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sábado, 20 de abril de 2019

A 50 AÑOS DEL CORDOBAZO - EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN LOS 60 – RAZONES PERMANENTES Y DE ÉPOCA



Ponencia presentada en las JORNADAS: A 50 AÑOS DEL CORDOBAZO, 23 y 24 de mayo de 2019
Aldo Mangiaterra

El aporte del movimiento estudiantil a las luchas populares ha sido y es muy importante, pero está fuera de discusión que durante la década de los 60 tuvo una extraordinaria relevancia, en Argentina y en gran parte del mundo
La pregunta es inmediata
¿Cuáles son las razones de esa extraordinaria relevancia?
¿Cuáles son los factores vinculados a la época y cuáles son aquellos más “permanentes”, es decir los que tienen que ver con las características propias del estudiantado?
Al referirnos a los primeros, los de la época, para el caso particular de Argentina, es necesario remontarse, cuando menos, al año 1958, el de “la laica o la libre”
En efecto, es probable que, después de la Reforma Universitaria de 1918, la época de mayor relevancia política y social del movimiento estudiantil argentino, considerando los estudiantes secundarios y universitarios, haya sido la que abarca desde el año 1958 hasta su culminación en 1969, a través de la participación en el Cordobazo y el Rosariazo
En ese período se conjugaron una serie de factores, comenzando por los específicamente educativos, pasando por la singular situación de orden nacional, y transitando una excepcional condición en el orden internacional
En el orden educativo los sectores más reaccionarios, que habían recuperado el gobierno con el golpe de estado contra el peronismo en 1955, lanzaron una ofensiva en 1956, liderados por el Ministro de Educación Atilio Dell’Oro Maini (otrora líder del sector estudiantil católico que se opuso a la Reforma Universitaria en 1918, en Córdoba); ofensiva que tenía por bandera la creación de universidades privadas pero cuya significación política era la reivindicación de la educación privada y, particularmente, del papel del clero en la enseñanza.
La resistencia a tales medidas, particularmente del movimiento estudiantil secundario y universitario obligó a la renuncia de Dell’Oro Maini
Fue en 1958, mediante la traición de Arturo Frondizi a sus promesas electorales (traición sintetizada en contratos petroleros con empresas internacionales y en el establecimiento de universidades privadas), que se produjo un amplio reagrupamiento de fuerzas en defensa de la educación pública, que sacudió el país
Creo que fue una particular experiencia, para la mayoría de los estudiantes, en vez de sentirse un sector diferenciado del resto de la sociedad por su condición de tales, verse y sentirse parte de un amplio sector social reagrupado alrededor de un principio político, el de la defensa del carácter público de la educación; principio que, por otra parte, tenía y tiene un hondo arraigo en la población argentina
Esa experiencia fue revulsiva de la anterior orientación política predominante en el movimiento estudiantil universitario, que había participado del apoyo al golpe de estado de 1955; por tanto facilitó el crecimiento y coordinación de agrupaciones de estudiantes y dirigentes ex-frondicistas, comunistas, socialistas e independientes que desembocó, en 1959, en el IV congreso de la FUA, desplazando la conducción liberal-derechista y reemplazándola por una conducción afín a una política popular y antimperialista
Ese proceso en el movimiento estudiantil universitario empalmó con el proceso más general de luchas ascendentes en diversos órdenes, a lo cual me referiré más adelante
Previamente quiero destacar una cuestión, a mi juicio de gran importancia, que es la confluencia en la dirección de parte importante de la universidad argentina, de sectores intelectuales vinculados por un lado a las mejores tradiciones de la enseñanza pública argentina y, a la vez, portadores de ideas avanzadas respecto al papel de la ciencia en el desarrollo de las fuerzas productivas y la procura del bienestar popular
No pretendo fundamentar esta afirmación con un análisis minucioso; sólo intento ratificarla mediante un par de ejemplos
En 1957, al normalizarse la Universidad Nacional de Buenos Aires reimplantando el cogobierno, desempeñó el rectorado Risieri Frondizi. En 1962 en la Universidad Nacional del Litoral fue designado rector Cortés Plá, quien fuera dirigente estudiantil durante la Reforma Universitaria en Córdoba, precisamente la contracara de Atilio Dell’Oro Maini

En 1957 se abrió un período, de una decena de años, en el que se puso sobre el tapete la discusión sobre el tipo de universidad que se pretendía
Previamente había un interregno abarcado por la segunda guerra mundial, que había modificado el mundo, y posteriormente, el del peronismo en el gobierno que, en lo universitario había facilitado la relativa masificación del estudiantado y a la vez había anulado la autonomía y el cogobierno
Por otra parte, se había pasado, de resultas del golpe de estado de 1955, de un país en cuya universidad los profesores estaban obligados a declararse peronistas a un país en cuya universidad los profesores tenían prohibido declararse peronistas
En esa decena de años el movimiento estudiantil universitario desarrolló una continua lucha por las principales cuestiones que han ido definiendo esenciales características del modelo de universidad que se fue imponiendo, por supuesto no sin lucha ni contradicciones y aunque en algunos aspectos es más declarativo que efectivo
Democratización estatutaria, caracterizada por la autonomía, el cogobierno, libertad de cátedra, sistema de concursos, prohibición de toda discriminación ideológica, etc.
Sostenimiento de las universidades por el Estado y rechazo del financiamiento por corporaciones empresarias
Gratuidad, ingreso irrestricto, becas, comedores estudiantiles
Amplia libertad política, aunque en la práctica, el peronismo estuvo de hecho excluido durante varios años
Intento de vincular el contenido de la enseñanza con el abordaje de importantes problemas populares, como por ejemplo la salud y la vivienda
En ese cometido hubo innumerables movilizaciones y masivas asambleas, las más diversas formas de lucha incluyendo actos públicos, huelgas y tomas de facultades
Debe tenerse en cuenta que el estudiantado universitario tenía una composición relativamente heterogénea desde el punto de vista social, predominando la procedencia de capas medias. Había solo nueve universidades nacionales (Bahía Blanca, La Plata, Buenos Aires, Cuyo, Litoral, Córdoba, Nordeste, Tucumán y Tecnológica), con importante presencia de estudiantes extranjeros procedentes de Chile, Bolivia, Paraguay, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela
En ese devenir de luchas la relación con los profesores que se desempeñaban en cargos directivos universitarios fue de lo más variada
Había en la dirección de las universidades cuadros reaccionarios, ideólogos y militantes de una universidad elitista, y había cuadros directivos, como anteriormente se mencionó, que confluían con el movimiento estudiantil en la dirección que éste señalaba crecientemente
Debe tenerse en cuenta que en esa época aún no se había desarrollado el movimiento gremial docente; que sólo una muy pequeña parte de los docentes universitarios eran investigadores o vivían de su trabajo como docentes
La lucha por un modelo de universidad afín a los intereses populares estaba a cargo fundamentalmente del movimiento estudiantil
La politización del movimiento estudiantil y su vinculación a las luchas populares fue creciente
Abarcó también a agrupaciones que originalmente fueron creadas desde fuera de la universidad por la curia para organizar a estudiantes católicos (aquellos que producido el golpe de 1955 reclamaban su lugar en la universidad aduciendo que “la revolución libertadora se hizo bajo el signo de la V y la Cruz que significa Cristo vence”), pero que posteriormente, al ir convirtiéndose en reales agrupaciones estudiantiles fueron procesando la realidad y, también en parte al calor de la corriente tercermundista católica, fueron confluyendo en las luchas con el movimiento de origen reformista
Ese proceso de politización del movimiento estudiantil y vinculación a las luchas populares no era el simple resultado de factores externos a lo universitario, pero a la vez estaba extraordinariamente potenciado por el contexto

Después del golpe de 1955, la autodenominada Revolución Libertadora desencadenó una furiosa ofensiva contra la clase obrera, la cual ensayaba desarrollar su resistencia en desfavorables condiciones, carente de una dirección política clasista y acosada por la represión
En 1958 Frondizi triunfó con el voto del peronismo y de la intelectualidad progresista, pero a poco andar se convirtió en líder de la ofensiva reaccionaria y proimperialista
A partir de 1959 se desplegaron extraordinarias luchas de la clase obrera de resistencia, que obligaron al gobierno a recurrir al plan CONINTES (conmoción interna del estado) apelando a las fuerzas militares para la contención de la lucha obrera
En esas condiciones fue surgiendo una dirección del movimiento obrero que había anticipado su propuesta en el programa de La Falda (1957) y la ratificó en el de Huerta Grande (1962)
Para tener sólo una idea de su contenido y compararlo con el de sectores del movimiento sindical actual calificados como de los más combativos y con las de muchos “progresistas” del reformismo político de las últimas décadas, reproduzco los 10 puntos del programa de Huerta Grande (publicado por la Federación Gráfica Bonaerense)
1.Nacionalizar todos los bancos y establecer un sistema bancario estatal y centralizado.
2.Implantar el control estatal sobre el comercio exterior.
3.Nacionalizar los sectores claves de la economía: siderurgia, electricidad, petróleo y frigoríficas.
4.Prohibir toda exportación directa o indirecta de capitales.
5.Desconocer los compromisos financieros del país, firmados a espaldas del pueblo.
6.Prohibir toda importación competitiva con nuestra producción.
7.Expropiar a la oligarquía terrateniente sin ningún tipo de compensación.
8.Implantar el control obrero sobre la producción.
9.Abolir el secreto comercial y fiscalizar rigurosamente las sociedades comerciales.
10.Planificar el esfuerzo productivo en función de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, fijando líneas de prioridades y estableciendo topes mínimos y máximos de producción.
Dejo a ustedes el pensar la repercusión de esa propuesta sobre las mentes del movimiento estudiantil de la época
Años más tarde, superado el repliegue de 1966, el que debió a la represión del gobierno de Onganía, al apoyo a ese gobierno por parte del vandorismo y al “paréntesis” propuesto por Perón, el movimiento obrero retoma la ofensiva con el manifiesto clasista lanzado el 1º de mayo de 1968 por la CGT de los Argentinos, encabezada por Raimundo Ongaro

No menos importante ni menos motivadora fue la circunstancia internacional que va de 1959 a 1969
Se inaugura precisamente el 1 de enero de 1959 con la Revolución Cubana, que asombró y sacudió al mundo
Precisamente un joven, otrora militante del movimiento estudiantil universitario reformista cubano, la encabezaba
Otro, más joven aún, integraba el liderazgo; argentino, nacido en Rosario, criado en Córdoba y graduado hacía poco tiempo en la universidad de Buenos Aires
Sus barbas y sus melenas evocaban más a Cristo que a profesionales universitarios
Recordemos que, a la sazón, para asistir a un cine en Argentina era obligatorio vestir saco y corbata y tendremos una idea del impacto de la estampa de aquellos guerrilleros
La Revolución Cubana era la imagen de la rebeldía y de la juventud. Fue un imán para la militancia estudiantil universitaria
Pero eso fue solo el adelanto de la década del 60, la que culminó en 1968 con el Mayo Francés y la Primavera de Praga
Por mencionar algunos ejemplos, la lucha por los derechos civiles en EEUU, encabezada por Martin Luther King, la guerra de Vietnam, la independencia de los países africanos, también la invasión yanqui a Santo Domingo o el asesinato de Kennedy, daban cuenta de un mundo convulsionado y revolucionado
No se reducía al terreno político y militar la singularidad y la expectación de esa etapa
En 1957, con el primer Sputnik, había comenzado la conquista del espacio, que tuvo como hecho más resonante el alunizaje en 1969
El volumen del universo al que llegaba la pisada del hombre se amplió más de 100.000 veces
Era la aventura del pensamiento, el poderío de la ciencia. Imaginemos su impacto sobre todo en la intelectualidad y los estudiantes
Y, si queremos completar el panorama, tenemos que recordar que “en los 60” hubo una revolución cultural, al menos en Occidente, sacudiendo costumbres y derrumbando paradigmas, que, entre otras novedades, enseñoreó a los Beatles e impuso el bikini y la minifalda

En 1966 el gobierno de Onganía interviene brutalmente las universidades
Establece que “Los Centros o agrupaciones estudiantiles deberán abstenerse de realizar actividades políticas” Ley 16912, art. 8º
El fundamento de la intervención es que las casas de estudio se habían convertido en refugio de revolucionarios y centros de subversión
Inmediatamente se desarrolló una importante resistencia del movimiento estudiantil y de una parte muy importante de los docentes, llegando a situaciones extremas de represión como el asesinato del estudiante Santiago Pampillón, en Córdoba, herido el 7 de setiembre de 1966 y fallecido el día 12
El movimiento estudiantil universitario, pese a la prohibición de sus actividades y la intensa represión, resiste y despliega una lucha cuyas banderas son la defensa de la educación pública, la autonomía y el cogobierno, las libertades públicas, el antimperialismo y la solidaridad con el movimiento obrero
Desde luego 1967 resulta muy duro, pero en 1968, en el 50º aniversario de la Reforma Universitaria y al calor de la alianza de la CGT de los Argentinos con la FUA y con agrupamientos menores,                                                                         la lucha resurge, se amplía y crece hasta culminar, en 1969, con la participación protagónica del movimiento estudiantil en las jornadas convocadas y encabezadas por el movimiento obrero, en las auténticas y luminosas revueltas populares conocidas como el Cordobazo y el Rosariazo

Volvamos sobre la cronología de los hechos
En el marco de la resistencia a la política del gobierno encabezado por Onganía, la sucesión de hechos se desencadena a partir de la lucha de los estudiantes correntinos por el precio del comedor universitario, en la cual la policía asesina al estudiante Juan José Cabral, el 15 de mayo de 1969. Esa lucha contaba con el apoyo de los distintos sectores populares de las ciudades de Corrientes y Resistencia
Dos días después, en Rosario, el 17 de mayo, parte una marcha de repudio precisamente desde el comedor universitario y la represión policial asesina al estudiante Adolfo Bello
El 21 de mayo en Rosario es ya un estallido cuya convocatoria tiene epicentro en el movimiento estudiantil, pero es ya una pueblada popular, con participación esencial del movimiento obrero a través de la CGT de los Argentinos. Allí la represión asesina al obrero y estudiante secundario Luis Norberto Blanco
En Córdoba, el 29 de mayo, la resistencia se convierte en rebelión, el movimiento obrero asume el liderazgo de la lucha y el pueblo se unifica. Paro a partir de las 10 horas y movilización, como herramientas, para de hecho hacer suya la ciudad, derrotando, frente a frente, al operativo represivo
En setiembre, en Rosario, paro a partir de las 10 horas y movilización obrera y popular; el movimiento estudiantil participa con los sindicatos en la organización previa; derrota de las fuerzas represivas; la ciudad queda de hecho en poder de sus habitantes durante un día y medio, hasta la ocupación por las fuerzas militares
Hay mucha simbología detrás
Del comedor a la política
Del interior a las grandes ciudades
Del movimiento estudiantil al movimiento obrero y popular

¿Los estudiantes universitarios argentinos son un sujeto político?
Me he extendido sobre lo que en la actualidad los politólogos llamarían “clima de época” propio de “los 60”
Cabe intentar responder a preguntas formuladas al principio
En cuanto al papel político de los estudiantes, y más particularmente del movimiento estudiantil ¿Cuáles son los factores más “permanentes”, es decir los que tienen que ver con las características propias del estudiantado?
¿Es el origen de clase, es su futura inserción de clase o es el ser social, estudiante argentino, lo esencial? ¿Lo es para todos o para una parte? ¿Por qué los comedores universitarios, por ejemplo, han sido elementos claves de la dinámica estudiantil en todas, o casi todas, las universidades del interior del país?
Considero que la función social de la universidad ha sufrido importantes modificaciones entre lo que era en la primera mitad del siglo XX y la segunda mitad
En la primera era predominante la formación de profesionales en lo que se llamaba las “profesiones liberales”, principalmente Medicina y Derecho, los doctores
Ya mediado el siglo, y no sólo en Argentina, las universidades modificaron parcialmente su cometido
Por un lado, pasaron a tener una mayor vinculación con el desarrollo de las fuerzas productivas, aumentado el peso de algunas carreras e incorporando otras. Me refiero a las diversas ingenierías, a arquitectura, veterinaria, ciencias agrarias, etc.
A la vez se incorporó la investigación como una de las funciones de la universidad, y no solo en lo atinente al desarrollo productivo
Para citar un indicio, los cargos de dedicación exclusiva provienen de la década del 60
En el caso particular de Argentina esa transformación confluyó con un importante desarrollo de fuerzas productivas y con la modificación favorable a los trabajadores en la distribución de la riqueza, que caracterizó al gobierno de Perón
Consecuentemente hubo un considerable crecimiento de la matrícula. Ya no se trataba solamente de profesionales liberales, sino también de cuadros técnicos para la industria, para la administración estatal, para el comercio
Coherentemente el gobierno estableció la gratuidad de la enseñanza universitaria
La composición del estudiantado universitario, desde el punto de vista social, se amplió significativamente, extendiéndose a más amplios sectores de las capas medias sin llegar, de ninguna manera a la incorporación masiva de hijos de trabajadores manuales, lo que si se produjo en las escuelas técnicas de enseñanza secundaria
El origen social de la gran mayoría de los estudiantes universitarios argentinos sigue siendo proveniente de las capas medias de la población
A partir de ello hay quienes sostienen que tales estudiantes son representantes avanzados de la pequeña burguesía y en tal carácter juegan en política a partir de los intereses del sector social al que representan
Hay opiniones que ven en su futura inserción de clase, como trabajadores asalariados o profesionales insatisfechos, la principal causal de su actitud política
Me inclino a pensar que, sin negar la importancia de esas opiniones, sobre todo la primera, las principales causas de la historia política del movimiento estudiantil universitario hay que bucearlas en su práctica social como estudiantes, en las condiciones y contradicciones en que se desenvuelve su vida
La principal contradicción está planteada por la relativa masividad del estudiantado universitario argentino, que, si bien es heterogéneo, en su gran mayoría proviene de capas medias de recursos económicos limitados, incluso hay un porcentaje, minoritario pero muy significativo, de estudiantes que trabajan para sostenerse, llegando en casos al 30 % del total. La modalidad de ocupación laboral incluye las más diversas variantes
Una contradicción fundamental es la que surge entre esa masividad (y los recursos que demanda), y los proyectos de las clases dominantes que, quizá nunca más claro que con el actual gobierno encabezado por Macri, consideran esa masividad injustificada y demandante de un gasto innecesario
No necesitan de tal tipo de universidad y consideran, además, que la enseñanza universitaria no debe ser gratuita
Aún en el caso de proyectos de desarrollo de las fuerzas productivas provenientes de sectores capitalistas interesados en la ampliación del mercado interno y la reducción de la dependencia, en tanto eso facilita mayor masividad, se acentúa la contradicción entre las disponibilidad de recursos y la demanda necesaria, recreando una contradicción que se expresa, quizá en su aspecto más evidente, en la dificultad para satisfacer la necesidad de docentes y sobre todo la adecuada remuneración de los mismos, sin considerar, además, los recursos necesarios para su permanente  perfeccionamiento
La principal necesidad que deben solventar los estudiantes, o sus familias, es la de su sostenimiento económico: alimento, transporte, vivienda, y gastos propios del cursado
Y esto se torna problemático para un alto número
La histórica importancia de los comedores universitarios en gran parte de las universidades del interior del país, sobre todo en las grandes ciudades, es la demostración más palmaria de lo antedicho; también la demanda de becas, boleto estudiantil, biblioteca, etc.
Lógicamente, en una universidad no arancelada, que no es lo mismo que gratuita, esto no aparece, en primera instancia como un problema del sistema universitario, aparece como parte de la situación económica general
Pero hay cuestiones que son y aparecen como problemas del sistema universitario; uno de los más evidentes es el de las condiciones edilicias de las facultades; aulas insuficientes, deficientes condiciones de seguridad, instalaciones obsoletas, etc.
Hay cuestiones que aparecen como problemas que podríamos llamar de carácter pedagógico, como el hacinamiento en ciertas clases, las prácticas insuficientes o inadecuadas, los horarios fuera del alcance de quienes trabajan, las materias que exigen excesiva dedicación o extensión, llegando al absurdo, en el área de salud, de materias cuyo cursado en término es, precisamente, insalubre
Párrafo aparte merece, en algunas carreras, la dificultad con que se ven enfrentados la mayoría de los estudiantes, a causa del distanciamiento entre el nivel de conocimientos y preparación que han recibido en la enseñanza secundaria y las exigencias que se le imponen en su inicio en la universidad
Todo ello, desde las dificultades económicas, pasando por las edilicias, las pedagógicas y las de todo orden, se trasunta en que el porcentaje de graduados es inferior, y en algunas carreras muy inferior, al 20% de los estudiantes; es cierto que hay deserciones por otras razones que tienen motivación estrictamente personal, como puede ser la vocación, pero en la gran mayoría de los casos la deserción es el resultado de la conjugación de los problemas antes mencionados
Es decir que la práctica de su actividad social como estudiantes los pone en contacto, los enfrenta, con cuestiones que están directamente vinculadas con la estructura económico social del país y con la política gubernamental vigente, y eso más allá del grado en que cada estudiante fuere consciente de esa relación
Esa situación objetiva es la base principal en que se sustenta la posibilidad de un movimiento estudiantil que pugne por reivindicaciones consideradas como derechos, pero también que en esa pugna la mayoría de los estudiantes alcancen a comprender que, en el fondo, sus reclamos, incluso algunos aparentemente elementales, carecen de solución verdadera en las condiciones de la sociedad capitalista actual
Las históricas luchas del más alto nivel político en que ha participado el movimiento estudiantil universitario argentino han sido posibles porque en determinadas circunstancias una gran parte de los estudiantes se han aproximado, en mayor o menor grado, a esa comprensión
Claro que esa comprensión no es un proceso de laboratorio
El del movimiento estudiantil universitario es un terreno fértil para procurar su aporte a las luchas populares; ese terreno tiene características particulares y sobre él operan circunstancias históricas y factores políticos
Naturalmente entre ese enjambre de condicionantes hay elementos contradictorios y la resultante de sus influencias varía

Intento analizar algunos de esos condicionantes sin pretender asignarle orden de jerarquía
Empecemos por cuestiones que operan negativamente a los fines pretendidos
Una verdad de Perogrullo es que, por su doble condición de jóvenes y estudiantes, tienen una vinculación muy intensa con los medios de comunicación modernos y en particular las redes sociales, lo que significa una mayor exposición a la influencia de elementos muy poderosos en la difusión de la cultura propiciada por las clases dominantes a escala mundial
Esa cultura, utilitaria y consumista, facilita, propicia, propone, empuja, por analogía, un tránsito de la universidad concebido como un recorrido con muchas similitudes al que se realiza en un supermercado; en el menor tiempo posible acumular la mercadería necesaria (aprobar las materias), para satisfacer el resultado, el título. Es obvio que quien empuja el carrito en el supermercado no se caracteriza por someter la mercadería a un análisis crítico. Su condición es la de recipiendario, a lo sumo elector entre calidades y posibilidades definidas por otros
Si queremos abundar en la analogía digamos que las mercaderías son las materias y los docentes son los repositores
La otra cuestión que quiero destacar es dos diferencias muy importantes entre la universidad de los 60 y la actual
A partir de 1984, en el proceso normalizador de la universidad posterior a la dictadura, se fue conformando una burocracia especializada en lo que ellos llaman “la gestión” de la universidad Probablemente su principal exponente y maestro haya sido Oscar Julio Shuberoff, que desempeñó el rectorado en la menos democrática de las universidades argentinas, la UBA, durante cuatro períodos sucesivos, desde 1986 hasta 2002
Shuberofff, de Franja Morada, había sido consejero estudiantil en la década del 60
Esa burocracia, dedicada a la gerenciación de la universidad, ha desarrollado una verdadera especialidad, al estilo de los especialistas en gerenciar bancos o gerenciar empresas industriales
Han desarrollado técnicas específicas para el manejo de los fondos y de los cargos y, como en los bancos o las empresas, esas técnicas están destinadas a preservar los interese de quienes son sus dueños. En el caso de la universidad a los que se sienten como tales, aunque legalmente no lo sean
Por eso esas técnicas no son patrimonio de ningún partido en particular, les son comunes a varios
Una de las técnicas desarrolladas por esa burocracia es la de la contención del movimiento estudiantil, subordinando agrupaciones afines e intentando la inocuidad del cogobierno. No se oponen al cogobierno, lo absorben
Esas técnicas pueden llegar a incluir prácticas aberrantes, como dádivas, ya sea de cargos, becas u otras formas; es decir llegan, en casos, a la corrupción de dirigentes estudiantiles
En la década de los 60 esa burocracia no se había conformado y por tanto la independencia del movimiento estudiantil estaba menos condicionada
La otra diferencia con respecto a los 60 es que se ha desarrollado un muy importante movimiento gremial docente
Una parte muy importante de los trabajadores docentes de la universidad se han asumido como tales y desarrollan cada vez más importantes organizaciones sindicales y agrupamientos políticos, que en muchos casos son ejemplificadores frente a los estudiantes y que han desarrollado grandes movilizaciones, con menor o mayor apoyo del movimiento estudiantil
Con respecto a los 60 configuran un panorama mucho más favorable
Entre las características del estudiantado hay un condicionante, a los fines de la política, en mi opinión de carácter ambivalente
La situación de estudiante es siempre transitoria
Es el único sector social definido por una práctica específica, la de estudiar, cuya presencia es permanente en la sociedad, pero cuyos integrantes tienen como meta dejar de serlo
La renovación de los componentes individuales del sector social es sistemática
Visto desde la política esto es, en parte, una ventaja. Renovación, ideas nuevas, afán de saber
Es a la vez una dificultad, es imposible consolidar cuadros y equipos. Hay que estar incesantemente recreando el proceso de concientización
Es también una dificultad para la burocracia encargada de la contención del movimiento estudiantil
No es posible, al estilo de lo que sucede en el movimiento obrero, consolidar una burocracia propia del movimiento estudiantil cuyos cuadros perduren largamente en el tiempo amoldándose cada vez más a esa función
Hay otra característica del movimiento estudiantil, la de la juventud de sus miembros, cuya importancia es ineludible
Por respeto a disciplinas que no manejo me abstengo en esta presentación de formular conclusiones al respecto, aunque estoy seguro que las hay y que son de significativa influencia
Por último, vuelvo sobre una afirmación anterior:
Las históricas luchas del más alto nivel político en que ha participado el movimiento estudiantil universitario argentino han sido posibles porque en determinadas circunstancias una gran parte de los estudiantes se han aproximado, en mayor o menor grado, a esa comprensión
Esa comprensión está mediada, ineludiblemente, por el accionar político de agrupaciones, en ocasiones individuos, que por su formación y experiencia sean capaces de facilitar esa comprensión, y no solo eso sino también trasuntarla en consignas de acción práctica y también en el desarrollo de formas organizativas para la participación colectiva
La historia del movimiento estudiantil argentino es muy rica en ese sentido
Estamos ya a más de 100 años del movimiento de la Reforma Universitaria
Siguen perdurando nombres; el más emblemático Deodoro Roca
Y formas organizativas provenientes de entonces, los Centros de Estudiantes y la FUA, Federación Universitaria Argentina, que, con acuerdos y desacuerdos, idas y venidas, avances y retrocesos, permanece como la más emblemática representación de la organización del movimiento estudiantil universitario argentino

CONCLUSIONES:
1 –la práctica de actividad social de los estudiantes los pone en contacto, los enfrenta, con cuestiones que están directamente vinculadas con la estructura económico social del país y con la política gubernamental vigente, y eso más allá del grado en que cada estudiante fuere consciente de esa relación
2 – la extraordinaria relevancia de las luchas estudiantiles en la década del 60 estuvo notoriamente potenciada por el particular contexto nacional e internacional
3 – una dificultad importante para el desarrollo de un movimiento estudiantil independiente es la labor de contención que realiza la burocracia que dirige gran parte de la universidad argentina
4 – el principal desafío es el que les toca a las agrupaciones políticas estudiantiles combativas y de izquierda: engarzar la lucha ideológica contra el “sentido común” del capitalismo con la lucha política frente a la contención de las burocracias universitarias y desarrollar la alianza con los sectores combativos de la docencia

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