizar el régimen de riego.


El apogeo de la ciudad

Con el invento de la rueda (aprox. 3.500 a.C.), aumento considerablemente el comercio de la pesca, pero fundamentalmente los productos agrícolas, llevando su mercancía a las ciudades estados de Ur, (aprox.24 Km y Uruk aprox. 58 Km). Pero además se comercializaba productos derivados como la cerveza y el vino (algunos de los cultivos más comunes eran cebada, trigo, dátiles, higo, uva, y verduras).

La riqueza agrícola de Eridu, fue fundamental para el importante desarrollo de la ciudad, y la agricultura no hubiese sido posible de no ser por el sofisticado sistema de irrigación, que permitía el cultivo de la tierra incluso en periodos de sequía; y por la planificación, división y distribución de las tierras productivas.


Ante la necesidad del transporte de las cosechas desde el campo a los principales centros de consumo, se construyeron senderos consolidados a la vera de los canales de riego. Estos confluían en una red principal de acceso a la ciudad, conectando con vías urbanas que partían desde los centros de las ciudades.

Dice el ingeniero historiador Valeriano Zorío Blanco: “- Ya que el transporte era en carros de 4 ruedas, es de suponer que sintieran la necesidad de nivelar el terreno efectuando pequeños desmontes y rellenando las hondonadas” ya que los caminos de accesos a los campos acompañaban al terreno natural, no tenían la misma pendiente que los canales de riego. 

Decadencia y fin

A pesar de su importante desarrollo la ciudad, fue abandonada de forma intermitente a lo largo de los años, por razones que siguen siendo desconocidas, y al final se terminó por abandonar por completo, y su población emigrada hacia ciudades vecinas en el año 600 a.C.

Son varias la hipótesis que se tejen al respecto: La causa más probable es el uso excesivo de la tierra. Puede haber sido que el brazo del Éufrates, que atravesaba la ciudad y proveía de agua a los canales de riego, haya cambiado periódicamente su curso hasta que se secó definitivamente. O tal vez sea posible, que la ciudad se abandonara periódicamente para darle tiempo a la tierra a recuperarse. Pero también es probable que se haya debido a la superpoblación que agotó los recursos, considerando que además Eridú, era un centro de peregrinación por el templo al dios Enki, y un polo comercial muy importante por su salida al Golfo Pérsico.

Finalmente, en la opinión del historiador austríaco Leo Oppenheim, “… se debió al aumento de la salinidad producido por el riego continuo, en sus palabras: - sucedió rápidamente, casi de la noche a la mañana la ciudad acabó sepultada bajo grandes dunas de arena”

I.            De cómo se subdividieron, mensuraron, catastraron y registraron, las 700 parcelas cultivadas en Eridu.

El inicio

A la Mesopotamia del Cercano Oriente se la considera como la cuna de las civilizaciones actuales, en particular las occidentales, aunque no solo se desarrolló entre los ríos Trigris y Éufrates, sino en toda aquella región, difundiéndose sus avances culturales y científicos hasta América, luego de influir en Irán, Egipto, Grecia, Roma hacia el oeste, aunque también se extendió por todo el mundo.

Intentando describir sucintamente el proceso histórico de la tenencia de la tierra y su registro debemos recurrir a los historiadores. El hombre en sus primeros pasos sobre la tierra satisfacía sus elementales necesidades alimenticias a partir de la caza, la pesca y la recolección de frutos y otros vegetales. Con el transcurrir del tiempo aprendió que podía reproducir los vegetales a partir de las semillas y conoció como domesticar y criar animales, por lo que su vida cambió y pasó de ser un nómada en busca del sustento a establecerse en un lugar.

Más tarde se desarrollaron familias y después clanes. Luego comenzaron a vivir de manera agrupada, es decir, se inició el proceso que derivó en los primeros poblados. Sus habitantes cultivaban y criaban animales de manera comunitaria. Como consecuencia de ello, resumiendo apretadamente el proceso, utilizaron viviendas separadas y utilizaban el área circundante - el ejido - para desarrollar las tareas necesarias para subsistir.

Al reunirse numerosas personas se hizo necesario contar con alguien que por su fortaleza, o habilidades condujera al grupo por lo que eligieron un jefe, que con el tiempo y el crecimiento de las comunidades cobró más importancia. Por otra parte y en función de requerirse diversos elementos y ciertos conocimientos se fue generando la división del trabajo.

El hombre de la prehistoria desconocía el origen de casi todo lo que lo rodeaba. No sabía por qué hay día y noche, por qué llueve, por qué hace más frío o calor y tantas otras cosas como podamos imaginar, de allí que adjudicaran esos “fenómenos” a seres superiores, a los que no podían ver y seguramente moraban en algún lugar inalcanzable como, por ejemplo, el cielo.

A partir de esas creencias parece una explicación razonable suponer que reconocieron en ciertas personas la capacidad de tener una relación más cercana con las deidades y de tal modo aparecieron los sacerdotes. Algo similar debe haber ocurrido con las personas que comenzaron a entender lo que hoy, en términos generales conocemos como ciencias, entonces ellas adquirieron una posición destacada en la sociedad. 

Las ciudades

La tierra en la que se asentaban aquellas comunidades inicialmente era común a todos. Con el devenir del tiempo cada familia fue tomando para sí una porción del terreno y comenzó lo que conocemos como división de la tierra. Tal forma del uso de la tierra urbana se trasladó al ejido y los historiadores señalan que el rey adjudicaba las porciones de terreno. En algunos casos por la jerarquía que algunas personas adquirieron en aquella sociedad, por servicios prestados o bien por relaciones familiares, que de manera menguada todavía se mantenía.

Cobró principal importancia el templo que con similar estructura edilicia se separó del palacio real, aunque luego varió al punto de adquirir una altura de hasta siete pisos con una base inicial y posteriores plantas de menor tamaño que se construían una sobre otra, llamado Zigurat. No nos detendremos en este tema, pero al solo efecto de ubicarnos en el proceso mencionamos que inicialmente esos edificios eran similares a los utilizados como vivienda, aunque más grandes, al extremo que su designación significaba “Casa Grande”.


La población se distribuía alrededor con calles estrechas. Llegaron a albergar decenas de miles de personas y creció el desarrollo. Con el tiempo llegaron a ser Ciudades Estado, con similares organizaciones, en las que lo más importante era el templo y el palacio. El rey era considerado vicario de la divinidad, lo que le confería más autoridad.

La zona de cultivos

Se trata de una zona bastante llana y los ríos Tigris y Éufrates aportaban buena cantidad de agua, pero para poder aprovecharla necesitaron encontrar un modo para poder aprovechar las condiciones del suelo y tal volumen de agua. Para ello concibieron la construcción de canales. Las fincas tenían en la zona sur, más cerca de la desembocadura de los ríos en el golfo Pérsico – donde inicialmente se desarrollaron las ciudades más importantes - tenían forma rectangular, con uno de los lados menores frente al canal, por lo que gráficamente se lo podría describir como un peine. En las zonas mesopotámicas más al norte, cuyos suelos no tenían la misma capacidad de producción, la  forma de las parcelas era más cuadrangular.


Con el tiempo la ocupación del territorio se fue ampliando y comenzaron los roces entre vecinos La competencia y probablemente la ambición humana produjo situaciones similares se presentaran entre ciudades vecinas, ya haya sido tanto por el uso de la tierra como por el manejo del agua. La consecuencia fueron las guerras e invasiones de unos con otros, por lo que las ciudades comenzaron a estar amuralladas.

Las leyes

Las comunidades tenían ciertas formas de conducta desarrolladas con el correr del tiempo y si surgía un conflicto era el jefe quien resolvía. Cuando los sumerios desarrollaron la escritura esas normas se grabaron en piedra. De lo encontrado hasta el momento se conoce que alrededor del 2.100 a.C. el rey UR-Nammu aprobó el primer código, luego fue Lipit-Ishtar y en tercer término (1.800 a.C) Hammurabi decretó el suyo y más conocido. En ellos se incluyen todos los temas que se relacionan con la convivencia, contemplando cuestiones familiares, penales, comerciales, económicas e inmobiliarias.

El último de ellos se encontró en las excavaciones de Susa, capital de Elam, al sudoeste de Mesopotamia. Se encuentra grabado en una estela negra de diorita con caracteres cuneiformes e incluye 282 normas. Los anteriores probablemente han estado grabados en arcilla cocida y solo se ha encontrado alguna copia.

La tenencia de la tierra


Siguiendo el compás de las modificaciones sociales fueron cambiando las modalidades de la tenencia de la tierra, en especial en las zonas agrarias. Del uso tribal se pasó al comunitario y luego al familiar. Cuando aparecen los jefes con más poder (reyes, sacerdotes, funcionarios), son ellos los que deciden sobre el suelo y a medida que ganaron poder, entre ellos el económico, también incrementaron sus posesiones de tierra, lo que se producía por legado, cesiones o compra.

Esto no significa que buena cantidad de ella no permaneciera en manos “privadas”, pero con la producción los propietarios incrementaban su poderío. En ocasiones los tenedores de la tierra, en especial los que poseían parcelas pequeñas, a raíz de malas cosechas u otras circunstancias, pedían préstamos y finalmente se veían en la necesidad de desprenderse de sus bienes. En aquellos tiempos también se cobraban intereses que se pagaban con la producción y hasta con la entrega de personas Las familias y pequeños productores producían por su cuenta, pero aquellos con mayor jerarquía social y económica tenían personal que se encargaba del laboreo. En ocasiones con esclavos.

El parcelamiento

En el aspecto sobre el que se trata esta aproximación a nuestros orígenes profesionales en relación con la propiedad, hay que remontarse a la edad de piedra, y no me refiero a la cartografía, aspecto muy interesante que se remonta a más lejos en el tiempo, ya que la representación más antigua registrada se encontró en España y se trata de indicaciones que señalan lugares de caza, cursos de agua y otros detalles. 

Nos referimos al hallazgo de la que se interpreta fue la primera carta catastral. Se encontró en la actual Turquía, más precisamente en la península de Anatolia, en excavaciones realizadas en proximidades de la actual ciudad de Alemdar conocido como Çatalhöyük , también llamado Çatal Höyük, ÇatalHüyük o Catal Hüyük , donde en un muro se descubrió lo que es descripto como el plano de la ciudad y al que el agrimensor australiano John F. Brock señaló como el inicio del catastro. Esta representación tiene unos 8.200 años.

Aproximadamente unos 2.700 años después – 3.500 a.C. - nació la escritura y con ello la historia. Se trataba de símbolos pictográficos grabados con un estilete que se presionaba sobre arcilla fresca. Aquello que representaba, por ejemplo una espiga de trigo, con el tiempo se fue simplificando llegando a ser un ideograma.

Podemos suponer que los intercambios de bienes por aquella época se hacían de palabra y en base a la confianza, no obstante, en particular con el crecimiento del comercio entre distintas ciudades y regiones, en la Mesopotamia se desarrollaron sistemas de medidas. Los caracteres representaron no solo cosas, sino que avanzaron a conceptos más abstractos como los números, a los que le siguieron los cálculos.

Los sumerios nos legaron ideas y conceptos que utilizamos hasta el día de hoy. Dividieron el año en doce meses, los días en 24 horas, la hora en 60 minutos y el minuto en 60 segundos. Se destaca el uso de un sistema sexagesimal, dividieron el círculo en 360 grados y sus derivados, minutos y segundos. Conocían las unidades de medidas longitudinales, superficiales y volumétricas. Resolvían problemas de segundo y tercer grado, en resumen, unos adelantados.

Con tal bagaje de conocimientos, los agrimensores de esos tiempos podían determinar ángulos y superficies, calculaban superficies por descomposición en figuras geométricas simples y no solo se limitaban a medir y calcular, dividían en parcelas iguales, más allá de las tareas topográficas, fundamentales para la construcción de templos, palacios, murallas y canales.

De algún modo los Marcadores de Cuerda fueron antecesores de varias especialidades de la ingeniería, la arquitectura y el derecho, en particular en lo que se refiere a los inmuebles, a los escribanos. Estos antecedentes ponen a la agrimensura en un especial lugar en su relación con la propiedad inmueble, los límites en general y el registro de ello. Ello es así porque hasta donde se ha llegado en las investigaciones arqueológicas han participado en la delimitación del dominio entre parcelas y ciudades que en aquella época implicaba una suerte de marcación de límites entre Estados.


Éstas se demarcaban, al igual que hoy, mediante el uso de mojones los que recibían el nombre de Kudurru, que como es muy claro no eran como los actuales. Hoy consideraríamos casi imposible amojonar un predio con aquellos elementos. Se trataba de distintos tipos de piedras, semejantes a un paralelepípedo con el extremo superior redondeado. En sus caras se dejaban constancia de quién era el vendedor y quién el comprador, detallando medidas, superficies y el precio y en ocasiones hasta la forma de pago, es decir, si se pagaba con lana, cereales, metales, piedras preciosas, etc.

Al igual que hoy en aquellos mojones se prevenía que eran intocables, no se podían remover ni destruir bajo pena de recibir las maldiciones de los dioses, a los que mencionaban. Hoy solo se prevén penas de cárcel, que por otra parte no se aplican.

Existen fuertes indicios que se hacía una copia en arcilla, de los datos grabados en la piedra, que se entregaba al comprador. Lo más parecido a una actual escritura traslativa de dominio. También se han encontrado tablillas de arcilla en los templos y palacios, se dónde se deduce que existía un registro de esas operaciones, lo cual era razonable dado que el estado llevaba un detallado control sobre las actividades productivas y comerciales.

En resumen, en el aspecto que nos interesa existía un catastro integrado con lo que hoy conocemos como registro de la propiedad.

Sin lugar a dudas las tareas de nuestros antecesores en la actividad realizaban una verdadera mensura. A la operación de campo en ocasiones asistía el Registrador de Campos que era un funcionario, pero no faltaban los propietarios de los bienes linderos y otros testigos.

El Kudurru, al que un experto propuso, sin éxito, denominar Sammelurkunden  (aduciendo que aquellos se referían a cesiones y éstos a transacciones de compra-venta) también se dejaba constancia de los asistentes al acto en el que se reconocían los límites entre propiedades.

El Catastro

Habiendo mencionado la palabra catastro conviene definir apropiadamente los términos:

Inventario

Del lat. inventarium.

1. m. Asiento de los bienes y demás cosas pertenecientes a una persona o comunidad, hecho con orden y precisión.

Registro

Del lat. mediev. regestum, y este del lat. tardío regesta, -orum

 'registros','memorias', der. del lat. regerĕre 'consignar, transcribir'.

1. m. Acción de registrar.

2. m. Padrón y matrícula.

3. tr. Mirar, examinar algo con cuidado y diligencia.

4. tr. Manifestar o declarar mercancías, géneros o bienes para que sean examinados o anotados

5. tr. Transcribir o extractar en los libros de un registro público las resoluciones de la autoridad o los actos jurídicos de los particulares.

6. tr. Inscribir con fines jurídicos o comerciales la firma de determinadas personas, o una marca comercial.

7. tr. Contabilizar, enumerar los casos reiterados de alguna cosa o suceso. Registraron cuidadosamente todas sus entradas y salidas.

Catastro

Del fr. ant. catastre, este del it. dialect. catastro, este del it. ant. catastico, y este del gr. bizant. κατάστιχον katástichon 'lista', de κατὰ στίχον katà stíchon 'línea a lí-nea'.

8. m. Censo y padrón estadístico de las fincas rústicas y urbanas.

9. m. Contribución real que pagaban nobles y plebeyos, y se imponía sobre todas las rentas fijas y posesiones que producían frutos anuales, fijos o eventuales, como los censos, las hierbas, las bellotas, los molinos, las casas, los ganados, etc.

Estas son las definiciones de la Real Academia Española. Solo hemos transcripto las acepciones que hacen a la tarea agrimensural.

Conclusiones

Siguiendo el razonamiento que proponen las definiciones podemos concluir en que un Registro Público es una colección de información abierta a todos los ciudadanos. Sin dudas los hay de diversos tipos en función de la información que recogen, en cuanto al Catastro al que nos referimos se trata aquellos en los que de la información que contienen se refiere a la situación de hecho de los inmuebles, en relación con el derecho. Concepto este último que se desatiende en muchas instituciones, en particular aquellas que consideran al catastro solo como un elemento para cobrar los impuestos a la propiedad.

Si bien desde sus orígenes las registros inmobiliarios aportaban datos que soportaban las contribuciones por parte de los propietarios al estado, incluyendo hasta la capacidad de producción del inmueble, al día de hoy estas funciones se han diversificado considerando toda la información con la que cuenta este Registro Público, que permite por una parte desarrollar su histórica (o prehistórica) función de conocer no solo la situación de la tierra en cuanto a sus medidas, ubicación, propietarios y linderos sino también las afectaciones jurídicas, como servidumbres u otras restricciones al dominio.

Hoy los catastros permiten contar con una base cartográfica para desarrollar gráficamente gran cantidad de información tal como los usos de la tierra, las concentraciones poblacionales, vías de comunicación y una enorme cantidad de datos que son requeridos para el planeamiento urbano, rural y regional, a lo que debemos agregar el conocimiento de producciones de todo tipo, datos climáticos, calidad de los suelos y un largo etcétera.

Sin duda ninguna, tales objetivos ya se buscaban hace milenios, lo que me causa curiosidad y me impulsa a profundizar en el tema. Siempre tenemos algo que aprender.

Académico Agrimensor Marco Manuel Lanari 

II.                     De cómo la arqueología y la agrimensura van de la mano

Los hombres de la cuerda

Los agrimensores eran conocidos con el nombre de "hombres de la cuerda". En una serie de tabletas CDLI  , se lo representa, utilizando una cuerda anudada, enrollada en un anillo y una vara de medición (gi en sumerio).

Los conocimientos de agrimensura adquiridos en las escuelas de ciencias, que nacieron y se desarrollaron en Eridu, Uruk y Ur, rápidamente se expandieron por toda la Mesopotamia: Babilonia y Asiria; cruzó el Eufrates y el Tigris y llegó a Susa. Y más tarde y cruzaron las fronteras y llegaron a Anatolia y Egipto, florecieron en la civilización griega, luego aplicadas en el imperio romano y más tarde, en la llamada edad de oro del Islam.

Además, es necesario destacar, que el carácter sagrado que le confería su estatus de sacerdote, se extendía a los procedimientos y procesos de la agrimensura, como así tambien a los mojones colocados y de sus instrumentos de medición, los cuales “eran provistos directamente por los dioses a los reyes”.

En el compendio Breve historia del mundo antiguo de Raquel López Medero, dice: “Ur-Nammu, (rey de Sumeria y redactor del primer código de leyes), se ufana de haber hecho resplandecer la justicia en su país. La idea de justicia se relaciona directamente con la vara de medir y con la cinta de agrimensor, que ha recibido de la mano de los dioses … ambos objetos simbolizan el concepto de justicia, que es el que legitima el modelo redistributivo de la economía, en donde cada uno espera recibir en proporción a lo que aporta. El rey organizador es al mismo tiempo el rey constructor.”Dado las evidencias arqueológicas encontradas en Eridu, está más que claro que nuestros ancestros agrimensores, cuando no estaban demarcando y deslindando parcelas de cultivo; tuvieron una destacada e importante labor en las mediciones topográficas, destinadas al replanteo para la construcción de las grandes obras de arquitectura (templos, zigurats, ciudades); de ingeniería hidráulica (canales de riego, canales de drenajes, obras de toma, diques compensadores, lagunas de retención); e ingeniería vial (caminos rurales y urbanos, rutas, puentes); pero además su labor no se limitó exclusivamente al ámbito de la topografía, sino que se extendió también a la cartografía y el posicionamiento astronómico.

Dice Daniel Mejía Carmona: -“ en Sumer cobró suma importancia el sacerdote, no solo por regir la vida religiosa de las comunidades, sino también porque dirigía los trabajos de agrimensura, gestionaba la propiedad de la tierra y su parcelamiento, el registro y el catastro. También las planificaciones de las vastas obras públicas estaban bajo su control y el comercio con otras ciudades-estado”.

El instrumental

El levantamiento topográfico para la generación de planos de construcción, implicaban el uso de instrumentos de nivelación, varillas de medición, dibujo y mapeo en tablillas de barro cocido. Los sumerios designaron un sistema de medidas de longitud y usaban cuerdas con nudos, cada uno de ellos a la distancia de un codo[6]. Para el replanteo de los ángulos rectos, empleaban la cuerda sagrada de 12 nudos, aplicaban la ley 3-4-5 y sus múltiplos (3n, 4n y 5n), a lo que muchos siglos más tarde, Pitágoras le daría una explicación científica, en su famoso teorema que aun estudiamos en la escuela secundaria. Para la medición del tiempo se usaba el reloj de agua (clepsidra), necesario para las determinaciones astronómicas, conjuntamente con el primer y más rudimentario astrolabio [7], y el gnomon [8].

Las unidades

La unidad estándar de medida era el codo y la más pequeña era el dígito, que equivalía a 1,65 cm; y 30 dígitos equivalían a un pie de 49,5 cm. La vara más usada para trazar los planos de las grandes propiedades y edificios monumentales, era el “ninda” (3 m) y además la “caña”, que equivalía a 12 pies, (apox.6 m). Los campos, se midieron con cuerdas “eš”, de longitud aprox. de 60m.

La importancia de este Hallazgo de la Arqueología

Este hallazgo, confirma una vez más la presencia y el protagonismo del agrimensor, desde que el primer geógrafo en plena edad de piedra, grabó el plano de cacería en una cueva, y desde que el hombre abandona las cavernas hasta que se asienta en los primeros conglomerados urbanos; y en este caso en particular en Eridu, la ciudad más antigua de la civilización sumeria.

Imaginemos la encomiable tarea que llevó a cabo en los levantamientos previos, que tuvo que realizar miles de perfiles longitudinales y transversales del terreno natural, el relevamiento de dorsales y colectoras y tal vez, tambien la batimetría del brazo del delta del Eufrates; para generar planos de proyectos, para más de 200 canales principales y 4.000 canales secundarios!!!!.

Y no menos importante y tal vez mucho más, fue el replanteo posterior de las pendientes de esta densa red, en un terreno tan llano como era el delta del Tigris y el Éufrates; que según el google Earth, las alturas varían entre 3m s/nmm, y 9 o 10m s/nmm. Es decir que las pendientes a replantear de la solera de los canales, debió estar en todos los casos por debajo del 1 /1000.

Con el agravante adicional, que mientras los caminos (huellas), seguían aprox. el nivel del terreno natural, el nivel del nivel del pelo de agua del canal debía estar por encima, a fin de abrir una compuerta para irrigar el campo por gravedad. Al menos los 200 canales principales, estaban contenidos por muros de ladrillos impermeabilizados con betún.

Imaginemos ahora (aunque sea difícil), como pueden haber logrado semejantes precisiones, disponiendo de un instrumental tan rudimentario como antes se dijo: una soga anudada para la medición de la distancia, el merkhet (o merchet) y el bay, para las alineaciones, el codo de nippur, plomadas, y el “nivel de agua de burro”, el nivel “A”, o cuerdas tensadas para las nivelaciones.

El mismo instrumental y métodos de medición, también fue usado para el relevamiento y proyecto de las obras viales: y de las monumentales obras de arquitectura.



Como se puede interpretar en la figura del google earth, la trama rural, en su mayoría fue planificada con una orientación de aproximadamente 45º grados del norte geográfico; distinto a otras culturas donde el rumbo origen era el norte o el Oriente; en este caso era la dirección del viento, que era soplado por “Ishtar”[9]

è Pero allí no queda la cosa, luego de 5.000, 6.000 o tal vez 7.000 años, vuelven los agrimensores, con toda la tecnología de última generación, como dice el artículo en cuestión: “tecnología de teledetección, se emplearon imágenes satelitales de alta resolución, incluyendo imágenes del programa CORONA de la década de 1960, drones fotogramétricos y fotografía terrestre”. Estaciones totales, LiDAR terrestre y  aéreo; y GNSS;  para rescatar del olvido aquellas proezas de nuestros ancestros.

è ¡Lector!, acompáñenos a imaginar una escena.

Supongamos que al menos 6.000 años atrás, aun perdure el espíritu de aquellos hombres, guiando tal vez a los nuevos colegas, que llevan un bastón con prismas, diciéndoles: - “Por aquí por aquí, aquí estaba la compuerta de un distribuidor”.

Y otro más allá señalando: - “aquí coloqué un punto fijo del sistema de apoyo, era un poste de palmera”.

Y aquel (de mayor edad), les indica – “miren miren … este puente canal lo replanteó el agrimensor Mardoqueo y funcionó más de un milenio.

Mientras que la agrimensora más joven del equipo actual, quien lleva en su mano derecha un bastón con un rover GNSS, escucha una voz que le susurra al oido, pero que no viene del walkie-talkie, sino del viento soplado por Ishtar … y que orgullosamente dice: - “yo era el sumo sacerdote durante el reinado de Utu-hengal, aquí planté un kudurru, para delimitar el esquinero de estos 4 campos.”

 

… y de este modo, en este viaje en el tiempo, en una travesía varios milenios atrás, atravesando antiquísimas civilizaciones y culturas … vuelven los geómetras a la vida, contándonos sus vivencias, métodos y precisiones. Y nos dejan una enseñanza, aun con rudimentarios instrumentos y la metodología adecuada, los resultados fueron excelentes, gracias a los conocimientos adquiridos, el criterio y el ingenio.

Ing. Agrimensor Armando del Bianco


[1] Guillermo Carvajal Licenciado en Historia del Arte, ex-bibliotecario, en la blogosfera desde 2005 con La Brújula Verde. Escribe sobre historia, arte, cultura, viajes, geografía...

[2] Jotheri está afiliado al Departamento de Arqueología de la Universidad de Al-Qadisiyah en Diwaniyah, Irak, y al Departamento de Arqueología de la Universidad de Durham en el Reino Unido.

[3] Textos extraídos de Historia Universal Asimov – pags.Web - Chat GPT.

[4] Zigurat (o ziquratum): una torre escalonada hasta de siete pisos, que albergaba el templo que servía para ceremonias religiosas; pero también funcionaba como observatorio astronómico, escuela, vivienda del sacerdote y su familia. Los zigurates eran templos altos, para que la gente pudiera estar más cerca de dios.

[5] Ur-Namu: Fue el primer rey de Sumer y de Acad. Fundó un gran imperio y redactó el primer código de leyes que registra la historia y que lleva su nombre.

[6] Un significativo avance en la estandarización de las medidas se produjo en el año 2.650 a. C., se crea el codo de Nippur.

[7] Astrolabio: «buscador de estrellas». Instrumento que se utilizaba para determinar la latitud y hora observando a estrellas conocidas.

[8] Gnomon: Reloj de sol. Instrumento que se utilizaba para determinar la dirección del meridiano, la latitud y hora.

[9] Ishtar: en Sumeria diosa del amor, la agricultura y la agrimensura: en sus manos lleva una cuerda y una vara de medir, clarificando aún más, el carácter sagrado de los instrumentos de medición del agrimensor. Como eran sus mojones, marcas y señales, y su investidura.

1 comentario:

  1. Muchas gracias Aldo, por darnos un espacio en tu blog.

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