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jueves, 5 de enero de 2023

EL PODER REAL

 2 preguntas

¿Qué es el poder real?

¿Es posible enfrentarlo?

El abogado Juan Grabois, referente del Frente Patria Grande, en la campaña electoral de Julio de 2021, dijo que “los sectores del poder real en la Argentina son el sector financiero, el comercio de alimentos, los monopolios industriales y las corporaciones de la comunicación".

Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner, en su conferencia del año 2022, en el encuentro titulado Eurolat (por Europa y América Latina) lo definió como “el otro poder, que está afuera: mercados, monopolios, oligopolios, poder financiero internacional” y agregó que sobre el mismo “nada de eso figura en nuestra Constituciones”

 Más allá de la búsqueda de precisión en la definición digo que coincido con tales ideas y me permito ir más allá

Considero que en el año 2022 ese poder real ha obtenido un gran triunfo y posteriormente ha logrado un gran avance

El triunfo es la firma del acuerdo con el FMI, a tal punto que en el parlamento los votos favorables del partido gobernante fueron de una parte del mismo, pero los de la oposición de derecha, la que había adquirido la deuda para someternos al FMI, fueron casi unánimes

El avance que antes señalé es la designación de Massa como superministro de Economía

Recuerdo lo que publicó La Nación, en enero de 2016, ya gobierno de Macri, refiriéndose a la cumbre capitalista mundial en Davos

Durante la conferencia de prensa que el Presidente brindó en su última jornada en Davos, hubo un guiño especial para Sergio Massa, el líder opositor que acompaña a la comitiva en el Foro Económico Mundial. Mauricio Macri lo posicionó como el próximo líder del Partido Justicialista.

Me acompaña uno de los líderes más importantes de la oposición, Sergio Massa, explicó el Presidente, y agregó que cuenta con serias posibilidades de ser quien conduzca el partido peronista en los próximos meses"

 No caben dudas de que el poder real está lanzado a una furiosa ofensiva, particularmente desde el año 2022

Principalmente demuestra su “poder real” en la escalada de precios, (o, lo que es lo mismo en la licuación de los salarios), es decir en el manejo de la economía y también en su influencia sobre resortes claves del poder judicial

Está claro que esa ofensiva se ve facilitada por el gobierno que lo que no concede lo otorga y acuerda instancias de cogobierno con el FMI, o con la Mesa de Enlace o con la UIA (Unión Industrial Argentina)

 El juicio a Cristina es parte de esa ofensiva

Usan como bandera la corrupción, pero está claro que esa no es la preocupación del poder real, que es precisamente el principal productor de corrupción

La “bronca” con el kirchnerismo no proviene de sus hechos cuestionables, sino de determinadas reformas que produjo en su gobierno, como la eliminación del negocio de las jubilaciones privadas o el rescate de la negociación salarial en paritarias, reformas que significaron un grado de redistribución de riqueza en beneficio de sectores populares

El ataque a Cristina es la búsqueda de un símbolo, el símbolo del escarmiento a quienes no se sometan al poder real y por tanto lograr que el pueblo se sienta derrotado y se resigne

Es similar a lo que hicieron con Lula en Brasil

El poder real, sea con Macri, sea con Menem, sea con generales como Onganía o Videla, quiere detentar, además del poder, también el gobierno, lo que, naturalmente, le facilita mucho las cosas

Por ejemplo, las reformas laboral y previsional que Macri no logró instaurar plenamente

 ¿Se puede enfrentar al poder real, se puede derrotarlo?

Desde luego que sí a condición de llevar la lucha al terreno de la fuerza, donde la movilización es la principal herramienta, donde la huelga u otras formas cobran protagonismo

Sobran experiencias al respecto

Pero, seamos claros, muchas de esas experiencias constituyen sólo derrotas parciales y temporarias del poder real

De lo que se trata es de destruir la fuente de poder del poder real, que no es ni más ni menos que su poder económico, que su capacidad de manejar la gran industria, la principal producción agropecuaria, el comercio exterior, las finanzas, la minería, los principales medios de comunicación, en fin, lo que tiene y maneja el capital concentrado, que es la propiedad de los principales medios de producción, distribución y cambio

Esa es la base material de su poder, en tanto ello no se modifique seguirán teniendo “el poder real”

La ridícula propuesta de resolver la inflación acordando con los empresarios formadores de precios es no sólo ilusoria, más bien es hipócrita

Mientras la economía esté en manos de las cerealeras Vicentín y Cargill, los bancos como el Galicia y el Santander, Techint y Aluar en la industria, la Barrick en minería, Grobocopatel en la soja, Clarín, General Motors, etc., es decir del capital concentrado, la perspectiva del pueblo trabajador es harto difícil

  Es cierto que la Constitución actual nada dice al respecto, pero la generalización que hace Cristina “nada de eso figura en nuestra Constituciones” no es rigurosa

Sin alejarse geográficamente, vale la pena pegar una mirada a la Constitución de Bolivia, aprobada en el año 2009, durante el primer mandato de Evo Morales

A modo de ejemplo cito sólo un artículo

“Artículo 314. Se prohíbe el monopolio y el oligopolio privado, así como cualquier otra forma de asociación o acuerdo de personas naturales o jurídicas privadas, bolivianas o extranjeras, que pretendan el control y la exclusividad en la producción y comercialización de bienes y servicios”

Y, por supuesto, cito el artículo 40 de la Constitución aprobada durante el primer peronismo, en 1949

 Art. 40 – La organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social. El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los derechos fundamentales asegurados en esta Constitución. Salvo la importación y exportación, que estarán a cargo del Estado, de acuerdo con las limitaciones y el régimen que se determine por ley, toda actividad económica se organizará conforme a la libre iniciativa privada, siempre que no tenga por fin ostensible o encubierto dominar los mercados nacionales, eliminar la competencia o aumentar usurariamente los beneficios.

Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su producto que se convendrá con las provincias.

Los servicios públicos pertenecen originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrán ser enajenados o concedidos para su explotación. Los que se hallaran en poder de particulares serán transferidos al Estado, mediante compra o expropiación con indemnización previa, cuando una ley nacional lo determine.

El precio por la expropiación de empresas concesionarios de servicios públicos será el del costo de origen de los bienes afectados a la explotación, menos las sumas que se hubieren amortizado durante el lapso cumplido desde el otorgamiento de la concesión y los excedentes sobre una ganancia razonable que serán considerados también como reintegración del capital invertido.”

 

Como vemos no se trata de inventar la pólvora

La cuestión es la propiedad de los medios de producción fundamentales por parte del capital concentrado

Siguiendo con el tema de la propiedad, hay importantes antecedentes, en el movimiento obrero, de programas que ponen el dedo en la llaga

En 1957, reunido en Córdoba el plenario nacional de regionales de la CGT, formula lo que es conocido como el Programa de La Falda, del cual extraemos sólo algunos puntos

 . Control estatal del comercio exterior sobre las bases de la formación de un monopolio estatal Liquidación de los monopolios extranjeros de importación y exportación

. Política energética nacional: para ello se hace indispensable la nacionalización de las fuentes naturales de energía y su explotación en función de las necesidades del desarrollo del País Nacionalización de los servicios públicos, adecuando su explotación, no con un carácter lucrativo, sino dirigido a orientar y consolidar la política de independencia económica en su aspecto integral

. Programa agrario, sintetizado en mecanización del agro; tendencia de la industria nacional, expropiación del latifundio y extensión del cooperativismo agrario, en procura de que la tierra sea de quien la trabaja.

. Control obrero de la producción y distribución de la riqueza nacional, mediante la participación efectiva de los trabajadores

  Y en 1962, en un Plenario Nacional de las 62 Organizaciones realizado en Huerta Grande, Córdoba, proclaman los siguientes diez puntos

 1.Nacionalizar todos los bancos y establecer un sistema bancario estatal y centralizado.

2.Implantar el control estatal sobre el comercio exterior

3.Nacionalizar los sectores claves de la economía: siderurgia, electricidad, petróleo y frigoríficas.

4.Prohibir toda exportación directa o indirecta de capitales.

5.Desconocer los compromisos financieros del país, firmados a espaldas del pueblo.

6.Prohibir toda importación competitiva con nuestra producción.

7.Expropiar a la oligarquía terrateniente sin ningún tipo de compensación.

8.Implantar el control obrero sobre la producción.

9.Abolir el secreto comercial y fiscalizar rigurosamente las sociedades comerciales.

10.Planificar el esfuerzo productivo en función de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, fijando líneas de prioridades y estableciendo topes mínimos y máximos de producción.

 Para completar la tríada de programas del movimiento obrero de esa época es imprescindible mencionar la declaración-programa de la CGT de los Argentinos del 1º de mayo de 1968, de la cual extractamos apenas breves párrafos:

Agraviados en nuestra dignidad, heridos en nuestros derechos, despojados de nuestras conquistas, venimos a alzar en el punto donde otros las dejaron, viejas banderas de la lucha.

La historia del movimiento obrero, nuestra situación concreta como clase y la situación del país nos llevan a cuestionar el fundamento mismo de esta sociedad: la compraventa del trabajo y la propiedad privada de los medios de producción.

La estructura capitalista del país, fundada en la absoluta propiedad privada de los medios de producción, no satisface sino que frustra las necesidades colectivas, no promueve sino que traba el desarrollo individual. De ella no puede nacer una sociedad justa ni cristiana.

Para ello retomamos pronunciamientos ya históricos de la clase obrera argentina, a saber:

•La propiedad sólo debe existir en función social.

•Los trabajadores, auténticos creadores del patrimonio nacional, tenemos derecho a intervenir no sólo en la producción, sino en la administración de las empresas y la distribución de los bienes.

•Los sectores básicos de la economía pertenecen a la Nación. El comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos deben ser nacionalizados.

•Los compromisos financieros firmados a espaldas del pueblo no pueden ser reconocidos.

•Los monopolios que arruinan nuestra industria y que durante largos años nos han estado despojando, deben ser expulsados sin compensación de ninguna especie.

•Solo una profunda reforma agraria, con las expropiaciones que ella requiera, puede efectivizar el postulado de que la tierra es de quien la trabaja.

 El problema no está tanto en el poder del “poder real” sino en el abandono del programa para quitarle ese poder y reducir la lucha a reformas que lo regulen, proclamando la búsqueda de una sociedad más justa solo o esencialmente por vía de reformas tributarias

Puedo acordar sí que por tal camino se pueden establecer reformas que hagan de esta sociedad algo un tanto “menos injusto” y que, en ocasiones, caso la pandemia, conlleven algún alivio, como puede serlo la propuesta de impuesto extraordinario a la riqueza por única vez

Creo que para algunos sectores progresistas esa es la ilusoria utopía (valga la redundancia) del camino a la justicia

Si el camino principal es el de la reforma tributaria ello implica mantener una estructura económica en la cual, naturalmente, por el propio funcionamiento del sistema, se produce y reproduce permanentemente desigualdad, con un sector minoritario que acumula extraordinarias riquezas, un gran sector de trabajadores que nada pueden acumular y un importantísimo sector que subsisten en la pobreza o la indigencia (estos últimos suman hoy en Argentina más de un 40%, según el INDEC oficial)

El sistema consistiría en, primero acumular riqueza en sectores limitados, para luego redistribuir una parte, pero sin eliminar el aliciente que mueve a los poderosos a buscar el incremento de la producción

Un círculo supuestamente “virtuoso”, en el cual la ganancia, que es lo que origina la pobreza, se revierta parcialmente disminuyéndola

 Estamos parados ante un absurdo

El poder real está en pleno ejercicio de su poderío

Quienes lo critican se quejan de ello, pero se cuidan de proponer medidas que toquen la base de su poderío

¿Tienen miedo de ser calificados de revolucionarios o de comunistas o sueñan con pactar la benevolencia del poder real?

 Me parece que vale rescatar uno de los párrafos antes citados de la declaración del 1º de mayo de 1968 d la CGT de los Argentinos

Agraviados en nuestra dignidad, heridos en nuestros derechos, despojados de nuestras conquistas, venimos a alzar en el punto donde otros las dejaron, viejas banderas de la lucha.

 

 

 

 

 

 

 

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