Este año, en que se
cumplen los 50 años de lo que se conoce como “el Mayo francés”, se presta a
algunas reflexiones que incluyen certezas e interrogantes
La primera certeza es
que se trató de una rebelión que repercutió en todo el mundo, y fue una de las altas
expresiones de la extraordinaria ola de luchas populares y antimperialistas de
las décadas del 60 y 70 del siglo pasado, cuyo comienzo, si es necesario poner
fecha, se inaugura simbólicamente el 1 de enero de 1959 con la toma del poder
por la Revolución Cubana
Si de certezas se
trata creo que vale la pena mencionar que el mayo francés fue una de las más
altas expresiones de lo que hemos afirmado reiteradamente: la juventud, y en
particular la estudiantil, en la sociedad capitalista actual, es una capa
sensible que suele reflejar agudamente las contradicciones sociales y puede alinearse
en las luchas populares, siendo en ocasiones un sector explosivo. No se trata
sólo del caso francés; abundan los ejemplos de México, Argentina, Chile o Japón
El mayo francés fue
también una de las más formidables expresiones de la posibilidad y la
potencialidad de la acción conjunta de obreros y estudiantes, de lo que
tradicionalmente conocemos como la unidad obrero-estudiantil
Al respecto es curioso que muchas
veces, quienes se refieren al mayo francés, o al Cordobazo y el Rosariazo
argentinos, acostumbren mencionar “al movimiento obrero y los estudiantes”, en
vez de “al movimiento obrero y al movimiento estudiantil”, es decir como si los
obreros hubieran actuado organizados y los estudiantes no
En el mayo francés los
estudiantes estaban organizados en la UNEF (Unión Nacional de Estudiantes de
Francia). Uno de los tres líderes juveniles de la revuelta era Jacques
Sauvageot, a la sazón presidente de la UNEF
Creo que el
interrogante más interesante del mayo francés es ¿se llegó a una situación
revolucionaria?
Me parece que vale la
pena plantearse la pregunta
Si es arriesgado
aventurar una respuesta positiva certera vale al menos el planteo del
interrogante
Durante los 3 días de
ausencia, con paradero desconocido, del presidente francés, el general De
Gaulle, hubo un verdadero vacío de poder. No sólo una ausencia de líder; sucedía
que los de arriba “no podían” ejercer el poder y los de abajo “no querían” ese poder
y repudiaban, más que a un gobierno, a un sistema económico social
Claro que ese “no
querían” carecía de programa explícito y menos aún de estrategia de poder
La supuesta vanguardia
del proletariado, el Partido Comunista francés, estaba ideológicamente y
políticamente comprometido con el statu quo, la coexistencia pacífica y la
distribución mundial de las áreas de poder
No pretendo ser
historiador; este comentario es posible porque en el 68 era militante
Estuve en París en
setiembre de ese año y, como representante de la FUA (Federación Universitaria
Argentina), me tocó expresar el apoyo de los estudiantes argentinos a la lucha
del mayo francés en un acto realizado en el tradicional salón conocido como la
Mutualité, encabezado por el ya mencionado Jacques Sauvageot, presidente de la
UNEF
La presencia en París
fue posterior a una reunión de la Unión Internacional de Estudiantes en Praga
(en aquel entonces capital de Checoeslovaquia), en plena “Primavera de Praga”,
la que, como es sabido, fue abortada por la invasión de la Unión Soviética, de
la cual fui testigo
Agrego la imagen del acto
en París mediante un recorte (o sus restos) de la revista argentina ASI
(publicación un tanto sensacionalista de aquel entonces), en la cual comparto
la mesa con Sauvageot.
Erróneamente la
revista atribuye la representación argentina a la portadora del micrófono.
Ignoro si se trata de información errónea o de una distorsión deliberada, para
evitar la identificación, teniendo en cuenta que en Argentina gobernaba la
dictadura de Onganía y, por supuesto, estaba prohibida la actividad de la FUA
Aldo, voy a darte una mano con la difusión de tu blog, tiene qun enterarse más gente de que todavía tenemos personajes como vos en nuestro país, un fuertemente abrazo .
ResponderEliminarTe agradezco tan elogiosa opinión; estoy seguro que hay mucha gente de fuertes convicciones. Un abrazo y tomamos un café cuando quieras
Eliminar