Reproduzco a continuación el artículo sumamente interesante ARQUEOAGRIMENSURA escrito en colaboración, entre el Agrimensor Académico Marco Manuel Lanari y el Ing. Agrim. Armando Del Bianco.
Las notas indicadas como [1] a [9] están al final del texto
El motivo que dio origen a este
escrito, fue un artículo generado en las redes sociales, en que un grupo
internacional de arqueólogos, formando parte de un equipo interdisciplinario
mayor, los colegas agrimensores cumplen un destacado rol, relevando hechos
existentes, interpretando mapas antiguos, cartografiando la información, que
arqueólogos e Ingenieros Hidráulicos requerían.
En el escrito, los agrimensores Marco Manuel
Lanari y Armando Del Bianco, van a analizar el artículo de referencia, conforme
a la especialidad de cada uno.
Asi, Marco hará su comentario referido
a la división, régimen y tenencia de la tierra, las mensuras, el catastro y el
registro de las propiedades, en Sumeria, y por ende de las hasta ahora, 700 parcelas
censadas en Eridu.
Armando, se referirá a la
participación del agrimensor en las obras de arquitectura y especialmente de la
Ingeniería vial e hidráulica, en lo que fue la más antigua ciudad Sumeria.
Arqueoagrimensura
Conocemos el protagonismo y la participación de la agrimensura, desde el origen de la “Historia”, hasta nuestros días, gracias a la denodada tarea de los historiadores, especialmente de uno de ellos, “Heródoto” (llamado el padre de la historia).
Pero a veces, hay hechos que escapan a los
registros, o se pierden en la tradición oral; es entonces cuando la arqueología
llega en nuestra ayuda, y desenterrando capa por capa, nos va iluminando sobre
un pasado donde brilló la profesión.
Así hoy podemos recrear como fueron
replanteados los jardines colgantes de Babilonia, el fabuloso templo del rey
Salomón, o los sistemas de desagües y alcantarillado de Persépolis. Gracias a
la arqueología, y la arqueoastronomía sabemos que los megalitos de Stonehenge
(Reino Unido, 3.000 a.C.), no era una base de extraterrestres, sino un
extraordinario observatorio astronómico, replanteado en el terreno por antiguos
agrimensores. Y gracias también a la arqueoastronomía, conocemos a cuál
estrella apuntó el colega egipcio (unuts), para orientar la gran pirámide.
Por este motivo, es que nos pareció
interesante y necesario, llegar a los colegas, y en particular a los jóvenes recién
recibidos y estudiantes de la carrera, para destacar una vez más nuestra
importante labor, una profesión milenaria ejercida desde los albores de la
humanidad.
Nota: He aquí el texto del artículo publicado en
las redes:
“Arqueólogos
descubren una red de más de 4.000 canales y 700 granjas en Eridu, la primera
ciudad de la historia según las fuentes mesopotámicas.”
Canales en Eridu. Mesopotamia
En el corazón de la antigua
Mesopotamia un grupo de investigadores ha logrado un hito arqueológico
significativo: la identificación y cartografía de una vasta red de canales de
irrigación en la región de Eridu, en el sur de Irak, la más meridional de todas
las grandes ciudades mesopotámicas y, según la Lista Real Sumeria, la más
antigua ciudad de la historia.
La investigación, realizada por un equipo multidisciplinario de arqueólogos y geólogos de diversas universidades e instituciones internacionales, confirma que la región de Eridu, ocupada desde el sexto hasta el primer milenio antes de Cristo, conserva una de las redes de irrigación más antiguas y mejor preservadas de Mesopotamia. Históricamente, la Mesopotamia ha sido dependiente del río Éufrates y sus afluentes para la irrigación de cultivos. La capacidad de desviar el agua de estos ríos a través de canales fue esencial para la sostenibilidad de los asentamientos urbanos. Sin embargo, la mayoría de las estructuras de irrigación antiguas han sido sepultadas bajo sedimentación fluvial o reemplazadas por redes de períodos posteriores, lo que ha dificultado el estudio detallado de los primeros sistemas agrícolas.
A diferencia de otras zonas, la
región de Eridu quedó deshabitada tras un cambio en el curso del Éufrates, lo
que permitió que su paisaje arqueológico permaneciera relativamente intacto.
Esta situación excepcional ha permitido a los investigadores identificar y
mapear con precisión una compleja red de canales artificiales que preceden al
primer milenio antes de Cristo.
·
Para este estudio, los arqueólogos utilizaron un enfoque interdisciplinario que combinó análisis geomorfológico, revisión de mapas históricos y tecnología de teledetección. Se emplearon imágenes satelitales de alta resolución, incluyendo imágenes del programa CORONA de la década de 1960, drones y fotografía terrestre para validar los hallazgos.
·
Uno de los
métodos clave para diferenciar canales naturales de los artificiales fue el
análisis de los patrones de flujo del agua, la topografía, la dirección de las
corrientes y la presencia de estructuras de control hidráulico como diques y
brechas naturales o artificiales en los diques de los ríos, que permitían la
distribución controlada del agua sobre la llanura aluvial.
Los resultados revelaron una red
de irrigación altamente desarrollada, compuesta por más de 200 canales principales, algunos de hasta 9 Km de longitud y de 2 m a 5 m de ancho, conectados directamente
con el antiguo cauce del Eufrates.
Además, se identificaron más de 4.000 canales menores, de entre 10 m y
200 m de longitud, que servían para distribuir el agua a las parcelas
agrícolas.
El equipo también documentó la
existencia de alrededor de 700
granjas organizadas alrededor de estos canales secundarios. Estas granjas, que
variaban en extensión entre 500 m2 y 20.000 m2, reflejan
un sistema agrícola intensivo y bien estructurado, basado en la distribución
equitativa del agua.
Un aspecto notable del hallazgo
es que, a diferencia de otras regiones mesopotámicas donde el curso de los ríos
cambió drásticamente a lo largo de los siglos, en la región de Eridu el Éufrates
mantuvo una relativa estabilidad, lo que permitió que los canales principales
conservaran su funcionalidad durante siglos. El estudio confirma que la
agricultura en Mesopotamia no solo dependía de la fertilidad natural del suelo,
sino también de una planificación hidráulica sofisticada. La construcción y
mantenimiento de estos canales requería un conocimiento avanzado de ingeniería
hidráulica y una organización social que asegurara su funcionamiento.
Uno de los desafíos actuales es
determinar con precisión la cronología de los diferentes segmentos de la red de
irrigación. Para ello, los investigadores planean realizar excavaciones
estratigráficas en puntos clave y analizar restos de sedimentos para fechar con
mayor precisión el uso de los canales. Además, se buscará comparar estos
hallazgos con inscripciones cuneiformes de la época, con la esperanza de
correlacionar los registros escritos con las evidencias físicas. Esta
comparación podría arrojar nueva información sobre la administración del agua
en los antiguos estados mesopotámicos.”
Nota de los
autores: Como se puede apreciar, en el artículo de Guillermo Carvajal,
dice: “Estas granjas, que variaban en extensión entre 500 m2 y
20.000 m2, reflejan un sistema agrícola intensivo…”, consideramos
que debe tratarse de un error tipográfico, y que la cantidad debe ser 2.000 m2.
Siendo la medida de superficie el “sar”, equivalente aprox. a 36m2,
las parcelas debían estar comprendidas entre 15 y 55 sar.
Eridu (≈ 5400
a.C.- 600 a.C.) [3]
Estaba considerada por los antiguos sumerios como la primera ciudad del mundo, y se cuenta entre las ruinas más antiguas de Mesopotamia.
Fue fundada por pueblos nómades
semitas, probablemente en el 5.400 a.C. y se creía que había sido la morada de los
dioses.
Hasta la construcción de los Jardines
colgantes de Babilonia y de Nínive, Eridu era considerada la metrópolis más
bella de todas las ciudades estado de la Mesopotamia. Era tan bella, que los
escritores del Génesis de la Biblia, la llamaron el "Jardín del Edén"
(el paraíso).
El núcleo urbano giraba en torno al
templo principal donde nació el dios Enki, llamado E-Abzu o «Casa del
Acuífero”, posteriormente fue reconstruido como un gran zigurat[4]
por el rey Ur-Nammu[5], que reinó de 2047-2030 a.C.
El primero de todos, el más
antiguo (período Ubaid), consistía en una pequeña habitación, pero con el
correr de los siglos, se construyeron y reconstruyeron varios templos, siempre
en el mismo sitio. (dicen que hasta 17 veces fue reconstruido).
Siendo
su principal fuente de recurso la agricultura, las parcelas de cultivo se
instalaron en la periferia de la mancha urbana, y aledaños al brazo del río
Éufrates, transformado éste en un gran canal, hasta su desembocadura en el
golfo, para hacerlo un río navegable (para la pesca), y para sistematizar el régimen
de riego.
El apogeo de la ciudad
Con el invento de la rueda (aprox.
3.500 a.C.), aumento considerablemente el comercio de la pesca, pero
fundamentalmente los productos agrícolas, llevando su mercancía a las ciudades
estados de Ur, (aprox.24 Km y Uruk aprox. 58 Km). Pero además se comercializaba
productos derivados como la cerveza y el vino (algunos de los cultivos más
comunes eran cebada, trigo, dátiles, higo, uva, y verduras).
La riqueza agrícola de Eridu, fue
fundamental para el importante desarrollo de la ciudad, y la agricultura no
hubiese sido posible de no ser por el sofisticado sistema de irrigación, que
permitía el cultivo de la tierra incluso en periodos de sequía; y por la
planificación, división y distribución de las tierras productivas.
Ante la necesidad del transporte de las cosechas desde el campo a los principales centros de consumo, se construyeron senderos consolidados a la vera de los canales de riego. Estos confluían en una red principal de acceso a la ciudad, conectando con vías urbanas que partían desde los centros de las ciudades.
Dice el ingeniero historiador Valeriano Zorío Blanco: “- Ya que el transporte era en carros de 4 ruedas, es de suponer que sintieran la necesidad de nivelar el terreno efectuando pequeños desmontes y rellenando las hondonadas” ya que los caminos de accesos a los campos acompañaban al terreno natural, no tenían la misma pendiente que los canales de riego.
Decadencia y fin
A pesar de su importante
desarrollo la ciudad, fue abandonada de forma intermitente a lo largo de los
años, por razones que siguen siendo desconocidas, y al final se terminó por
abandonar por completo, y su población emigrada hacia ciudades vecinas en el
año 600 a.C.
Son varias la hipótesis que se
tejen al respecto: La causa más probable es el uso excesivo de la tierra. Puede
haber sido que el brazo del Éufrates, que atravesaba la ciudad y proveía de
agua a los canales de riego, haya cambiado periódicamente su curso hasta que se
secó definitivamente. O tal vez sea posible, que la ciudad se abandonara
periódicamente para darle tiempo a la tierra a recuperarse. Pero también es
probable que se haya debido a la superpoblación que agotó los recursos,
considerando que además Eridú, era un centro de peregrinación por el templo al
dios Enki, y un polo comercial muy importante por su salida al Golfo Pérsico.
Finalmente, en la opinión del historiador austríaco Leo Oppenheim, “… se debió al aumento de la salinidad producido por el riego continuo, en sus palabras: - sucedió rápidamente, casi de la noche a la mañana la ciudad acabó sepultada bajo grandes dunas de arena”.
I.
De cómo se
subdividieron, mensuraron, catastraron y registraron, las 700 parcelas
cultivadas en Eridu.
El inicio
A la Mesopotamia del Cercano Oriente se
la considera como la cuna de las civilizaciones actuales, en particular las
occidentales, aunque no solo se desarrolló entre los ríos Trigris y Éufrates,
sino en toda aquella región, difundiéndose sus avances culturales y científicos
hasta América, luego de influir en Irán, Egipto, Grecia, Roma hacia el oeste,
aunque también se extendió por todo el mundo.
Intentando describir sucintamente el
proceso histórico de la tenencia de la tierra y su registro debemos recurrir a
los historiadores. El hombre en sus primeros pasos sobre la tierra satisfacía
sus elementales necesidades alimenticias a partir de la caza, la pesca y la
recolección de frutos y otros vegetales. Con el transcurrir del tiempo aprendió
que podía reproducir los vegetales a partir de las semillas y conoció como
domesticar y criar animales, por lo que su vida cambió y pasó de ser un nómada
en busca del sustento a establecerse en un lugar.
Más tarde se desarrollaron familias y después
clanes. Luego comenzaron a vivir de manera agrupada, es decir, se inició el
proceso que derivó en los primeros poblados. Sus habitantes cultivaban y
criaban animales de manera comunitaria. Como consecuencia de ello, resumiendo
apretadamente el proceso, utilizaron viviendas separadas y utilizaban el área
circundante - el ejido - para desarrollar las tareas necesarias para subsistir.
Al reunirse numerosas personas se hizo
necesario contar con alguien que por su fortaleza, o habilidades condujera al
grupo por lo que eligieron un jefe, que con el tiempo y el crecimiento de las comunidades
cobró más importancia. Por otra parte y en función de requerirse diversos
elementos y ciertos conocimientos se fue generando la división del trabajo.
El hombre de la prehistoria desconocía
el origen de casi todo lo que lo rodeaba. No sabía por qué hay día y noche, por
qué llueve, por qué hace más frío o calor y tantas otras cosas como podamos imaginar,
de allí que adjudicaran esos “fenómenos” a seres superiores, a los que no
podían ver y seguramente moraban en algún lugar inalcanzable como, por ejemplo,
el cielo.
A partir de esas creencias parece una explicación razonable suponer que reconocieron en ciertas personas la capacidad de tener una relación más cercana con las deidades y de tal modo aparecieron los sacerdotes. Algo similar debe haber ocurrido con las personas que comenzaron a entender lo que hoy, en términos generales conocemos como ciencias, entonces ellas adquirieron una posición destacada en la sociedad.
Las ciudades
La tierra en la que se asentaban aquellas
comunidades inicialmente era común a todos. Con el devenir del tiempo cada
familia fue tomando para sí una porción del terreno y comenzó lo que conocemos
como división de la tierra. Tal forma del uso de la tierra urbana se trasladó
al ejido y los historiadores señalan que el rey adjudicaba las porciones de
terreno. En algunos casos por la jerarquía que algunas personas adquirieron en
aquella sociedad, por servicios prestados o bien por relaciones familiares, que
de manera menguada todavía se mantenía.
Cobró principal importancia el templo que con
similar estructura edilicia se separó del palacio real, aunque luego varió al
punto de adquirir una altura de hasta siete pisos con una base inicial y
posteriores plantas de menor tamaño que se construían una sobre otra, llamado
Zigurat. No nos detendremos en este tema, pero al solo efecto de ubicarnos en
el proceso mencionamos que inicialmente esos edificios eran similares a los
utilizados como vivienda, aunque más grandes, al extremo que su designación
significaba “Casa Grande”.
La población se distribuía alrededor con calles estrechas. Llegaron a albergar decenas de miles de personas y creció el desarrollo. Con el tiempo llegaron a ser Ciudades Estado, con similares organizaciones, en las que lo más importante era el templo y el palacio. El rey era considerado vicario de la divinidad, lo que le confería más autoridad.
La zona de
cultivos
Se trata de una zona bastante llana y los ríos
Tigris y Éufrates aportaban buena cantidad de agua, pero para poder
aprovecharla necesitaron encontrar un modo para poder aprovechar las
condiciones del suelo y tal volumen de agua. Para ello concibieron la construcción
de canales. Las fincas tenían en la zona sur, más cerca de la desembocadura de
los ríos en el golfo Pérsico – donde inicialmente se desarrollaron las ciudades
más importantes - tenían forma rectangular, con uno de los lados menores frente
al canal, por lo que gráficamente se lo podría describir como un peine. En las
zonas mesopotámicas más al norte, cuyos suelos no tenían la misma capacidad de
producción, la forma de las parcelas era
más cuadrangular.
Con el tiempo la ocupación del territorio se fue ampliando y comenzaron los roces entre vecinos La competencia y probablemente la ambición humana produjo situaciones similares se presentaran entre ciudades vecinas, ya haya sido tanto por el uso de la tierra como por el manejo del agua. La consecuencia fueron las guerras e invasiones de unos con otros, por lo que las ciudades comenzaron a estar amuralladas.
Las leyes
Las comunidades tenían ciertas formas de conducta
desarrolladas con el correr del tiempo y si surgía un conflicto era el jefe
quien resolvía. Cuando los sumerios desarrollaron la escritura esas normas se
grabaron en piedra. De lo encontrado hasta el momento se conoce que alrededor
del 2.100 a.C. el rey UR-Nammu aprobó el primer código, luego fue Lipit-Ishtar
y en tercer término (1.800 a.C) Hammurabi decretó el suyo y más conocido. En
ellos se incluyen todos los temas que se relacionan con la convivencia,
contemplando cuestiones familiares, penales, comerciales, económicas e
inmobiliarias.
El último de ellos se encontró en las
excavaciones de Susa, capital de Elam, al sudoeste de Mesopotamia. Se encuentra
grabado en una estela negra de diorita con caracteres cuneiformes e incluye 282
normas. Los anteriores probablemente han estado grabados en arcilla cocida y
solo se ha encontrado alguna copia.
La tenencia de la
tierra
Siguiendo el compás de las modificaciones sociales fueron cambiando las modalidades de la tenencia de la tierra, en especial en las zonas agrarias. Del uso tribal se pasó al comunitario y luego al familiar. Cuando aparecen los jefes con más poder (reyes, sacerdotes, funcionarios), son ellos los que deciden sobre el suelo y a medida que ganaron poder, entre ellos el económico, también incrementaron sus posesiones de tierra, lo que se producía por legado, cesiones o compra.
Esto no significa que buena cantidad de ella no
permaneciera en manos “privadas”, pero con la producción los propietarios
incrementaban su poderío. En ocasiones los tenedores de la tierra, en especial
los que poseían parcelas pequeñas, a raíz de malas cosechas u otras
circunstancias, pedían préstamos y finalmente se veían en la necesidad de
desprenderse de sus bienes. En aquellos tiempos también se cobraban intereses
que se pagaban con la producción y hasta con la entrega de personas Las
familias y pequeños productores producían por su cuenta, pero aquellos con
mayor jerarquía social y económica tenían personal que se encargaba del
laboreo. En ocasiones con esclavos.
El parcelamiento
En el aspecto sobre el que se trata esta aproximación a nuestros orígenes profesionales en relación con la propiedad, hay que remontarse a la edad de piedra, y no me refiero a la cartografía, aspecto muy interesante que se remonta a más lejos en el tiempo, ya que la representación más antigua registrada se encontró en España y se trata de indicaciones que señalan lugares de caza, cursos de agua y otros detalles.
Nos referimos al hallazgo de la que se interpreta
fue la primera carta catastral. Se encontró en la actual Turquía, más
precisamente en la península de Anatolia, en excavaciones realizadas en
proximidades de la actual ciudad de Alemdar conocido como Çatalhöyük , también llamado Çatal
Höyük, ÇatalHüyük o Catal Hüyük , donde en un muro se descubrió
lo que es descripto como el plano de la ciudad y al que el agrimensor
australiano John F. Brock señaló como el inicio del catastro. Esta
representación tiene unos 8.200 años.
Aproximadamente unos 2.700 años después – 3.500
a.C. - nació la escritura y con ello la historia. Se trataba de símbolos
pictográficos grabados con un estilete que se presionaba sobre arcilla fresca.
Aquello que representaba, por ejemplo una espiga de trigo, con el tiempo se fue
simplificando llegando a ser un ideograma.
Podemos suponer que los intercambios de bienes
por aquella época se hacían de palabra y en base a la confianza, no obstante,
en particular con el crecimiento del comercio entre distintas ciudades y
regiones, en la Mesopotamia se desarrollaron sistemas de medidas. Los
caracteres representaron no solo cosas, sino que avanzaron a conceptos más
abstractos como los números, a los que le siguieron los cálculos.
Los sumerios nos legaron ideas y conceptos que
utilizamos hasta el día de hoy. Dividieron el año en doce meses, los días en 24
horas, la hora en 60 minutos y el minuto en 60 segundos. Se destaca el uso de
un sistema sexagesimal, dividieron el círculo en 360 grados y sus derivados,
minutos y segundos. Conocían las unidades de medidas longitudinales,
superficiales y volumétricas. Resolvían problemas de segundo y tercer grado, en
resumen, unos adelantados.
De algún modo los Marcadores de Cuerda fueron
antecesores de varias especialidades de la ingeniería, la arquitectura y el
derecho, en particular en lo que se refiere a los inmuebles, a los escribanos.
Estos antecedentes ponen a la agrimensura en un especial lugar en su relación
con la propiedad inmueble, los límites en general y el registro de ello. Ello
es así porque hasta donde se ha llegado en las investigaciones arqueológicas
han participado en la delimitación del dominio entre parcelas y ciudades que en
aquella época implicaba una suerte de marcación de límites entre Estados.
Éstas se demarcaban,
al igual que hoy, mediante el uso de mojones los que recibían el nombre de Kudurru, que como es muy claro no eran
como los actuales. Hoy consideraríamos casi imposible amojonar un predio con
aquellos elementos. Se trataba de distintos tipos de piedras, semejantes a un
paralelepípedo con el extremo superior redondeado. En sus caras se dejaban
constancia de quién era el vendedor y quién el comprador, detallando medidas,
superficies y el precio y en ocasiones hasta la forma de pago, es decir, si se
pagaba con lana, cereales, metales, piedras preciosas, etc.
Al igual que hoy en aquellos mojones se prevenía
que eran intocables, no se podían remover ni destruir bajo pena de recibir las
maldiciones de los dioses, a los que mencionaban. Hoy solo se prevén penas de
cárcel, que por otra parte no se aplican.
Existen fuertes indicios que se hacía una copia
en arcilla, de los datos grabados en la piedra, que se entregaba al comprador.
Lo más parecido a una actual escritura traslativa de dominio. También se han
encontrado tablillas de arcilla en los templos y palacios, se dónde se deduce
que existía un registro de esas operaciones, lo cual era razonable dado que el
estado llevaba un detallado control sobre las actividades productivas y
comerciales.
En resumen, en el aspecto que nos interesa
existía un catastro integrado con lo que hoy conocemos como registro de la propiedad.
Sin lugar a
dudas las tareas de nuestros antecesores en la actividad realizaban una
verdadera mensura. A la operación de campo en ocasiones asistía el Registrador
de Campos que era un funcionario, pero no faltaban los propietarios de los
bienes linderos y otros testigos.
El Kudurru,
al que un experto propuso, sin éxito, denominar Sammelurkunden (aduciendo que aquellos se referían a
cesiones y éstos a transacciones de compra-venta) también se dejaba constancia
de los asistentes al acto en el que se reconocían los límites entre
propiedades.
El Catastro
Habiendo mencionado la palabra
catastro conviene definir apropiadamente los términos:
Inventario
Del lat. inventarium.
1. m.
Asiento de los bienes y demás cosas pertenecientes a una persona o comunidad,
hecho con orden y precisión.
Registro
Del lat. mediev. regestum, y este del lat. tardío regesta,
-orum
'registros','memorias',
der. del lat. regerĕre 'consignar, transcribir'.
1.
m. Acción de registrar.
2.
m. Padrón y matrícula.
3.
tr. Mirar, examinar algo con cuidado y diligencia.
4. tr. Manifestar o declarar mercancías, géneros o bienes para que sean examinados o anotados
5. tr. Transcribir o extractar en
los libros de un registro público las resoluciones de la autoridad o los actos
jurídicos de los particulares.
6. tr. Inscribir con fines
jurídicos o comerciales la firma de determinadas personas, o una marca
comercial.
7. tr. Contabilizar, enumerar los
casos reiterados de alguna cosa o suceso. Registraron cuidadosamente todas sus
entradas y salidas.
Catastro
Del fr. ant. catastre, este del it.
dialect. catastro, este del it. ant. catastico, y este del gr. bizant. κατάστιχον
katástichon 'lista', de κατὰ στίχον katà stíchon 'línea
a lí-nea'.
8. m.
Censo y padrón estadístico de las fincas rústicas y urbanas.
9. m.
Contribución real que pagaban nobles y plebeyos, y se imponía sobre todas las
rentas fijas y posesiones que producían frutos anuales, fijos o eventuales,
como los censos, las hierbas, las bellotas, los molinos, las casas, los
ganados, etc.
Estas son las definiciones de la Real
Academia Española. Solo hemos transcripto las acepciones que hacen a la tarea
agrimensural.
Conclusiones
Siguiendo el razonamiento que proponen
las definiciones podemos concluir en que un Registro Público es una colección
de información abierta a todos los ciudadanos. Sin dudas los hay de diversos
tipos en función de la información que recogen, en cuanto al Catastro al que
nos referimos se trata aquellos en los que de la información que contienen se
refiere a la situación de hecho de los inmuebles, en relación con el derecho.
Concepto este último que se desatiende en muchas instituciones, en particular
aquellas que consideran al catastro solo como un elemento para cobrar los
impuestos a la propiedad.
Si bien desde sus orígenes las
registros inmobiliarios aportaban datos que soportaban las contribuciones por
parte de los propietarios al estado, incluyendo hasta la capacidad de
producción del inmueble, al día de hoy estas funciones se han diversificado
considerando toda la información con la que cuenta este Registro Público, que
permite por una parte desarrollar su histórica (o prehistórica) función de
conocer no solo la situación de la tierra en cuanto a sus medidas, ubicación, propietarios
y linderos sino también las afectaciones jurídicas, como servidumbres u otras
restricciones al dominio.
Hoy los
catastros permiten contar con una base cartográfica para desarrollar
gráficamente gran cantidad de información tal como los usos de la tierra, las
concentraciones poblacionales, vías de comunicación y una enorme cantidad de
datos que son requeridos para el planeamiento urbano, rural y regional, a lo
que debemos agregar el conocimiento de producciones de todo tipo, datos climáticos,
calidad de los suelos y un largo etcétera.
Sin duda ninguna, tales objetivos ya se
buscaban hace milenios, lo que me causa curiosidad y me impulsa a profundizar
en el tema. Siempre tenemos algo que aprender.
Académico
Agrimensor Marco Manuel Lanari
II. De cómo la
arqueología y la agrimensura van de la mano
Los
hombres de la cuerda
Los agrimensores eran conocidos con el nombre de
"hombres de la cuerda". En una serie de tabletas CDLI , se lo representa, utilizando una cuerda
anudada, enrollada en un anillo y una vara de medición (gi en sumerio).
Además, es necesario destacar, que el carácter sagrado que
le confería su estatus de sacerdote, se extendía a los procedimientos y
procesos de la agrimensura, como así tambien a los mojones colocados y de sus
instrumentos de medición, los cuales “eran provistos directamente por los
dioses a los reyes”.
En el compendio Breve historia
del mundo antiguo de Raquel López Medero, dice: “Ur-Nammu, (rey de Sumeria y
redactor del primer código de leyes), se ufana de haber hecho resplandecer la
justicia en su país. La idea de justicia se relaciona directamente con la vara
de medir y con la cinta de agrimensor, que ha recibido de la mano de los dioses
… ambos objetos simbolizan el concepto de justicia, que es el que legitima el modelo
redistributivo de la economía, en donde cada uno espera recibir en proporción a
lo que aporta. El rey organizador es al mismo tiempo el rey constructor.”Dado
las evidencias arqueológicas encontradas en Eridu, está más que claro que
nuestros ancestros agrimensores, cuando no estaban demarcando y deslindando
parcelas de cultivo; tuvieron una destacada e importante labor en las
mediciones topográficas, destinadas al replanteo para la construcción de las
grandes obras de arquitectura (templos, zigurats, ciudades); de ingeniería
hidráulica (canales de riego, canales de drenajes, obras de toma, diques
compensadores, lagunas de retención); e ingeniería vial (caminos rurales y
urbanos, rutas, puentes); pero además su labor no se limitó exclusivamente al
ámbito de la topografía, sino que se extendió también a la cartografía y el
posicionamiento astronómico.
Dice Daniel Mejía Carmona: -“ en Sumer cobró suma
importancia el sacerdote, no solo por regir la vida religiosa de las
comunidades, sino también porque dirigía los trabajos de agrimensura,
gestionaba la propiedad de la tierra y su parcelamiento, el registro y el
catastro. También las planificaciones de las vastas obras públicas estaban bajo
su control y el comercio con otras ciudades-estado”.
El instrumental
El levantamiento topográfico para
la generación de planos de construcción, implicaban el uso de instrumentos de
nivelación, varillas de medición, dibujo y mapeo en tablillas de barro cocido.
Los sumerios designaron un sistema de medidas de longitud y usaban cuerdas con
nudos, cada uno de ellos a la distancia de un codo[6].
Para el replanteo de los ángulos rectos, empleaban la cuerda sagrada de 12
nudos, aplicaban la ley 3-4-5 y sus múltiplos (3n, 4n y 5n), a lo que muchos
siglos más tarde, Pitágoras le daría una explicación científica, en su famoso
teorema que aun estudiamos en la escuela secundaria. Para la medición del
tiempo se usaba el reloj de agua (clepsidra), necesario para las
determinaciones astronómicas, conjuntamente con el primer y más rudimentario
astrolabio [7], y
el gnomon [8].
Las unidades
La unidad estándar de medida era
el codo y la más pequeña era el dígito, que equivalía a 1,65 cm; y 30 dígitos
equivalían a un pie de 49,5 cm. La vara más usada para trazar los planos de las
grandes propiedades y edificios monumentales, era el “ninda” (3 m) y además la
“caña”, que equivalía a 12 pies, (apox.6 m). Los campos, se midieron con
cuerdas “eš”, de longitud aprox. de 60m.
La importancia de este Hallazgo de la Arqueología
Este hallazgo, confirma una vez más la
presencia y el protagonismo del agrimensor, desde que el primer geógrafo en
plena edad de piedra, grabó el plano de cacería en una cueva, y desde que el
hombre abandona las cavernas hasta que se asienta en los primeros conglomerados
urbanos; y en este caso en particular en Eridu, la ciudad más antigua de la
civilización sumeria.
Imaginemos la encomiable tarea que
llevó a cabo en los levantamientos previos, que tuvo que realizar miles de
perfiles longitudinales y transversales del terreno natural, el relevamiento de
dorsales y colectoras y tal vez, tambien la batimetría del brazo del delta del
Eufrates; para generar planos de proyectos, para más de 200 canales principales
y 4.000 canales secundarios!!!!.
Y no menos importante y
tal vez mucho más, fue el replanteo posterior de las pendientes de esta densa
red, en un terreno tan llano como era el delta del Tigris y el Éufrates; que
según el google Earth, las alturas varían entre 3m s/nmm, y 9 o 10m s/nmm. Es
decir que las pendientes a replantear de la solera de los canales, debió estar
en todos los casos por debajo del 1 /1000.
Con el agravante adicional, que
mientras los caminos (huellas), seguían aprox. el nivel del terreno natural, el
nivel del nivel del pelo de agua del canal debía estar por encima, a fin de
abrir una compuerta para irrigar el campo por gravedad. Al menos los 200
canales principales, estaban contenidos por muros de ladrillos
impermeabilizados con betún.
Imaginemos ahora (aunque sea difícil),
como pueden haber logrado semejantes precisiones, disponiendo de un instrumental
tan rudimentario como antes se dijo: una soga anudada para la medición de la
distancia, el merkhet (o merchet) y el bay, para las alineaciones, el codo de
nippur, plomadas, y el “nivel de agua de burro”, el nivel “A”, o cuerdas
tensadas para las nivelaciones.
El mismo instrumental y métodos de medición, también fue usado para el
relevamiento y proyecto de las obras viales: y de las monumentales obras de
arquitectura.
Como se puede interpretar en la figura del google earth, la trama rural, en su mayoría fue planificada con una orientación de aproximadamente 45º grados del norte geográfico; distinto a otras culturas donde el rumbo origen era el norte o el Oriente; en este caso era la dirección del viento, que era soplado por “Ishtar”[9]
è Pero allí no queda la cosa, luego de 5.000, 6.000 o tal vez 7.000 años, vuelven los agrimensores,
con toda la tecnología de última generación, como dice el artículo en cuestión:
“tecnología de teledetección, se emplearon
imágenes satelitales de alta resolución, incluyendo imágenes del programa
CORONA de la década de 1960, drones fotogramétricos y fotografía terrestre”.
Estaciones totales, LiDAR terrestre y
aéreo; y GNSS; para rescatar del
olvido aquellas proezas de nuestros ancestros.
è ¡Lector!, acompáñenos a imaginar una escena.
Supongamos que al menos 6.000 años
atrás, aun perdure el espíritu de aquellos hombres, guiando tal vez a los
nuevos colegas, que llevan un bastón con prismas, diciéndoles: - “Por aquí por
aquí, aquí estaba la compuerta de un distribuidor”.
Y otro más allá señalando: - “aquí
coloqué un punto fijo del sistema de apoyo, era un poste de palmera”.
Y aquel (de mayor edad), les indica – “miren
miren … este puente canal lo replanteó el agrimensor Mardoqueo y funcionó más
de un milenio.
Mientras que
la agrimensora más joven del equipo actual, quien lleva en su mano derecha un
bastón con un rover GNSS, escucha una voz que le susurra al oido, pero que no
viene del walkie-talkie, sino del viento soplado por Ishtar … y que orgullosamente
dice: - “yo era el sumo sacerdote durante el reinado de Utu-hengal, aquí planté
un kudurru, para delimitar el esquinero de estos 4 campos.”
… y de
este modo, en este viaje en el tiempo, en una travesía varios milenios atrás,
atravesando antiquísimas civilizaciones y culturas … vuelven los geómetras a la
vida, contándonos sus vivencias, métodos y precisiones. Y nos dejan una
enseñanza, aun con rudimentarios instrumentos y la metodología adecuada, los
resultados fueron excelentes, gracias a los conocimientos adquiridos, el criterio
y el ingenio.
Ing. Agrimensor Armando del Bianco
[1]
Guillermo Carvajal Licenciado en Historia del Arte, ex-bibliotecario, en la
blogosfera desde 2005 con La Brújula Verde. Escribe sobre historia, arte,
cultura, viajes, geografía...
[2] Jotheri
está afiliado al Departamento de Arqueología de la Universidad de Al-Qadisiyah
en Diwaniyah, Irak, y al Departamento de Arqueología de la Universidad de
Durham en el Reino Unido.
[3]
Textos extraídos de Historia Universal Asimov – pags.Web - Chat GPT.
[4] Zigurat
(o ziquratum): una torre escalonada hasta de siete pisos, que albergaba el
templo que servía para ceremonias religiosas; pero también funcionaba como
observatorio astronómico, escuela, vivienda del sacerdote y su familia. Los
zigurates eran templos altos, para que la gente pudiera estar más cerca de
dios.
[5] Ur-Namu: Fue el primer rey de Sumer y
de Acad. Fundó un gran imperio y redactó el primer código de leyes que registra
la historia y que lleva su nombre.
[6] Un
significativo avance en la estandarización de las medidas se produjo en el año
2.650 a. C., se crea el codo de Nippur.
[7]
Astrolabio: «buscador de estrellas». Instrumento que se utilizaba para
determinar la latitud y hora observando a estrellas conocidas.
[8]
Gnomon: Reloj de sol. Instrumento que se utilizaba para determinar la dirección
del meridiano, la latitud y hora.
[9]
Ishtar: en Sumeria diosa del amor, la agricultura y la agrimensura: en sus
manos lleva una cuerda y una vara de medir, clarificando aún más, el carácter
sagrado de los instrumentos de medición del agrimensor. Como eran sus mojones,
marcas y señales, y su investidura.
Muchas gracias Aldo, por darnos un espacio en tu blog.
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