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martes, 27 de junio de 2017

SOBRE EL GOBIERNO DE MACRI

Algunas reflexiones                          Aldo Mangiaterra, enero 2016

Expresa la confluencia de intereses imperialistas (y en particular del yanqui), con los más importantes sectores de la burguesía industrial, agraria, comercial y bancaria de nuestro país

Sus objetivo principales
Modificar la distribución de la renta en beneficio particularmente del capital más concentrado y en detrimento de los trabajadores
Reubicar a la Argentina en la división internacional del trabajo  propia del capitalismo dependiente; Macri dijo que Argentina debe ser un “supermercado” para el resto del mundo (en otros términos un país gondolero)

Su coalición política
Es un reagrupamiento de derecha bajo el liderazgo de Macri, compuesto básicamente por el Pro (fundamentalmente el aparato estatal porteño) y gran parte de la UCR (particularmente de la burguesía agraria y de la que yo llamo burguesía burocrática)


Sus alianzas posibles o en desarrollo
Un sector burgués (Massa y otros), con importante composición peronista (también ahí con peso importante de burguesía burocrática)
Factible, por ahora no concretada, con sectores de la burocracia sindical
Factible, con expresiones políticas menores, como el GEN y  el PS

Interrogantes
Creo que no los hay respecto hacia dónde quiere ir el gobierno
Sí los hay respecto a algunas formas de su proceder, por ejemplo la intensidad de la represión, el manejo parlamentario, etc., los que no dependerán sólo de su voluntad
También los hay respecto a la intensidad de la resistencia popular, a las formas que se adopten y a la velocidad de su desarrollo
¿Puede el gobierno obtener consenso mayoritario durante un período no efímero?; ¿Puede obtener, si no consenso, al menos pasividad?
No tengo ninguna duda de que se marcha a un enfrentamiento de clases en que el macrismo será derrotado; los interrogantes son sobre cómo acelerarlo y hacerlo menos costoso, sabiendo que es posible romperle las costillas.

PORQUÉ GANARON EL BALOTAJE?
Prestemos atención a que obtuvieron mayoría (para presidente), aunque por escasa diferencia, pero les otorga mayor legitimidad que siendo sólo primera minoría (caso provincias de Buenos Aires)
¿Cuándo la derecha ganó una elección presidencial con programa y candidato abiertamente de derecha, en comicios “limpios”?
La derecha logró un frente electoral amplio, un liderazgo reconocido y votación mayoritaria
Desde la Ley Sáenz Peña (1912), con voto universal y obligatorio (sólo masculino hasta 1949), eso nunca se había producido en Argentina (convengamos que no es similar a los triunfos de Menem o De la Rúa)
Es un fenómeno nuevo en Argentina, hasta ahora desconocido

VALE LA PENA ANALIZARLO
Creo que sería equivocado reducirlo sólo al papel de los medios de comunicación, aún con su enorme importancia, o bien pensar que la derecha quedó suficientemente encubierta al hablar de pobreza cero, inseguridad y narcotráfico.

¿Cómo se construye ese hecho inédito, qué factores lo posibilitaron, qué circunstancias nacionales e internacionales le fueron propicias, como actuaron las diversas fuerzas políticas y sociales?
¿Cuales responsabilidades jugaron, propias y ajenas?
Demasiados interrogantes para una respuesta acabada pero vale el intento de abordarlas, al menos en parte

(De paso, bueno es recordar que analizamos elecciones propias de la democracia burguesa, formal, las que sólo excepcionalmente expresan directamente las contradicciones de clase fundamentales, como puede haber sido en 1970, Allende, Chile, o bien en 2005, Evo Morales, Bolivia.)

Creo que el puntapié inicial lo lograron las clases dominantes en el 2008, con el acto en Rosario contra la resolución 125 (retenciones al agro), CON 300.000 PERSONAS

Coincido con opiniones que han planteado que el gobierno encabezado por Néstor Kirchner (visto desde un análisis de clase), representó principalmente los intereses particulares de la burguesía industrial argentina, poniendo el centro de su accionar en el desarrollo del mercado interno y la redistribución de la renta (respecto al 2001), con mayor porcentaje destinado a los trabajadores, vigorizando el consumo popular de bienes (no el ahorro), para obtener una mayor acumulación de esa burguesía
A la vez considero que estuvo guiado por una vieja UTOPÍA: lograr la conciliación de clases, conducida por la burguesía nacional (planteada explícitamente en discursos de CFK)
Conciliación de clases no sólo entre esa burguesía y sus trabajadores, sino también incluyendo el capital llamado extranjero o internacional, asignando al mismo suculentas ganancias: automotrices (Fiat, General Motors, etc.), minería (Barrick), agro (Monsanto, cerealeras), capitales chinos.
La idea de fondo (también explicitad por CFK) es que el capitalismo es la organización social donde, a través del consumo, se armonizan los intereses de clase; por tanto el objetivo sería desarrollar “el mejor” capitalismo.

En sus primeros años ese gobierno se fue definiendo a favor de muy importantes y significativas reformas, las cuales recogían el saldo de importantes luchas de las dos décadas anteriores: derechos humanos, paritarias, evitar desalojos rurales, educación, deuda externa, etc. Se produjo un crecimiento notable de la renta nacional y se fue forjando un importante y heterogéneo frente de apoyo.

Argentina se sumó así a un gran avance de posiciones reformistas y democráticas en América Latina, enfrentando presiones del FMI y en particular de EEUU
Ese alzamiento se vio favorecido por la mejora  de los precios de exportación de materias primas, en particular la soja para Argentina
En 2008 el gobierno se lanza a la disputa, desde el estado, de una importante porción de la renta agraria, mediante las retenciones (resolución 125), puede suponerse pensando en acumulación de capital para el impulso del desarrollo industrial, pero de forma tal que conlleva dos graves errores
a    1) Tratar por igual a todos los productores rurales, grandes, medianos o pequeños, cercanos o alejados de los puertos, de zonas de alta, media o baja productividad del suelo
b    2) Fijar un tipo de escala de retención móvil (elucubrada por Lousteau, ahora embajador macrista en EEUU), tal que, si bien introduciendo precios irreales, se podía llegar a retenciones superiores al 90%, lo que facilitó el enardecimiento fomentado por la Sociedad Rural

La Sociedad Rural pudo así encolumnar bajo su dirección a la inmensa mayoría de los productores de la pampa húmeda y a gran parte de los pobladores de las localidades vinculadas al agro
El 80% de los productores, que por su menor importancia aportarían sólo el 20 % de las retenciones, fueron conducidos por el 20% , los grandes, quienes aportarían el 80% de las retenciones. Si se cuantifican los montos (aproximados a precios del momento), el gobierno perdió la batalla política por no segmentar las retenciones, lo que hubiera significado recaudar sólo alrededor de 2.000 millones de dólares anuales menos (o menos aún), cuando lo que estaba en juego era alrededor de12.500 millones de dólares anuales.
Ahí el acto de 300.000 personas
La discusión política, incluso dentro del gobierno, llevó a plantear modificaciones importantes que convirtieron la resolución 125 en un proyecto totalmente defendible, pero ya era tarde.

Sin embargo la coalición de derecha no se forjó hasta el 2015
Para ello fue necesario conjugar varios factores.
Desde ya la labor de los principales medios de difusión, intensa, sistemática, por otra parte su clásica función.
La coordinación de inteligencia internacional, FMI, etc., culminando con la presión de los fondos buitre.
Un contexto internacional desfavorable, en lo económico (precios de exportación en baja), pero sobre todo en lo político (retroceso en Venezuela y Brasil)

CFK ganó con 54% en 2011 pero fue creciendo en contradicciones con diversos sectores
Contradicciones con sectores burgueses, “que la habían juntado con pala”, al decir de ella misma, pero que no aceptaban la entonces vigente distribución de la renta nacional y que jugaban la clásica, exigir concesiones, como por ejemplo la devaluación de enero del 2014, pero acusar y desprestigiar invocando las consecuencias de lo que ellos mismos exigían (o provocaban), lo más significativo la inflación.
Pero también se intensificaron contradicciones con los trabajadores: precisamente la inflación, el techo de paritarias, la reducción de salarios mediante el impuesto a las ganancias, el salario mínimo y la jubilación mínima lejos de lo necesario, la ley antiterrorista.
En ese período, después de 2011, se puso más en evidencia la barbaridad cometida con la intervención al INDEC y el falseamiento de los datos sobre la inflación. Lo que debería ser una herramienta fundamental para la defensa del poder adquisitivo del salario y para la crítica a los formadores de precios, se transformó en lo contrario, de modo tal que a los empresarios les servía para intentar deslegitimar los reclamos en paritarias, a la par que sus representantes políticos utilizaban la falta de credibilidad para desprestigiar al gobierno.

Ante las dificultades se fue produciendo un creciente aislamiento político del gobierno y de Cristina en particular, agravado por su estilo personalista, pese a que contaba con fuerte predicamento, particularmente juvenil, pero carecía de sustento político organizado, papel que no alcanzaban a cubrir La Cámpora u otras organizaciones. La CGT de Caló y la CTA de Yasky quedaron en una actitud casi de espectadores vergonzantes, balbuceando pedidos sobre el impuesto a las ganancias.
En el caso particular de los docentes universitarios el papel de la dirección de Conadu fue responder incondicionalmente al gobierno, colaborando más a su aislamiento que a su apoyo.
En el 2014, la sucesión de discursos por cadena nacional no lograban superar esa situación.
Por otra parte el gobierno dependía en gran medida del apoyo de los “barones” del conurbano bonaerense y de referentes como Perotti en Santa Fe que, pruebas a la vista, ese apoyo se parece más a lo que se conoce en política como “el abrazo del oso”, que al apoyo efectivo
Por último candidaturas como la de Scioli, o la de Aníbal Fernández, que no satisfacían al propio kirchnerismo, fueron muy poco efectivas para enfrentar a Macri.
En realidad, una gran parte de los votos que obtuvo Macri no fueron de derecha; fueron votos contra el gobierno de Cristina y sus candidatos.

No hubo alternativa popular, independiente, capaz de enfrentar al macrismo, ni en las elecciones ni en los doce años anteriores
La rebelión del 2001, con su inmensa importancia, no logró sin embargo parir esa alternativa
Es más, gran parte de los herederos de la misma, fueron cayendo en enfrentar al gobierno kirchnerista tal como si fuera el enemigo fundamental, poniéndolo en el mismo plano.
En el campo popular la disyuntiva kirchnerismo – antikirchnerismo fue una trampa mortal en la cual cayeron gran parte de los sectores más combativos del campo popular.
Quizá los hechos más significativos fueron la división de los actos del 24 de marzo y la división de la CTA.

La resistencia y lucha contra la ofensiva macrista requiere superar esa división. Por supuesto ello no implica renunciar al debate sobre el balance político. Implica hacerlo con el objetivo de unir todos los esfuerzos para la necesaria derrota de la nueva variante instrumentada por el imperialismo y las clases dominantes argentinas.

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